Las titulaciones de Formación Profesional (FP) más ligadas con el metal, el turismo y la sanidad tienen unos niveles de inserción laboral muy superiores a los medios de las carreras universitarias. En general, la salida laboral de los que optan por hacer un módulo también es mejor que la de aquellos que se lanzan a hacer un grado universitario. La diferencia es notable: seis de cada diez titulados asturianos en FP consiguieron un empleo nada más terminar sus estudios, mientras que en la Universidad de Oviedo fueron cuatro de cada diez los que lo lograron.

Los datos los pone de manifiesto la última memoria del Consejo de Asturias de la Formación Profesional, correspondiente al año 2017, en el que se destaca que el 62,23% de los estudiantes que acaban módulos encuentran enseguida un trabajo, muchos (el 31,5%) en la misma empresa en la que hizo las prácticas. El porcentaje, además, ha ido aumentando durante estos últimos años en casi todas las especialidades, gracias, en parte, a la mejoría del mercado laboral regional. De un curso para otro (de 2016 a 2017), la inserción laboral de los alumnos de FP creció en cinco puntos.

Entre que no encontraron trabajo nada más concluir los estudios, sólo un 15,7% se fue al Servicio Público de Empleo a demandar un empleo. El resto, el 21,07%, decidió prolongar su formación. Muchos de ellos usaron la FP como trampolín para acceder a la Universidad y estudiar una carrera.

Hay ramas, además, en las que la inserción es elevadísima. Especialmente en aquellos estudios que están más ligados con el sector del metal, la hostelería o la sanidad. Así, estudios como los de fabricación mecánica; instalación y mantenimiento; hostelería y turismo, y los sanitarios tienen unos porcentajes de inserción que están por encima del 71%. Cifra que sólo consiguen igualar algunas carreras universitarias que tiene una altísima demanda también, como las vinculadas con la ingeniería, la medicina y algunos estudios relacionados con el área de la educación, según los datos que hizo públicos hace unas semanas la propia Universidad de Oviedo.

Hay algunos estudios de FP en los que la inserción roza el pleno empleo (como los de textil, energía o industrias alimentarias), pero el número de estudiantes de estos módulos es muy pequeño.

Está subiendo también el número de estudiantes matriculados en FP (fueron 15.098 en 2017) y, según resalta el Consejo de Asturias de Formación Profesional en su memoria, se está haciendo un importante esfuerzo para adecuar los estudios a las necesidades del mercado laboral asturiano. Destacan como hito los estudios duales (aquellos que combinan el estudio en las aulas con el trabajo en la empresa) que se han puesto en marcha de forma experimental.