Pactos en Cataluña

El reto de pactar sin conocerse antes: los negociadores de PSC y ERC rompen el hielo

Lluïsa Moret y Marta Rovira, que lideran la interlocución entre socialistas y republicanos, no tenían un relación previa y hablaron por primera vez cara a cara el mes pasado en Ginebra

La número dos del PSC, Lluïsa Moret, y la secretaria general de ERC, Marta Rovira.

La número dos del PSC, Lluïsa Moret, y la secretaria general de ERC, Marta Rovira. / JORDI OTIX

Sara González

Las relaciones personales no son suficientes para los pactos en política, pero importan. Condicionan el clima de las negociaciones para que se produzcan o, por contra, descarrilen. Especialmente cuando se trata de acuerdos complejos o se parte de posiciones antagónicas. La alianza para la investidura que pretende Salvador Illa con ERC tiene obstáculos de calado, tanto en lo que se refiere a contenidos -la financiación es el gran nudo gordiano- como a elementos de desestabilización -la crisis interna de los republicanos y la intención de Carles Puigdemontde volver a Catalunya-, pero a ello se suma que la confianza entre los líderes de los equipos negociadores está por construir.

El líder del PSC ha admitido en más de una ocasión que nunca ha hablado directamente con Puigdemont. Pero lo mismo le pasa con Marta Rovira, al frente de la decisión de los republicanos, ya que hace poco más de tres años que asumió las riendas del partido y no ha coincidido con ellos en el Parlament. Hasta ahora se había consolidado un hilo de interlocución con Pere Aragonès como jefe del Govern y con Oriol Junqueras en el ámbito de partido, pero el primero está de salida y el segundo no lleva las riendas de la decisión de ERC tras apartarse de su presidencia.

Y la número dos de los socialistas, Lluïsa Moret, que ha ido escalando en el mando del partido de la mano de Illa se reunió por primera vez cara a cara con la secretaria general de ERC en Ginebra el pasado 6 de junio sin conocerse antes. Tampoco la portavoz parlamentaria, Alícia Romero, y miembro también del equipo negociador, tiene un vínculo tejido con Rovira pese a que coincidieron durante seis años -los más agitados por el 'procés'- como diputadas. Y lo mismo sucede con el diputado Ferran Pedret. Entonces era el equipo de confianza de Miquel Iceta quien lideraba la interlocución parlamentaria. Así que socialistas y republicanos tienen por delante dos meses -ERC se ha fijado que en tan solo uno se determine si se cierra o no un preacuerdo- en los que romper el hielo va a ser un primer reto, por muy menor que parezca en comparación a la meta final.

Los rostros más familiares

En este caso, los dos rostros más familiares para el PSC son Marta Vilalta Josep Maria Jové. Son, de hecho, veteranos negociadores con los socialistas desde que Pedro Sánchezes presidente, ya que se sentaron en la misma mesa que Illa para pactar la investidura en 2019 y han formado parte de la interlocución con el PSOE para carpetas cruciales como la amnistía o los presupuestos generales. Sin embargo, Moret tampoco conocía a Jové hasta que le ha tocado negociar la investidura. Sí conoce, sin embargo, a Junqueras, que también fue alcalde de Sant Vicenç dels Horts (Baix Llobregat), ciudad cercana a Sant Boi, de la que la dirigente del PSC es alcaldesa.

La reunión en Ginebra fue un primer paso importante para que Moret y Rovira, que encabezan los dos equipos, sienten las bases que permita determinar hasta qué punto es posible -o no- una alianza. En las próximas semanas, que tanto socialistas y republicanos han ordenado que transcurran con discreción y silencio, podrían producirse nuevos encuentros en la capital suiza. Illa confía en el perfil de su número dos para lograr la cuadratura del círculo porque es una dirigente que mantiene buenos vínculos con los independentistas. De hecho, gobierna la Diputación de Barcelona con los Comuns, ERC y díscolos de Junts, una convivencia que socialistas y republicanos valoran positivamente.

Los pactos con los 'junqueristas'

Cabe decir que, más allá de Jové y Vilalta, hay otro tándem que contribuye a desbrozar el camino en el terreno de las relaciones personales: el que forman Joaquín Fernández, secretario de política municipal del PSC, y Oriol López, vicesecretario de coordinación interna de ERC y dirigente próximo a Junqueras. Ambos estrecharon lazos durante las negociaciones territoriales tras las municipales del año pasado, por lo que existe una confianza previa pese a que no sean los líderes de sus respectivas delegaciones. López fue, precisamente, quien ató con Moret el pacto en la Diputación, por lo que existe en este caso otro vínculo previo.

En ese rompecabezas de los pactos territoriales y supramunicipales se involucró el secretario de organización de los socialistas -y también negociador-, José Luis Jimeno, quien por haber ostentado cargos en el Vallès Occidental conoce al 'exconseller' y exalcalde de Sabadell Juli Fernàndez, otro de los interlocutores por parte de ERC.

Vínculos más labrados con Comuns

Más allanadas están las relaciones entre el equipo negociador de los socialistas y el de los Comuns. En buena parte porque Candela López es vicepresidenta de la Diputación de Barcelona comandada por Moret; y Lluís Mijoler es alcalde de El Prat de Llobregat, de la misma comarca que Moret. Y David Cid lleva ya seis años en el Parlament compartiendo debates y negociaciones con dirigentes como Romero y Pedret y se reunió como jefes de campaña con la número dos del PSC ante las elecciones generales de hace un año. Así que la previsión es que el acuerdo empiece, precisamente, por este flanco y que con ERC se exprima el resto del calendario.

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