Comienza la formación de los parados de las zonas del carbón para que instalen renovables

Asturias necesita transformar su sistema productivo para cumplir con los objetivos de la descarbonización, pero también necesita transformar su mano de obra para adaptarla a las muevas demandas vinculadas al despliegue de renovables. El Instituto para la Transición Justa prevé poner en marcha este mes sus primeros cursos en Asturias destinados a recualificar a desempleados de las zonas donde cerraron centrales térmicas de carbón como instaladores de energía solar fotovoltaica, de energía eólica y de sistemas de eficiencia energética. Era uno de los compromisos incluidos en la Estrategia de Transición Justa aprobada hace casi un lustro y que ahora se materializa con cargo al Plan de Recuperación financiado con fondos europeos.

El Instituto para la Transición Justa, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ya organizó en Asturias a principios de este año un primer paquete de cursos centrados en colectivos de difícil empleabilidad: excedentes de las centrales térmicas de carbón de Soto de Ribera, Narcea y Lada, y parados de más de 52 años de los municipios que forman parte de los llamados convenios de transición justa del valle del Nalón, del valle de Caudal-Aboño y del Suroccidente. En estos casos los cursos eran de gestión de residuos y de inspecciones técnicas con drones y fueron impartidos en Villaviciosa y en Langreo –en el centro de formación de Hunosa– por la multinacional LHH, perteneciente al grupo de gestión de recursos humanos Adecco. Los cursos concluyeron en mayo de este año. Los iniciaron un total de 41 desempleados y los finalizaron 34. Ahora los gestores están trabajando en la inserción laboral de los alumnos, según señalaron fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica.

Esos cursos para colectivos de difícil empleabilidad forman parte del programa de formación y recolocación de la Estrategia de Transición Justa, que pretende formar e insertar en un nuevo empleo a 200 personas y que tiene como programa más destacado el de recualificación de parados de estas zonas donde cerraron térmicas de carbón para que puedan trabajar en nuevas áreas de actividad profesional en el campo de las energías verdes. En este caso es formación certificada que exige estudios reglados finalizados para acceder a ella.

"Habrá más cursos para colectivos de difícil empleabilidad y con trabajo de inserción, y en el caso del otro formato, el de la formación certificada, comenzaremos este mes" , señaló a este diario la directora del Instituto para la Transición Justa, Laura Martín Murillo.

Esos cursos de formación certificada serán en instalaciones de energía solar y energía eólica (instalador electricista, interpretación de planos y esquemas para operarios e instaladores, instalador de energía solar fotovoltaica e instalaciones de energía eólica con trabajos en altura) y en eficiencia energética.

El campo de la instalación de energías renovables y de sistemas de eficiencia cada vez demanda más personal cualificado debido a los planes públicos de apoyo que están acelerando la implantación en empresas, edificios públicos y viviendas. Además, en Asturias hay una importante presencia de empresas instaladoras y de fabricación de componentes, y proyectos en marcha para seguir creciendo como el de Exiom en las antiguas instalaciones de Vesuvius en Langreo o el de Windar en las viejas naves de Alcoa en Avilés.

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