Las vacaciones comienzan en Asturias con el combustible más caro que hace un año

Los precios, los segundos más altos del país, han subido entre 4 y 6 céntimos en 12 meses, aunque están por debajo de máximos anuales

El precio de la gasolina en Asturias

El precio de la gasolina en Asturias / Archivo

El periodo vacacional de verano comienza en Asturias con los carburantes más caros que hace doce meses, aunque por debajo de los precios máximos de este año. Y aún más lejos del récord de carestía, que se alcanzó en junio de 2022, en plena crisis energética tras la invasión de Ucrania. Aun así, y como es habitual, los precios en los surtidores asturianos se mantienen como los segundos más altos de España, solo superados por los de Baleares.

La gasolina de 95 octanos, que promedia en Asturias un precio de 1,686 euros por litro, se mantiene casi trece céntimos más cara que el diésel (1,557 euros) pese a que en los últimos doce meses el encarecimiento del gasóleo (6,3 céntimos) ha sido el 50% superior al experimentado por la gasolina, que desde julio del año pasado acumula un ascenso de 4,3 céntimos. Entonces la gasolina se pagaba de media en la región a 1,643 euros y el diésel, a 1,494. Con estas cifras, llenar un depósito de 50 litros representará en este inicio de la campaña veraniega un desembolso 2,15 euros superior de lo que costó en la operación salida del año pasado para los coches de gasolina, y de 3,15 euros en los de diésel.

De no modificarse los precios del petróleo, la cotización del euro frente al dólar (la divisa en la que se paga el crudo) y los márgenes de refinerías, distribuidores y comercializadores, lo habitual es que la mayor demanda de combustibles por los desplazamientos asociados a la temporada turística eleve los precios a lo largo del verano. De hecho, los dos carburantes se abarataron desde los máximos anuales alcanzados en abril (1,754 euros la gasolina y 1,631 el gasóleo) hasta junio, a partir de cuyo momento, ya en puertas de la gran operación salida, emprendieron la trayectoria alcista en la que se han seguido moviendo en los últimos días.

El año pasado la gasolina empezó el verano en 1,643 euros y terminó a fines de septiembre en los 1,809, y el gasóleo saltó desde los 1,494 euros de fines de junio a los 1,751 en los primeros días de octubre. A partir de ambas fechas, los dos carburantes iniciaron sendas descendentes cuyo punto de inflexión fueron los prolegómenos de la navidad en el caso de la gasolina y el final de la campaña de Reyes en el caso del diésel, hitos a partir de los cuales los precios volvieron a remontar.

El precio promedio que se paga en Asturias por la gasolina es actualmente siete céntimos por litro superior a la media española y 5,4 si se excluye a Canarias, que por su especial tratamiento fiscal soporta los menores costes en hidrocarburos del país. Por el gasóleo se pagan 6,8 y 5,8 céntimos por litros más respectivamente.

Excluida Canarias, la región más barata de España es Murcia, donde la gasolina es 8,1 céntimos más económica que en Asturias y el gasóleo, 9,1.

El sector atribuye la elevada carestía en Asturias a la ausencia de oleoductos y su dependencia por ello de los transportes por barco hasta las plantas de El Musel. En la misma circunstancia se halla Baleares. Este factor insular está ampliamente compensado en Canarias por el alivio tributario del que goza este archipiélago.

Sin embargo –y como ocurre en las demás regiones– en Asturias los precios no son homogéneos. La gasolina oscila, según la gasolinera que se elija, entre los 1,509 euros de una estación "low cost" o de bajo precio y los 1,779 de la opción más cara, y el diésel se mueve entre los 1,375 y 1,659 en ambos casos.

Si se excluyen los puntos de repostaje automáticos, de cooperativas y de grandes superficies, las diferencias de precios siguen siendo notables: en las gasolineras abanderadas por grandes petroleras la gasolina fluctúa entre 1,614 y 1,779 euros, y el gasóleo, entre 1,544 y 1,669. Son diferencias de precio entre el 8% y el 10%.

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