Por qué los asturianos faltan mucho más al trabajo: derechos de conciliación, salud mental, retrasos en el Sistema de Salud...

El absentismo no para de crecer, y el Principado es la segunda región con mayor tasa

"Para las empresas grandes significa un importante coste y para las pequeñas supone muchas veces no poder subir la persiana", alerta FADE

Por qué los asturianos faltan mucho más al trabajo

Por qué los asturianos faltan mucho más al trabajo / LNE

Pablo Castaño

Pablo Castaño

Las faltas de asistencia al trabajo se han disparado en Asturias y en las empresas están sonando las alarmas. "Para las grandes supone un coste importante, pero para las pequeñas muchas veces supone no poder subir la persiana", aseguró María Calvo, presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), en la clausura de asamblea de la patronal asturiana. "Es imprescindible analizar en profundidad las causas y buscar soluciones que alivien este grave problema", añadió Calvo tras situar el absentismo entre los principales lastres para la competitividad de las empresas de la región.

Las tasas

Esta misma semana se publicó el XIII Informe Adecco sobre Absentismo que elabora el centro de la investigación de esta multinacional de los recursos humanos. A falta de una estadística oficial, este tipo de trabajos que utilizan como base datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) son una referencia para medir el volumen del problema. Incluye datos del primer trimestre de este año. Destaca que la tasa de absentismo está en máximos en España al alcanzar el 7,3%. Si se pone la lupa en las comunidades autónomas se aprecia que las más afectadas son País Vasco, con una tasa de absentismo del 8,4%, y Asturias y Canarias, con tasas del 8,2% ambas. Nunca se habían alcanzado esos niveles ni se había identificado el absentismo como un serio problema de competitividad en el Principado.

El Colegio de Economistas de Asturias, con apoyo de profesores de la Universidad de Oviedo, elabora periódicamente el Económetro, un indicador de confianza socieconómico en el que participan más de 300 economistas de la región y cuyo objetivo es el análisis a corto plazo. Entre las cuestiones recurrentes se analizan los factores que influyen en la competitividad de la economía asturiana, pero nunca se ha incluido el absentismo. "Comenzamos a elaborar el Económetro en 2019 y en aquel momento no existía esa preocupación por el absentismo", apunta Santiago Álvarez, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo, para destacar que el problema, aunque identificado, nunca hasta ahora estaba entre los principales.

Divisiones con mayor absentismo de España.

Divisiones con mayor absentismo de España. / LNE

Los conceptos

La Real Academia de la Lengua define absentismo como la abstención deliberada de acudir al lugar donde se cumple una obligación o como el abandono habitual del desempeño de funciones y deberes propios de un cargo. Sin embargo, el concepto de absentismo que utiliza el estudio de Adecco y otros similares como por ejemplo los de Randstad (que sitúan la tasa de absentismo en Asturias al cierre de 2023 en el 7,1%, lo que suponía que cerca de 28.000 asturianos no acudían a su trabajo al día) es más amplio. Para ellos absentismo no es equiparable a falta injustificada.

Su tasa se calcula a partir de las horas de trabajo pactadas (en convenios colectivos y contratos de trabajo) y a ellas se suman las horas extraordinarias que eventualmente se hubieran realizado. Sobre el resultado se restan las horas no trabajadas por vacaciones y festivos, y las horas no trabajadas por los ERTE. La cifra obtenida en esa operación da las horas pactadas efectivas. Por otro lado se calculan las horas no trabajadas por motivos ocasionales. Ahí se incluyen las horas que se pierden sin justificación, pero también las horas no trabajadas por maternidad, paternidad y adopción (derechos que se han ampliado en los últimos años con el objetivo de mejorar la conciliación familiar y reducir la discriminación laboral); por permisos remunerados y licencias (que también se han incrementado); por conflictividad laboral (huelgas) y, sobre todo, por incapacidad temporal (IT), situación en la que se encuentran los trabajadores impedidos temporalmente para trabajar debido a la enfermedad común o profesional y accidente, sea o no de trabajo. La división entre el total de horas no trabajadas por motivos ocasionales y las horas pactadas efectivas da como resultado la tasa de absentismo. Las organizaciones empresariales dan por bueno ese concepto, pero no los sindicatos. "De manera maliciosa se insertan las bajas justificadas y los permisos regulados , que son derechos", critica José Manuel Zapico, secretario general de CC OO de Asturias.

La enfermedad común

"En 2023 y en lo que llevamos de 2024 hay un preocupante aumento de las ausencias, sobre todo las derivadas de enfermedad común", señala el abogado Javier Blasco, director de The Adecco Group Institut. El estudio elaborado por el centro de investigación que dirige Blasco cifra el absentismo laboral en Asturias en el primer trimestre del año en el 8,2%, pero el vinculado sólo a incapacidades temporales (IT) ya es del 6,4%, tasa que solo supera País Vasco (6,5%) y que está muy por encima de la media nacional del 5,6%.

Fuentes de la patronal FADE destacan que en 2023 se estimó "un equivalente a 12.788 trabajadores los que no acudieron a trabajar ningún día del año por IT, con un incremento cercano al 40%" con respecto a hace un lustro y "un coste directo para las empresas y un importe de las prestaciones a cargo de las mutuas que supera los 280 millones euros". Añaden que las tasas por encima del 6% que se están alcanzado en 2024 son el doble que en 2015 y superan las de la pandemia.

