Opinión | En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: Los desfiles de la victoria, mejor para el verano

Nadie dijo que el asunto de ser felices al final del curso, al comienzo del verano, iba a ser el desfile del día de la victoria, aunque los arbitrajes vengan desde Valladolid o Sebastopol

Dubasin, en el Cartagena-Oviedo

Dubasin, en el Cartagena-Oviedo / Área 11

Nadie dijo que el asunto de ser felices al final del curso, al comienzo del verano, iba a ser el desfile del día de la victoria. Para prueba, lo sucedido en el Cartagonova. Los de Carrión y los de casa saltaron a jugar sabiendo lo que habían hecho sus rivales. La presión comienza a convertir las corbatas y los cuellos de la camisa o camiseta en un pequeño garrote vil. Y más cuando, por ejemplo, los de azul tuvieron que jugar con diez toda la segunda parte. La muchachada se queja de que la expulsión de Homenchenko, que se estrenaba como titular en el Oviedo, fue muy rigurosa, casi rozando el embarque.

Tocaba heroica y a ello se pusieron los carbayones. Pero en dos llegadas los de casa, en puestos de descenso tras los resultados del fin de semana, cerraron el partido. Son esos días en los que se echan de menos esos puntos que volaron en casa, fuera, aquel gol que se falló, aquel palo, aquella expulsión… El y si, y si de toda la vida. Pero esto es lo que hay, amiguinas y amiguinos. Ya saben, no hay rival pequeño, los detalles más nimios dan y quitan puntos, y los fallos arbitrales, vengan desde Valladolid o Sebastopol, a estas alturas hacen pupa y sirven para justificarlo casi todo.

Mientras, a 28 kilómetros MAR tendrá que darle vueltas y vueltas a la pizarra para componer un once de garantías ante el Villarreal B, que ya no sabe cuándo ganó por última vez a domicilio. Pero, ojito, que en esto del "fúrgol" nadie lo pone fácil y tal y tal. Ya saben, los desfiles del día de la victoria mejor dejarlos para cuando llegue el verano, ¿oyisti, güey?

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