Negociaciones en curso

La CEOE desafiará a Trabajo y no llevará una propuesta escrita sobre la reducción de jornada a la reunión del lunes

ATA cree que “no tiene sentido” mandar propuestas por escrito tal como les reclamó Yolanda Díaz y Foment la acusa de querer “cargarse el diálogo social”

Antonio Garamendi en el Encuentro del Comercio de CEOE.

Antonio Garamendi en el Encuentro del Comercio de CEOE. / JOSÉ LUIS ROCA

Rosa María Sánchez / Gabriel Ubieto

La patronal CEOE pretende desafiar el ultimátum lanzado por el Ministerio de Trabajo y presentarse el próximo lunes a la reunión de diálogo social para la reducción de jornada a 37,5 horas sin llevar una propuesta por escrito. Así se lo reclamaron desde el departamento dirigido por Yolanda Díaz en la última reunión sobre esta materia este pasado lunes, tras acusarles de estar entorpeciendo las negociaciones tripartitas con los sindicatos.

Fuentes de CEOE han adelantado a El Periódico, del Grupo Prensa Ibérica, que no llevarán una propuesta escrita a la reunión de diálogo social del 1 de julio por considerarlo innecesario. Argumentan que sus propuestas ya han sido expresadas verbalmente en las sucesivas reuniones y que estas incluyen que las jornadas laborales se acuerden de forma bipartita en los convenios colectivos, ampliar el tope anual de horas extraordinarias y avanzar en medidas que permitan reducir el absentismo laboral. El Ministerio de Trabajo ya ha puesto en circulación un borrador de la ley de reducción de jornada laboral y los empresarios temen que el documento escrito que se les demanda ahora podría acabar siendo instrumentalizado en su contra por parte del Gobierno.

De este modo, la organización que preside Antonio Garamendi rehúsa ceñirse al ritmo que pretende marcar la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que, tras los batacazos electorales de Sumar en las elecciones gallegas, vascas, catalanes y europeas, ha optado por pisar el acelerador para tratar de cerrar un acuerdo sobre esta materia antes de septiembre. Los empresarios no están por la labor, especialmente desde que PSOE y e PP han rehecho puentes con el acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Entre las filas de los empresarios van ganando peso las voces que reclaman no dar más recorrido a la negociación que mantienen desde hace medio año con el Ministerio de Trabajo y los sindicatos para la reducción de la jornada semanal desde las actuales 40 horas a 38,5 horas ya en 2024 y a 37,5 horas al final de la legislatura.

El vicepresidente de CEOE y líder de ATA, Lorenzo Amor, ya avanzó este jueves que "no tiene sentido" que presenten alegaciones a la propuesta de Trabajo, ya que las negociaciones se han convertido en "puro teatro", según manifestó en declaraciones a Canal Sur Radio recogidas por Europa Press. No fue el único que exteriorizó su malestar. Este mismo jueves, desde otra vicepresidencia de la CEOE se ha ahondado en las críticas a Yolanda Díaz y su ley estrella para esta legislatura. El secretario general de Foment, David Tornos, ha acusado a la ministra de Trabajo de pretender “cargarse el diálogo social” con una propuesta de ley “intervencionista” y que “solo provoca que nuevos problemas y más costes para las empresas”, según ha afirmado en una jornada celebrada en la sede de Foment con motivo del Día de la Empresa. 

Según datos de Cepyme, filial de la CEOE, rebajar la jornada laboral de las actuales 40 horas a las 37,5 horas semanales que pretende el Gobierno, con el mismo sueldo, implicaría un aumento de los costes salariales para las empresas de 40.000 millones de euros. Ya que para mantener las mismas horas trabajadas deberían contratar a más gente o ampliarle el horario a trabajadores ya en plantilla. 

“¿De qué iba a servir que mandáramos una propuesta?”, se pregunta otro alto dirigente patronal consultado por este medio, que mira más hacia el Congreso de los Diputados y su complicada aritmética parlamentaria para frenar la ley de reducción de jornada. Entre las filas patronales, que siempre han abogado por ententes en las que "prevalezca el sentido de Estado" y "garanticen el mayor nivel de estabilidad posible", ha sido visto con buenos ojos el acuerdo alcanzado esta semana entre el PSOE y el PP para la renovación de la cúpula del CGPJ.

Confían en que no sea el único puente por rehacer entre el bipartidismo y que ello debilite la posición de Yolanda Díaz dentro del Gobierno, aislándola y rebajando sus pretensiones en relación a reformas como la reducción de jornada. No obstante, en el PSOE se mantiene que la reducción de jornada es un proyecto de todo el Gobierno y reafirman su apoyo a la ministra de Trabajo, informa Juan Ruiz. En la formación socialista hasta ahora han apostado por arropar a la ministra de Trabajo para dar oxígeno al espacio político de Sumar, debilitado tras la secuencia de malos resultados electorales.

El próximo lunes 1 de julio el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, tiene previsto volver a reunirse con los representantes de la patronal y los sindicatos. "Si nosotros fuéramos al lunes próximo sin ninguna propuesta alternativa de la patronal, pues tendremos que tomar alguna decisión", afirmó tras la última reunión. Y aunque no concretó qué consecuencia tendría la ausencia de escrito por parte de la CEOE, en la patronal se interpretó la advertencia de Pérez Rey como un ultimátum. 

En Trabajo impera la idea de que la negociación, acabe habiendo o no acuerdo, no tiene mucho más recorrido temporal. Y es que el compromiso electoral de la coalición establece que ya este 2024 la jornada baje al equivalente de 38,5 horas semanales, para luego, desde el 1 de enero del 2025, regir ya las 37,5 horas. Para ello deben remitir antes al Congreso de los Diputados un proyecto de ley que, por plazos y de prosperar todas y cada una de sus etapas parlamentarias –todavía no está claro si tendría los votos necesarios-, no se plasmaría en el Boletín Oficial del Estado (BOE) hasta, como pronto, finales de año.

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