Desde FADE ponen el foco en la duración de las bajas y apuntan que Asturias figura entre las tres regiones con bajas más largas, con casi dos meses de duración media. "En este entorno de bajas de gran duración, crecer en el número de casos nos sitúa en una posición de mucha debilidad", destacan desde la patronal, que añaden que "quienes tienen la capacidad de decisión sobre los procesos, los sistemas sanitarios autonómicos, no asumen los costes esenciales de la prolongación de las bajas", ya que los costes de los días 4 al 15 de la baja laboral corren a cargo de las empresas, que no pueden gestionar las incapacidades por contingencias comunes. "Hay un altísimo impacto que parece preocupar solo a las empresas y entidades pagadoras. En realidad hay otros grandes preocupados: miles de trabajadores que quisieran curarse y darse de alta, y que han de padecer largos periodo de espera, por ejemplo, para ver un especialista, o tener una prueba diagnóstica que se pagaría con una ínfima parte del ese tiempo de espera", señalan desde FADE apuntando directamente hacia las listas de espera en la sanidad pública.

En el caso las patologías traumatológicas, la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) –entidad que representa los intereses de las 18 mutuas colaboradoras con la Seguridad Social– señala con datos de 2023 que en el caso de los trabajadores con bajas laborales derivadas de enfermedad común o accidente no laboral, que son atendidos por el Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA), tardaron 100,24 días de media en recuperar la salud. Por contra, los trabajadores atendidos por las mutuas tras su baja laboral derivada de accidente de trabajo o enfermedad profesional, tardaron 48,52 días de media en recuperar la salud. La diferencia son 51 días.

"Los trabajadores de baja laboral por enfermedades comunes o accidentes no laborales tardan innecesariamente por encima de un mes más en recuperar su salud y poder reincorporarse al trabajo, con las pérdidas económicas que se producen para ellos mismos, para las empresas y para la Seguridad Social", señalan desde AMAT.

FADE reclama para las mutuas un mayor papel en la atención sanitaria para agilizar los procesos y reducir el absentismo, una posibilidad que ven con reparos los sindicatos UGT y CC OO de Asturias. "Esperamos que el fin no sea hacer negocio a costa de la salud de los trabajadores", apunta José Manuel Zapico, secretario general de CC OO, que añade que "son bajas laborales y en este debate no se puede omitir la siniestralidad laboral, que las malas condiciones del trabajo aumentan los riesgos psicosociales y que se echan muchas más horas de la jornada, incluso estando de baja, por temor a perder el empleo".

Absentismo laboral por comunidades autónomas.

Absentismo laboral por comunidades autónomas. / LNE

La salud mental

"Los porqués del absentismo son de sobra conocidos", señala Javier Blasco, director de The Adecco Group Institute, que cita el entorno institucional y regulatorio (existiendo, apunta, una correlación entre la generosidad de la cobertura de bajas por enfermedad y el número de estas), los factores socioeconómicos de los empleados (incluyendo la edad, como un factor muy importante, pero también el sexo, el estado civil, la renta, el sector y el tipo de contrato), las condiciones de trabajo y, finalmente, el tamaño de la empresa (en España se observa un número mayor de bajas cuanto mayor es la empresa, mientras que en Alemania ocurre lo contrario, apunta).

No obstante, Blasco destaca que "en el último periodo de tiempo debe unirse a los clásicos la salud mental como elemento multiplicador de las ausencias. El 32% de los trabajadores en España, muy por encima de la media del resto de países, afirman que su salud mental ha empeorado en el último año". Y añade que "una de cada cuatro empresas afirman que una cuarta parte de sus trabajadores se han visto en el último año afectados por trastornos psicológicos como ansiedad, depresión o estrés postraumático".

El envejecimiento

Asturias es una de las regiones con la población más envejecida y eso se nota también en las empresas. Sin embargo, desde FADE apuntan que la edad no es la causante del crecimiento del número de bajas por contingencias comunes. Apuntan que entre 2019 y 2022, ultimo dato disponible, esas bajas crecieron sobre todo en trabajadores de entre 21 y 40 años, mientras que disminuyeron en mayores de 56 años.

El tamaño importa

Sí se constata en Asturias que cuanto mayor es la empresa mayor es la incidencia de las faltas de asistencia. En Alimerka, la compañía asturiana con más trabajadores, las tasas de absentismo eran en 2022 del 11,59% (12,37% entre mujeres y 8,88% entre hombres) y en los últimos tiempos se han incrementado. En la segunda compañía con más personal, ArcelorMittal, el absentismo se situó en el primer trimestre de este año en el 11,5%, tres puntos por encima de la media regional.

Por sectores

El caso de ArcelorMittal y Alimerka, con niveles similares, muestra que el problema del absentismo no es exclusivo de la industria, sector que tradicionalmente ha tenido mayores tasas en Asturias. El informe de The Adecco Group Institut resalta que en el primer trimestre del año la industria y los servicios registraron la misma tasa de absentismo, del 8,2%, mientras que en la construcción la tasa es más moderada, del 7%.

También es independiente de la remuneración de los trabajadores. En el sector del metal en Asturias se registraron al cierre de 2023 tasas de absentismo del 10%, según datos de la patronal Femetal, que destaca "las buenas condiciones laborales de los trabajadores del metal en Asturias, cuyos salarios crecieron el 29% en los últimos diez años y la contratación indefinida se sitúa en 84%". Una encuesta interna de Femetal reveló que el absentismo es un problema que preocupa al 52% de las empresas del sector. "No es culpa de los trabajadores, todos estamos expuestos a caer enfermos. Lo que pedimos es que se agilice la tramitación en la diagnosis y el tratamiento de las enfermedades", señaló Antonio Fernández-Escandón, presidente de Femetal, en la última asamblea de la organización.

En otros sectores han comenzado a tomar medidas de carácter económico para intentar atajar el absentismo. Es el caso de la minera Orovalle, que en su último convenio colectivo condiciona el cobro del plus variable a que el conjunto de la plantilla alcance un objetivo de horas de trabajo efectivas. En esta compañía aurífera, el tiempo trabajado también es oro.

Suscríbete para seguir leyendo