No cesan los movimientos en el interior del frente independentista catalán, cuyo respaldo social, según constató el viernes un sondeo de la propia Generalitat, se desinfla a menos de tres meses de las elecciones del 27-S. Las llamadas entidades soberanista, organizadoras de las últimas y multitudinarias manifestaciones de la Diada, respondieron ayer con ambigüedad a la propuesta de integrarse en su lista que les lanzó Artur Mas.

No acaban de decidirse. Y no es de extrañar, ya que entre sus asociados hay militantes de distintos partidos; todos independentistas, pero no demasiado bien avenidos en este momento.

La Asamblea Nacional Catalana (ANC), que preside Carme Forcadell, celebró entre el viernes y ayer una consulta interna para responder a la invitación de Mas. El 96% de sus socios aprobó que la entidad "siga negociando" para obtener una unidad de acción lo suficientemente amplia como para garantizar que los comicios anticipados del 27-S "sean el plebiscito necesario para ganar la independencia".

La respuesta no es precisamente un balón de oxígeno para Mas, ya que ese abrumador porcentaje de socios de la ANC se inclina por "impulsar una propuesta electoral de la máxima transversalidad", tal como rezaba la pregunta que les fue formulada, y no por que la entidad se integre, a través de sus miembros más destacados, en la llamada "lista del president".

Es más, lo que 10.792 de los 11.239 socios de la ANC que emitieron su voto demandan es que Convergència (CDC) y ERC se pongan de acuerdo para apoyar una lista liderada por un independiente, y no que compitan para ver quién arrastra a más personalidades de la sociedad civil.

Sin embargo, para liderar esa hipotética candidatura respaldada por CDC y ERC no hay voluntarios. El presidente de la ANC, Jordi Sánchez, se autodescartó ayer mismo: "No me corresponde ni podría, como presidente de la Asamblea, hacer esta labor"

En una nota, la ANC precisó que resta escrutar unos 5.000 votos electrónicos, que se contabilizarán la próxima semana, aunque ya no modificarán el resultado.

Por su parte, la otra entidad soberanista, Òmnium Cultural, que preside Muriel Casals, propuso presentar una "lista por la independencia" para convertir las elecciones en "un plebiscito y un desafío al Estado español", una candidatura unitaria que estaría liderada por entidades soberanistas con el apoyo explícito de los partidos independentistas.

ERC afirmó que está dispuesta a estudiar la opción propuesta por Òmnium, si bien precisó que el partido se ratifica en los acuerdos del 14 de enero entre esta formación, CDC y las entidades soberanistas. Es decir, cada partido con su lista, pero con un programa y una "hoja de ruta" común por la independencia.

Más ambigua aún, CDC apoyó "cualquier dinámica" que refuerce la unidad soberanista.