TELECOMUNICACIONES

Criteria ultima nuevas compras de acciones de Telefónica para acelerar su escalada hasta el 10%

El brazo inversor de la Fundación LaCaixa se prepara para iniciar otra operación en bolsa para crecer en el capital de la teleco, con la vista puesta en igualar los paquetes de la SEPI y de Arabia Saudí.

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, en la junta de accionistas.

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, en la junta de accionistas. / Telefónica

David Page

David Page

Nuevos movimientos en el accionariado de Telefónica. Criteria, el brazo inversor de la Fundación LaCaixa, aspira a elevar su presencia en el capital en la teleco para alcanzar el 10%, duplicando su peso actual. Un incremento que permitirá al holding comandado por Isidro Fainé igualar la participación del 10% alcanzada ya por el Gobierno a través del grupo estatal SEPI y también el paquete virtual que maneja Arabia Saudí. Y los planes de CriteriaCaixa pasan por activar la nueva escalada accionarial de manera rápida.

La intención de Criteria es iniciar las compras de más acciones de Telefónica en las próximas semanas, según confirman fuentes conocedoras de la planificación del grupo. En la planta noble del instrumento inversor de la Fundación LaCaixa aún tienen bajo estudio si se procede a una única o unas pocas grandes compra para pasar del 5 al 10% o se opta por pequeñas adquisiciones sucesivas de paquetes menores para ir elevando su participación accionarial. En cualquiera de las dos opciones, el inicio de las operaciones será a corto plazo. Fuentes oficiales de Criteria descartan hacer comentarios sobre su estrategia.

En plena estrategia de reforzar su presencia en empresas estratégicas españolas, CriteriaCaixa ya elevó su participación el pasado abril desde el 2,69% que tenía en la operadora hasta el 5% (con la última reducción de capital de la teleco el paquete ha elevado ligeramente su peso hasta cerca del 5,078%). Y ahora el holding inversor ha confirmado su intención de volver a doblar su participación y escalar hasta el 10% para asentar un nuevo núcleo duro de socios españoles en Telefónica junto al Gobierno y a BBVA (socio tradicional que controla un 4,87%).

El universo LaCaixa, comandado por el presidente Isidro Fainé, contaba hasta esta misma semana con un paquete adicional de casi el 2,6% en manos de CaixaBank, el banco del que Criteria es su máximo accionista. La entidad se deshizo de su participación hace unos días y lo hizo colocándola directamente en bolsa, confirmando la información adelantada por este diario acerca de que en ningún caso se contemplaba la venta de esa participación en manos de CaixaBank a su matriz Criteria.

Los movimientos de los últimos meses y los nuevos que vienen van a proporcionar a Telefónica, presidida por José María Álvarez-Pallete, un nuevo y reforzado núcleo duro de accionistas españoles (Gobierno, CriteriaCaixa y BBVA planean controlar en torno a un 25% del capital), que se ha conformado para contrarrestar la entrada de Arabia Saudí y para blindar un grupo que se considera estratégico para los intereses nacionales, por su vinculación con la defensa y seguridad nacionales y por su papel clave en la digitalización del país.

Criteria se mueve

CriteriaCaixa lleva tiempo reivindicándose como el último bastión inversor español con vocación industrial, de socio estable y a largo plazo, y con interés en seguir creciendo en este ámbito. Y lleva tiempo deslizando que echa de menos que otros grupos nacionales le acompañen en esa tarea. El holding, que bebe de los dividendos de sus participadas para alimentar la acción social de la Fundación LaCaixa, está reordenando su cartera de participadas y se está confirmando como gran escudo de empresas estratégicas españolas para blindar su autonomía y para protegerlas frente a intereses foráneos o de escenarios de inestabilidad accionarial.

Criteria, que presentará la próxima semana su nuevo plan estratégico en el que redefinirá formalmente su hoja de ruta futura de la mano del nuevo CEO Ángel Simón, es el principal accionista de CaixaBank, lo es de Naturgy en pleno terremoto accionarial, se está reforzando en Telefónica y en los últimos meses también ha entrado en la inmobiliaria Colonial, en la corporación ACS o en el grupo de perfumería Puig, y ha sonado como caballero blanco también para blindar el fabricante ferroviario Talgo frente a la opa de la opa de la húngara Magyar Vagon (una contraopa que se está diluyendo y que se da por descartado que acabe participando Criteria).

Arabia Saudí mantiene su plan

Saudi Telecom (STC), la teleco controlada por el Estado saudí, anunció a principios de septiembre la compra de una participación directa del 4,9% de las acciones de Telefónica y de otro 5% adicional de manera indirecta mediante derivados financieros (que de momento es sólo virtual y que aún debe ejecutar). A pesar de la entente del Gobierno español y Criteria, Arabia Saudí pretende continuar con su plan de crecer en el capital de Telefónica y mantiene su objetivo de controlar casi un 10% de la compañía española.

Se da la circunstancia de que Arabia Saudí actualmente, entre participaciones directas e indirectas ‘prestadas’ -estas últimas no le dan derechos políticos de voto-, maneja más de un 10% del capital de Telefónica (un 10,04%, en concreto). Y es que la reducción de capital realizada hace unas semanas por la teleco española ha hecho que el porcentaje de participaciones accionariales de cada socio hayan crecido automáticamente.

El denominado ‘escudo antiopas’ -la legislación aprobada por el Gobierno durante la pandemia para controlar la entrada de inversores extranjeros en empresas estratégicas nacionales- establece con carácter general la obligación de pedir la autorización del Ejecutivo al superar el 10% del capital. Pero ese tope legal se rebaja al 5% en caso de que se trate de empresas vinculadas con la defensa y la seguridad nacional, como sucede con Telefónica por sus contratos con las Fuerzas Armadas y con la ciberseguridad y la gestión de los datos del Gobierno.

Arabia Saudí tiene que pedir autorización expresa al Gobierno español, a través del Ministerio de Defensa, para superar la cota del 5% o para tener representación en el consejo de administración de la compañía. Arabia Saudí se expone a un nuevo escenario si quisiera ejecutar todos las acciones que maneja mediante derivados financieros. En tal caso, se abriría otro proceso de autorización -esta vez a través del Ministerio de Economía- para poder rebasar el 10% en la operadora. Fuentes del mercado anticipan que Arabia Saudí se decantará por no ejecutar todos los derivados ahora en sus manos para no superar así el 10% y evitar así complicar aún más el proceso de autorizaciones de las autoridades españolas.