Mauro Guillén: "En vez de la Variante, era mejor invertir en educación"

El economista, vicedecano en la Escuela Wharton, de la Universidad de Pensilvania, apunta al modelo de Irlanda, que apostó por el talento y no por las autovías

Mauro Guillén, durante su intervención ayer en Oviedo.

Mauro Guillén, durante su intervención ayer en Oviedo. / Fernando Rodríguez

"Asturias tiene un potencial enorme, pero muchas veces no tomamos las decisiones adecuadas. En vez de perforar túneles en la cordillera, opino que hubiese sido mucho mejor haber invertido esos recursos en educación y formación", afirmó el economista astur-leonés Mauro Guillén, vicedecano del programa para ejecutivos y de la cátedra de Gestión Internacional de la Escuela Wharton, de la Universidad de Pensilvania (EE UU).

Guillén, doctor en Economía por la Universidad de Oviedo y en Sociología por la de Yale, y que intervino en Oviedo en un acto organizado con motivo del 50º. aniversario del Colegio Profesional de Economistas de Asturias, puso el ejemplo de Irlanda, que "apenas tiene autovías porque prefirió apostar por la formación del capital humano", aunque también ha recurrido para su gran desarrollo "a hacer trampas con los incentivos fiscales", bajando impuestos a las empresas. "Algunos economistas lo justifican porque, si defendemos el principio de competencia, debemos ser consecuentes –dicen– y admitir la competencial fiscal".

Guillen, "defensor del mercado y la competencia más que del capitalismo", considera que esto es cierto "hasta cierto punto". "Tampoco podemos llevarlo al extremo" porque "al final" una competencia en rebajar impuestos "es una carrera hacia el fondo".

Guillén reclamó una revisión integral del modelo vigente ante el desafío de la demografía y el cambio tecnológico. Pidió cambios a las empresas (para no prescindir de la gente con experiencia cuando llega a los 50 años y hacer más atractivo el empleo a los jóvenes), a los Gobiernos (para que en vez de incentivar fiscalmente la jubilación lo hagan para aprender nuevas destrezas y adaptarse a los cambios) y al sistema educativo.

Alertó de que la polarización política y fenómenos como el de Trump obedecen en parte al desplazamiento de trabajadores de la industria manufacturera que han perdido empleos y recursos.

Y juzgó que el modelo ha alcanzado "cotas irracionales", forzando jubilaciones –que son un "desperdicio de experiencia"– bajo la premisa de dejar sitio a los jóvenes, que deben pagar las pensiones de la generación precedente, mientras las empresas no encuentran talento por desajustes en la oferta y la demanda laboral.

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