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RICARDO MAIRAL | Rector de la UNED, preside en Gijón la reunión del Campus Noroeste

"La lingüística tiene un papel fundamental en la inteligencia artificial y en Ciencias de la Salud"

"El reto actual pasa por crear una Universidad basada en algoritmos, para que los estudiantes puedan acceder a un aprendizaje personalizado"

Ricardo Mairal, durante la reunión de ayer en el centro asociado de Asturias, en Gijón. MARCOS LEÓN

Ricardo Mairal es catedrático de Lengua y Lingüística Inglesa en el departamento de Filologías Extranjeras de la UNED desde 2002. Después de doctorarse en la Universidad de Zaragoza, impartió docencia en la Universidad Autónoma de Madrid durante cuatro años, desde donde se trasladó a la UNED. Su actividad docente se ha centrado en la semántica, lexicología, sintaxis y teoría lingüística. Recientemente, ha trabajado en el diseño de una base de conocimiento multifuncional en un entorno multilingüe para el desarrollo de aplicaciones en el ámbito del procesamiento del lenguaje natural y la neurolingüística, con especial atención a los aspectos clínicos. Antes de ser rector, en la UNED, ha sido director del departamento de Filologías Extranjeras, director del Centro Universitario de Idiomas a Distancia (2000-2004), Vicerrector de Investigación y Vicerrector Segundo (2013-2016) y Vicerrector de Profesorado y Planificación y Vicerrector Primero (2016-2018). Ayer presidió en Gijón la reunión anual del Campus Noroeste

- ¿Cómo han planteado la reunión de centros de la zona Noroeste?

-Hemos presentado las líneas estrategicas de la Universidad con un enfoque muy especial hacia los centros asociados. Al final los grandes proyectos no lo son por los objetivos sino porque detrás de ellos hay personas.

- ¿Cuál diría que es la principal fortaleza de la UNED?

-En el contexto actual sería impensable tener una Universidad como esta, con 72 centros en todo el territorio nacional y 13 en el exterior y que llega a todos los lugares, incluso los más remotos, para que todos los ciudadanos, independientemente de su origen, tengan acceso a la educación superior. Ese es el mejor legado que podemos dejar a nuestras generaciones.

- ¿Qué tendencias nuevas aprecian en cuanto a las preferencias del alumnado?

-Yo creo en una Universidad con una gran proyección social, que esté atenta a las demandas de la sociedad y que dé respuesta de perfiles formativos porque, además de las titulaciones tradicionales debemos buscar qué perfiles formativos necesitan nuestros futuros estudiantes, que son las personas que van a ocupar el mercado laboral y, en ese sentido, los grados dobles y titulaciones nuevas como Criminología han tenido un éxito apabullante. También existen otras propuestas en curso de evaluación o iniciativas como los microtítulos que son pequeñas combinaciones de asignaturas que te capacitan en una vía muy determinada y responden a la necesidad actual de innovación, con nuevas formas, más sugerentes para nuestros estudiantes, y para alinear nuestra oferta educativa con las necesidades del mercado laboral.

- Las últimas prácticas que han puesto en tela de juicio determinados comportamientos en la Universidad española, ¿también han pasado factura a la UNED?

-Yo creo que han hecho daño a la Universidad en general pero, por unos pocos casos que son absolutamente reprobables, no podemos generalizarlos a toda la Universidad, donde hay grandes investigadores. En la Universidad se está realizando el 60% de la investigación de nuestro país. Hay proyectos que están aportando soluciones en muchos campos con muy buenos profesionales y debemos procurar a los estudiantes que tengan todas las herramientas para llegar al saber. Esa es la gran fortaleza de la Universidad. Los casos reprobables existen pero no sería justo entenderlo algo como general.

- Usted que viene del campo de la lingüística, ¿qué opciones aprecia de mejora en ese campo cuando se demandan cada vez más habilidades humanísticas en un mundo dominado por la tecnología?

-No puedo estar más en desacuerdo en que se ponga en solfa las humanidades y que se cuestione su utilidad. En el caso de la lingüística, por ejemplo, se asocia con los idiomas y es una de las salidas pero no la única porque como lingüistas podemos hacer muchas cosas. En todo el terreno de la inteligencia artificial la lingüística es fundamental, ahí estamos aplicando lenguaje a algoritmos y cuando un robot habla antes hay que generarle una gramática. Ahí también debería haber un lingüista. Y en el terreno de las Ciencias de la Salud, una de las grandes pandemias de nuestro tiempo son las enfermedades neurodegenerativas y una de sus primeras manifestaciones es la pérdida de memoria semántica. Ahí también puede haber un lingüista. Pero lo mismo en el terreno de la ciberseguridad o la protección contra el terrorismo. Los lingüistas son fundamentales y podemos hacer mucho más allá del terreno de la comunicación donde hoy estamos viviendo un cambio a través de las redes sociales. Dicho esto, lejos de estar en crisis, las humanidades tienen hoy un papel fundamental para dar respuesta a muchos desafíos que nos está planteando la sociedad.

- ¿Cómo han cambiado el ejercicio de la comunicación las redes sociales?

-Su papel es absolutamente indiscutible. Yo mismo tenía una asignatura en la que me comunicaba con mis estudiantes a través de Twitter. Los sistemas de codificación del mensaje ahora son diferentes. Se emiten muchas opiniones y si pudiéramos tener herramientas que pudieran medir el grado de opinión sobre un determinado producto, ahí entrarían también los lingüistas en colaboración con los informáticos en lo que se denomina el análisis de sentimientos.

- ¿Hasta qué punto ha cambiado la forma de trabajar de los docente s?

-Muchísimo. El proceso de modernización pasa por adaptarse a estos canales de comunicación. Las redes sociales son una herramienta de gran alcance a la que debemos prestar atención. En la UNED está totalmente interiorizado y tenemos un papel protagonista en todo lo que tiene que ver con aplicaciones tecnológicas. Pero no debemos ser complacientes con los resultados. Se ha creado un vicerrectorado de Digitalización para evolucionar el modelo educativo actual aplicando técnicas de inteligencia artificial, para que los estudiantes puedan acceder a modelos personalizados de aprendizaje. El reto es crear una Universidad inteligente, basada en algoritmos que provienen de la inteligencia artificial para un uso inteligente de los datos.

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