Un apagón informático global provoca incidencias en aeropuertos, bancos y empresas de todo el mundo

De Europa a Australia pasando por Asia y Estados Unidos, el temido 'pantallazo azul de la muerte' ha sido global. Un fallo informático de Microsoft ha causado graves afectaciones en aeropuertos, líneas aéreas, bancos, instituciones gubernamentales, centros sanitarios, servicios de emergencia, medios de comunicación y supermercados a lo largo y ancho del mundo. La causa del apagón es un fallo en los sistemas operativos de Microsoft, concretamente, en la actualización de un antivirus de la empresa de ciberseguridad CrowdStrike, descartándose por completo la hipótesis de un ciberataque.

Esta proveedora de servicios para algunas de las mayores empresas del mundo como Microsoft o el fabricante de ordenadores Dell, ha puesto en marcha de inmediato "medidas de mitigación y recuperación en los sistemas y clientes afectados", y asegura que está trabajando en una nueva actualización que sustituya la que está dando problemas. No obstante, su consejero delegado, George Kurtz, ha confirmado que "se tardarán días" en recomponer la situación.

¿Qué ha pasado con Microsoft? Claves de la caída mundial y las incidencias en varios sectores

Los expertos informáticos descartan que se trate de un ciberataque y apuntan que la última actualización de controladores de Falcon contenía errores, lo que hizo colapsar de inmediato Azure, la plataforma de computación en la nube creada por Microsoft para construir, probar, desplegar y administrar aplicaciones y servicios utilizando su infraestructura global. Este cambio de configuración en los servidores de Azure ha provocado una interrupción del almacenamiento y el procesamiento de datos que ha afectado a los servicios de Microsoft 365. Mediante una pantalla azul, ordenadores de todo el mundo mostraban que los sistemas habían dejado de funcionar y que había que reiniciar los servidores.

105 vuelos cancelados en España

A partir de ahí se han desencadenado todos los problemas, con especial incidencia en los sectores aéreo, financiero y sanitario. Imágenes de aeropuertos con centenares de usuarios haciendo largas colas frente a los mostradores se han repetido, en mayor o menor medida, en plena temporada vacacional. Escenas de emisión de billetes bolígrafo en mano han soprendido no solo a usuarios, sino también al propio personal aeroportuario. Alrededor de 1.400 vuelos internacionales han sido cancelados, 105 de ellos en España, donde el caos se ha adueñado de los aeropuertos de El Prat y de Madrid-Barajas en un día en el que Aena tenía unas 7.400 operaciones en toda su red. Los retrasos se han contado por miles.

Caída global de Microsoft: ¿Qué derechos tengo si mi vuelo se retrasa o cancela?

Los problemas en los sistemas informáticos dejaron en tierra a algunas de las grandes aerolíneas mundiales, mientras los retrasos, las cancelaciones y la necesidad de recurrir a sistemas manuales están sucediéndose en la práctica totalidad de los aeropuertos de medio mundo. En Estados Unidos, por ejemplo, todos los vuelos de varias de las grandes compañías aéreas -entre ellas Delta, United y American Airlines- se quedaron en tierra. En total, cerca de 1.700 cancelaciones.

Por lo que respecta a las aerolíneas, Ryanair está registrando interrupciones en toda la red y las reservas y el 'check-in' no están disponibles. Air France avisa de interrupciones en sus operaciones aunque los vuelos que están en ruta no se ven afectados, mientras que Wizz Air alerta a los clientes para que lleguen al aeropuerto al menos tres horas antes de su vuelo de hoy. KLM indica que esta incidencia imposibilita el manejo de vuelos en plenas vacaciones de verano y que habrá que suspender en gran medida las operaciones. TAP también ha alertado a sus clientes sobre las posibles consecuencias de esta situación en el tráfico aéreo y en los aeropuertos y Eurowings también habla de retrasos y cancelaciones de vuelos.

Retrasos en la sanidad

El fallo ha complicado las primeras horas de la mañana en hospitales públicos de al menos siete comunidades (Catalunya, Aragón, Galicia, Castilla-La Mancha, La Rioja, País Vasco y Castilla y León) y algunos privados. Los centros sanitarios han sufrido retrasos en las actuaciones programadas, pero se ha mantenido la asistencia. En Catalunya, según ha podido saber El Periódico, del grupo Prensa Ibérica, los centros sanitarios afectados son el Institut Guttmann, el Hospital de Terrassa, el Hospital Sant Joan de Déu, el Hospital General de Granollers, el Banc de Sang i Teixits, el Parc Sanitari Sant Joan de Déu y el Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM), informa Beatriz Pérez.

Estos últimos se han empezado a recuperar este mediodía, igual que los aceleradores de oncología radioterápica del Institut Català d'Oncologia (ICO) y del Hospital de Terrassa, que también se vieron afectados por la incidencia pero que funcionan con normalidad desde las 12.00 horas, según Salut. También ha habido afectación parcial en los centros de atención primaria (CAP) que no son del Institut Català de la Salut (ICS).

Alteraciones en Bizum

Unas 5.000 estaciones de servicio de toda España se han visto afectadas por el fallo, que ha impedido el pago a través de tarjetas de crédito y de la app Waylet, hecho que podría haber afectado a un total de 12.000 personas. No obstante, Repsol ha asegurado que la operación y la seguridad de los complejos industriales no ha sufrido ninguna alteración. Tampoco Renfe ni las grandes compañías de infraestructuras han registrado incidencias significativas.

Los grandes bancos españoles tampoco han sufrido el impacto de forma importante, ni los pagos con tarjetas en España, según ha informado Redsys, la plataforma que sirve de intermediario en una gran parte de los pagos, incluidos online. Sin embargo, ello no ha evitado que algunos usuarios hayan tenido problemas puntuales con Bizum o con operaciones con tarjetas Visa.

A nivel global, los problemas han afectado a algunos de los principales medios de comunicación internacionales (la televisión británica Sky News ha estado unas horas sin emisión), a la Bolsa de Valores de Londres, a distintas compañías ferroviarias y al sistema informático de París 2024, en vísperas del comienzo de los Juegos Olímpicos.