El Balonmano Gijón afronta una temporada en División de Honor Plata llena de retos: Renovarse para seguir arriba

El equipo contará con una plantilla con bastantes caras nuevas, pero el mismo objetivo de codearse con los mejores

Ángel Gulín, a la derecha, dando instrucciones a sus jugadoras en un tiempo muerto. |

Ángel Gulín, a la derecha, dando instrucciones a sus jugadoras en un tiempo muerto. | / B.G.

J.J.

El Balonmano Gijón afronta una temporada ilusionante, pero a la vez complicada porque el grupo en el que ha quedado encuadrado en la División de Honor Plata es muy fuerte. Además, la plantilla ha sufrido bastantes cambios con respecto a la que la pasada temporada acabó en tercera posición.

El cuerpo técnico será el mismo que la pasada campaña, con Ángel Gulín y Viti López. Ambos mantienen a las dos porteras, Zoe González y Eva Rodríguez; en los extremos continúa Eva Vide y Lucía González y se incorpora definitivamente al primer equipo Marta Durán, que ya jugó algunos partidos la pasada temporada. Para esa posición llega Nerea Solares, por el momento la incorporación más importante dada su trayectoria ya que viene del Atlético Guardés. Dado su nivel y experiencia, Gulín tiene la intención de utilizarla tanto de extremo como de lateral derecho, posición en la que el equipo está un tanto cojo.

En el pivote llega Lorena García y el club está en conversaciones, avanzadas pero no cerradas, con para que continúe Gisela González. En cuanto a la primera línea, renovaron Saray Trabanco, jugadora vital en ataque como lo reflejan los 180 goles marcados la pasada temporada, y Laura Pérez, y mantiene negociaciones con una jugadora paraguaya que Gulín espera poder incorporar y que supondría un refuerzo importante ya que llegaría de la liga brasileña. Esta línea es en la que va a haber más incorporaciones ya que el club está pendiente de un par de llegadas más.

Ana González, por su parte, será baja hasta enero ya que se va de "Erasmus", pero se reincorporará una vez esté de vuelta en Gijón, mientras que Alba González será baja prácticamente toda la temporada debido a la grave lesión que sufrió (rotura de ligamentos), de la que fue operada a finales del mes de junio.

El Balonmano Gijón tendrá bajas importantes como la de Laura Gutiérrez, que está en duda sobre si dejarlo o jugar en una categoría más baja. Laura Rivas tampoco sigue y Sara de Castro lo deja para centrarse en sus estudios. Por su parte, Rebeca Vallado abandona el equipo por razones de trabajo. Los estudios también son el motivo de la no continuidad de Elena Capelastegui, que se marcha a Madrid para un doble máster. El club estudia la incorporación de una tercera portera porque Zoe González quiere compaginar trabajo, estudios y entrenamientos y, de momento, no se sabe bien si lo podrá hacer.

La plantilla comenzará la pretemporada el próximo 12 de agosto. El grupo en el que ha quedado encuadrado el Balonmano Gijón supone de mano un mayor gasto porque tendrá que hacer nada menos que cuatro viajes a Canarias, donde han subido dos equipos que se unen a los dos que ya había. Además, por distintas razones, los equipos más cercanos no están ya en el mismo grupo como Palencia, Camargo, Sifin o Siero, lo que también incrementa el gasto en viajes. Gulín quiere concienciar a sus jugadoras con un argumento incuestionable: los dos equipos que quedaron por encima la pasada temporada ya no están. Así que el objetivo es volver a luchar por las primeras posiciones. Seguramente será más complicado porque buena parte de la plantilla será nueva y habrá que ver como se acoplan las jugadoras entre sí y todas a los planes del entrenador. Lo es que es seguro es que por lucha y entrega no va a quedar.

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