La apuesta de la china BYD por Turquía aleja la opción de una fábrica de coches en Asturias

La empresa producirá 150.000 vehículos al año y creará 5.000 empleos en el país otomano, que sorteará los aranceles de la UE a Pekín

En el centro, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, preside la firma del acuerdo entre el ministro turco de Industria, Mehmet Fatih Kacir, y el presidente de BYD,  Wang Chuanfu, en Estambul. | Presidencia de Turquía

En el centro, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, preside la firma del acuerdo entre el ministro turco de Industria, Mehmet Fatih Kacir, y el presidente de BYD, Wang Chuanfu, en Estambul. | Presidencia de Turquía

Yago González

Yago González

La automovilística china BYD, líder mundial en ventas de vehículos eléctricos, invertirá 1.000 millones dólares en Turquía (924 millones de euros) para construir una fábrica con la que prevé producir 150.000 coches al año. Esta decisión enfría las expectativas de que el gigante chino establezca una segunda factoría en Europa (la primera se ubicará en Hungría). Asturias era uno de los territorios candidatos, y personal de la compañía llegó a explorar sobre el terreno posibles localizaciones en la Zalia.

El acuerdo se firmó el lunes en Estambul entre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan; el ministro turco de Industria y Tecnología, Mehmet Fatih Kacir, y el presidente y consejero delegado de BYD, Wang Chuanfu.

La compañía estima iniciar la producción a finales de 2026. El proyecto prevé crear unos 5.000 empleos directos e irá acompañada de un centro de investigación y desarrollo (I+D), informó el Ministerio de Industria y Tecnología turco. El pacto se ha firmado justo cuando la Unión Europea acaba de aprobar aranceles adicionales a la importación de coches eléctricos chinos, al considerar que gozan de subsidios públicos que vulneran la libre competencia. Los impuestos pueden alcanzar el 37,6%, aunque en el caso de BYD se cifran en el 17,4%.

Si bien Turquía no es miembro de la UE, el país está asociado a la unión aduanera europea, por lo que los vehículos allí fabricados no estarán sometidos a los aranceles de Bruselas. Además, Turquía tiene varios acuerdos de libre comercio con países asiáticos como Corea del Sur, Malasia o Singapur, lo que convierte a la nación otomana en un puente económico entre Europa y Asia.

Y eso no es todo. Justamente el pasado domingo (es decir, un día antes del acuerdo con BYD), entraron en vigor en Turquía aranceles adicionales del 40% para los coches chinos, tanto eléctricos como de combustión interna. Pero las tarifas no se aplicarán a las marcas chinas que fabriquen en Turquía, como hará BYD.