El cese por una empresa canaria subcontratada por Duro Felguera de las obras en dos centrales térmicas de Endesa en las islas ha motivado la protesta de trabajadores de seis pymes locales -dependientes de la subcontrata- contra el grupo asturiano, al que acusan de demora en los pagos. Duro Felguera se desvinculó ayer de esos retrasos y sostuvo que está al corriente en los abonos.

Según la ingeniería asturiana, Duro Felguera acomete, en gran parte con personal propio de su delegación de Canarias, las obras de desnitrificación de las centrales térmicas de Endesa en Granadilla (Tenerife) y Barranco de Tirajana (Gran Canaria) mientras que la obra civil fue adjudicada a la empresa local Estudio 7.

Duro señaló ayer que ha pagado a Estudio 7 los trabajos realizados hasta el 31 de julio y que el 10 de agosto la compañía canaria abandonó las obras, por lo que Duro Felguera "se vio obligada a rescindir el contrato" con la empresa. Aunque los trabajadores de seis pymes canarias han protagonizado actos de protesta contra Duro Felguera, a la que responsabilizan de la demora en el cobro de sus salarios (se les adeuda desde junio), el grupo asturiano indicó que los operarios que han realizado concentraciones con pancartas alusivas a Duro son subcontratistas de Estudio 7, por lo que los pagos "dependen exclusivamente de Estudio 7 y no de Duro Felguera".

Los trabajadores afectados por las demoras salariales suman medio centenar y pertenecen a seis pequeñas empresas locales.

Los dos proyectos de Endesa (filial de la italiana Enel) fueron adjudicados a Duro Felguera Operaciones y Montajes, filial de Duro, en agosto de 2019 mediante el sistema "llave en mano".

Los movimientos bursátiles bajistas sobre Duro Felguera se intensificaron ayer con una depreciación de los títulos de 16,87%, hasta los 0,38 euros, después de que se hubieran movido a lo largo de la sesión por encima de 6,26 millones de acciones, equivalentes al 6,52% del capital social.

Este movimiento más que duplicó el que se había producido en las cuatro sesiones anteriores, en las que se habían alcanzado cifras elevadas: entre el martes y el viernes se negociaron entre 2,8 y 2,9 millones de títulos diarios. En las cinco últimas sesiones cambiaron de manos más de 17,72 millones de acciones, equivalentes a casi el 18% de la sociedad.

Como consecuencia de estas negociaciones, el valor se depreció el 35,86% desde el martes pasado, la última jornada en la que Duro cerró en verde en el parqué.

Las oscilaciones en la cotización de la compañía asturiana han sido intensas en los últimos meses, con subidas repentinas e intensas y caídas posteriores, a lo que contribuye la baja capitalización en Bolsa, lo que hace que sea un valor muy volátil. Ayer cerró en el parqué con un valor de 36,67 millones.

El grupo mantiene conversaciones con la banca acreedora para intentar llegar a un acuerdo que le permita disponer de avales y acceder a líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO), al tiempo que ha sido una de las dos sociedades que han pedido públicamente acogerse al fondo de rescate creado por el Gobierno para empresas golpeadas por la pandemia del coronavirus.