Opinión

¿90 minutos son muy largos?

Sobre el último partido del Oviedo y el posible ascenso

El Oviedo está a un partido de poder volver a la máxima categoría del fútbol español. Una simple frase que resumen lo que puede pasar en menos de una semana. Alcanzar la gloria cuando estuviste tan lejos de ella sabe muchísimo mejor.

Al término del partido de ida, ciertos aficionados del Espanyol arengaban a los suyos, con un símil de una mítica frase del Real Madrid. "90 minutos en el Stage Front Stadium son muy largos"... No señores, no. 90 minutos no son nada en comparación con los 23 años que lleva el Oviedo en el infierno.

Lo vivido el domingo en el Carlos Tartiere sobrepasa lo futbolístico. Es un sentimiento muy difícil de explicar y como solemos decir, "lo entiendes si estás dentro". Los 15 minutos entre las 18.15 y las 18.30 horas serán recordados por lo casi 30.000 espectadores que abarrotaban las gradas y por todo aquel que lo estuviera siguiendo por la televisión. Aparecieron lágrimas en muchos, quizá recordando a todos los que hemos perdido en estos años de travesía por el desierto. Pensar en ese familiar o amigo que se fue sin ver a su oviedín rozar con las yemas de los dedos la vuelta a lo más alto es emocionante y duro a la vez.

Tenemos unos días por delante que hay que disfrutar porque hemos vuelto. Hemos demostrado que somos de Primera juguemos donde juguemos la próxima temporada porque este equipo y su afición luchó contra todo y contra todos para lograr sobrevivir. Por muchos palos en las ruedas que nos pongan de ahora en adelante, serán palillos con lo sufrido en años pasados. Recordar la historia es importantísimo para no volver a caer en los mismos errores y creo que el oviedismo sabe qué sí y qué no, con quién sí y con quién no. Ahora todo es muy fácil y salir en la foto es gratificante, pero hay memoria y por mucho que lo quieran maquillar, está ahí.

Domingo 23 de junio, una fecha desgraciada para el oviedismo. Solo espero que quién se fue ese fatídico día del año 2000 nos ayudé allí donde esté y empuje al equipo. Un partido. 90 minutos decidirán todo el trabajo de una larga temporada, pero pase lo que pase, yo me voy a sentir profundamente orgulloso de unos jugadores que nos hicieron disfrutar. De un técnico que se empapó de oviedismo con el primer partido en el Carlos Tartiere frente al Valladolid y de una afición que es ejemplo de todo y motivo de orgullo.

¡ Hala Oviedo !

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