El exitoso salto a la nube de Cernuda

El directivo asturiano dejó la cúpula de Microsoft para presidir NetApp, con un fuerte crecimiento por el “boom” del almacenamiento de datos

César Cernuda

César Cernuda

María REFOJOS

Dejar una carrera exitosa de más de dos décadas en Microsoft, y hacerlo en medio de una pandemia mundial, es una invitación que muchos declinarían. La decisión del luarqués César Cernuda en cambio fue justamente la contraria. En julio de 2020 se incorporó a NetApp para ocupar el puesto de presidente y liderar el proceso de transformación de esta compañía multinacional especializada en servicios de datos en la nube.

A punto de cumplirse un año del cambio, este directivo nacido en México y residente en Miami pero que se considera asturiano (es hijo y nieto de luarqueses, estudió en el colegio San Ignacio de Oviedo y pasa largas estancias en la región todos los años) asegura estar “feliz” con el salto desde aquella zona de confort en la tecnológica fundada por Bill Gates, donde desempeñaba el cargo de presidente de Microsoft Latinoamérica y vicepresidente corporativo global, hasta la primera línea de NetApp. Esta empresa también estadounidense emplea a más de 11.000 profesionales y tiene presencia en más de 100 países. “Tenemos muchos clientes con una necesidad de poder hacer más cosas y nosotros tenemos la tecnología para poder ayudarles; no podía dejar pasar la oportunidad”, asegura.

Esta necesidad de “hacer más cosas” se ha visto propiciada por la pandemia. La digitalización, si bien ya ocupaba un puesto destacado en las agendas de los directivos, ha pasado a los primeros puestos de la lista y la nube se ha convertido en el motor de este crecimiento. En ese contexto, NetApp ha tenido que adaptarse rápidamente para dar respuesta a la creciente demanda de sus clientes. “La tecnología ha habilitado y permitido seguir trabajando y avanzar, dentro de las circunstancias que estábamos viviendo. Y de hecho lo que hemos visto este año es que muchas compañías han acometido en doce meses proyectos que antes podían tardar tres años”, subraya Cernuda, quien asegura que se está viviendo es una “explosión en el mundo de los datos”.

El aumento de actividad se ha visto reflejado en las cuentas de la empresa. Por una parte, porque ha obligado a NetApp a realizar inversiones “especiales” en bienes de capital para abastecer a la demanda de servicios en la nube y dar soporte a sus clientes. Y por otra, porque la facturación vinculada a este ámbito repuntó el 186% interanual en el tercer trimestre fiscal, hasta los 237 millones de dólares. “Estamos hablando de crecimientos muy importantes, y solamente en la parte de la nube”, corrobora el directivo. Las ventas globales del grupo alcanzaron los 1.470 millones de dólares en su tercer trimestre, el 5% más de lo previsto, y el escenario les hace ser “optimistas” de cara al cierre del ejercicio fiscal, que llegará este mes. Cernuda afirma estar “muy ilusionado” con la labor desarrollada por la compañía, en un año “muy duro” de pandemia, “tensión” e incertidumbre.

“Creemos que los avances tecnológicos que hemos puesto sobre la mesa nos van a permitir que venga un futuro muy prometedor”, manifiesta el presidente de NetApp, que añade que “el compromiso con nuestros accionistas es que seremos una compañía con un revenue (ingresos) de 1.000 millones de dólares en 2025”. En España, entre otras grandes cotizadas del Ibex 35, trabajan con BBVA y Telefónica, a las que proporcionan tecnología para sus estrategias de nube, tanto propia como, en el caso de la operadora, para servicios que ofrecen a sus clientes.

Los nuevos retos

De cara a los siguientes ejercicios, la compañía se enfocará en ayudar a las empresas y administraciones públicas en el “gran reto” de la gestión de los datos con el desarrollo de nuevas soluciones con Inteligencia Artificial (IA), y también en dar a conocer a NetApp más allá del sector nicho de los servicios “cloud”. ¿La misión? “Llegar más allá del departamento de tecnología” y participar en la toma de decisiones de los planes integrales de digitalización. “Hoy, para un CEO la transformación digital de su empresa es fundamental y nosotros tenemos muchísimo que aportar”, plantea Cernuda.

En su decisión de mudarse a NetApp fue vital poder contribuir en ese proceso de transformación interna aplicando los aprendizajes obtenidos de su experiencia en Microsoft. “Tuve la fortuna de vivir la transición de Bill Gates a Steve Ballmer; de trabajar en varios proyectos de transformación de marcas en finales de los 90 y en la era puntocom de los 2000”, enumera.

La trayectoria profesional de Cernuda tuvo el pasado miércoles un nuevo hito: ser condecorado con la Cruz de la Orden del Mérito Civil de España en reconocimiento por los lazos comerciales que ha construido entre el país y Estados Unidos. “Me siento responsable de crear una mejor sociedad y orgulloso de haber ayudado siempre que me lo han pedido a estrechar lazos”, concluye.

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