La proximidad del brexit -la salid del Reino Unido de la UE- y la guerra arancelaria en Estados Unidos está comenzando a pasar factura a las compañías asturianas que venden en estos mercados. Tanto es así que las exportaciones regionales con destino a estos dos países han caído un 34% en lo que va del año (entre enero y abril), según las cifras que maneja la Sociedad Asturiana de Promoción Exterior (Asturex). Se trata de la mayor caída de entre los principales clientes de la región. Ante este escenario y las crecientes dificultades que comienzan a presentar algunos mercados fruto de la crisis del coronavirus -como el asiático o el africano- muchas empresas han tomado la decisión de replegarse hacia clientes mucho más cercanos. Así, las exportaciones a Portugal e Italia han crecido durante los primeros meses del año de una manera espectacular. Especialmente, las dirigidas al país luso que aumentaron un 77,3%
El caso es que, aunque la pandemia del covid 19 ha propinado un fuerte golpe a los mercados internacionales los exportadores asturianos han resistido estoicos las embestidas del virus. Sus ventas en general descendieron durante esta pandemia, aunque si se analizan los datos de forma más detenida las cifras arrojan alguna situación cuanto menos curiosa. Por ejemplo, excluido el cinc de la ecuación exportadora asturiana -el principal producto que se exporta desde Asturias y que está sujeto a unas tremendas variaciones de su precio- las ventas de las empresas regionales en el extranjero aumentaron en las primeras semanas de la crisis sanitaria. Gracias, fundamentalmente, al empuje de las compras de clientes de las vecinas Portugal, Francia e Italia. Cabe añadir que las fuertes fluctuaciones en el precio del cinc, que está ahora mucho más barato ahora que hace un año, explica también buena parte del descenso del valor de las exportaciones con destino a EE UU.
El coronavirus ha abierto un escenario inédito para los exportadores y, sobre todo para la promoción de la región y sus empresas en el extranjero. Con todas las ferias para exportadoras en las que se solían hacer negocios canceladas se ha tenido que variar la estrategia, según explica Teresa Vigón, la directora general de Asturex. En el consejo de administración de este organismo -celebrado hace unos días- se presentaron unas nuevas medidas para que las compañías puedan llegar a sus mercados sin tener que viajar, además de aumentarse las ayudas a los exportadores. "Vamos a potenciar las ferias virtuales", señala. Ya se venían haciendo algunas de forma de prueba, pero a partir de ahora estarán más a la orden del día.
No es la única medida, también se va a ayudar a las compañías a buscar socios que ya estén sobre el terreno. "La empresa nos da su código arancelario y buscamos una serie de importadores que estén en los países que le interese", señala. Una más, además, han comenzado un programa para que las compañías puedan analizar qué está haciendo su competencia en los mercados internacionales. Eso ayudaría a que se centraran en los mercados donde crean que tienen posibilidades de crecer y que, por ejemplo, no estén demasiado saturados. Teresa Vigón se ha puesto como objetivo que su etapa al frente de Asturex sea recordada como aquella en la que este organismo pegue el salto definitivo a la digitalización.
Para lo que también se ha preparado Asturex es para la definitiva salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) tras el periodo de carencia de este año. A partir del uno de enero las reglas cambiarán y señala Vigón que lo que ocurrirá entonces será que vender en ese mercado será más costoso porque implicará mucha más burocracia, más papeleo. Por eso este organismo ya se ha puesto manos a la obra y está ofreciendo a las compañías que se vean especialmente afectadas por el golpe un plan para explorar nuevos mercados y de esta forma diversificar sus ventas en el extranjero y amortiguar la caída. El descenso ya se está notando con cierta intensidad y está propiciando el repliegue de las exportaciones "made in Asturias".
