El documento presentado esta última semana por la FADE llama la atención sobre un resultado del mercado laboral asturiano que reflejan los resultados de la Encuesta de Población Activa (EPA): todo el empleo que Asturias ha ganado desde 2014 está concentrado en personas que tienen estudios de FP o universitarios. Las cifras son las siguientes y se representan en el gráfico que ilustra esta página: entre 2014 y 2017, el número de personas ocupadas con estudios primarios se despeñó (-28%, 6.600 empleos menos), aumentó de manera contenida la ocupación de los graduados en ESO y Bachillerato (3%, 4.100 empleos más) y creció con mucho más ímpetu la relación los titulados en FP y de graduados en la Universidad con trabajo (10%, 22.100 empleos más).

De tales resultados se puede inferir que los asturianos con cualificaciones más altas las han rentabilizado accediendo en mejores condiciones que otros al empleo y sacando partido de la recuperación de mercado laboral. No obstante, que la creación más intensa de trabajo se haya concentrado durante estos años en los servicios y en actividades con altas tasas de temporalidad y contratación a tiempo parcial indica que han aumentado los casos de sobrecualificación: personas con altos niveles de formación que acceden a ocupaciones precarias o que no requieren esa preparación.