La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El plan para la Feria de Muestras: venta anticipada, controles por wifi y cámaras

La Cámara presentará esta semana al Principado su proyecto, que incluye acomodadores y mantener abiertos los pabellones al mediodía

Asistentes al recinto Luis Adaro, durante la última cita de la Feria de Muestras. JULIÁN RUS

La Cámara de Comercio de Gijón está decidida a seguir adelante con la Feria Internacional de Muestras de Asturias, en una edición que será especial por la pandemia del coronavirus, para lo que presentará al Principado esta semana un plan de contingencia en el que se definirán aforos máximos tanto para el recinto ferial Luis Adaro como para cada uno de sus pabellones y las fórmulas para conseguir llevar eso a la práctica, en las que se incluyen la venta anticipada de entradas y controles en los accesos a la Feria, por sus calles y en la entrada a pabellones. El plan, según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, prevé habilitar espacios holgados para que los visitantes pudieran mantener el distanciamiento social, que es la mejor defensa para evitar la propagación del coronavirus.

Entre otras medidas, se prevén pasillos de entre 5 y 9 metros en los pabellones y galerías, para permitir las esperas en los mismos para acceder a los stands: Cada stand tendrá un punto de entrada y otro de salida y sólo podrá atender al mismo tiempo el máximo número de personas que permita guardar el distanciamiento de metro y medio.

Los controles comenzarán en la propia entrada al recinto ferial. Se exigirá la mascarilla obligatoria a todos los visitantes. Para quienes acudan incumpliendo esta norma, se les ofrecerá comprar una allí mismo, que la Cámara venderá a precio de coste.

Para intentar evitar que alguien acuda a la Feria y tenga que dar media vuelta o aguardar largo tiempo por estar agotado el aforo, las entradas se venderán de manera anticipada a través de una aplicación móvil, garantizando el acceso para ese día al recinto. Si al final no se usa, seguiría siendo válida para otro día, pero en ese caso sólo si el aforo lo permite. Con aforo completo, tocará esperar a la puerta a que vaya saliendo gente. La Cámara va a poner en marcha una aplicación móvil en la que se informará del aforo disponible en cada momento.

La venta anticipada de entradas se cerrará cada día antes de alcanzar el aforo máximo, dejando un margen para el acceso al recinto de quienes acudan con pases de honor repartidos por expositores o para quien quiera arriesgarse a pasar por taquilla. Ni Liberbank ni el Banco Sabadell-Herrero, que tradicionalmente regalaban millares de entradas gratuitas a sus clientes, lo harán este año.

Una vez dentro, se controlará el nivel de saturación de las calles del recinto ferial mediante wifi, al que no será preciso conectarse, sino que el sistema detectará el número de teléfonos móviles en cada zona. Si hay demasiados en una determinada calle, se redigirá a la gente en otras direcciones.

Además de la presencia de la Policía, la Cámara prevé incrementar el número de vigilantes de seguridad contratados, entre otras cosas para controlar el acceso a pabellones, parando a la entrada a los despistados que no se percaten de cuándo está restringido el acceso, algo que se hará notar mediante un semáforo que, en rojo, indica que hay que esperar para entrar. El control del aforo en los pabellones y galerías se haría mediante cámaras de seguridad.

Además de los vigilantes de seguridad, la Cámara ha contratado a acomodadores tras impartirles un curso de 100 horas de formación. Su función será la de ir redirigiendo a la gente en los puntos calientes en cada momento, evitando que se formen aglomeraciones o instando a ponerse la mascarilla a quienes se la quiten, entre otras cosas.

Una de las claves del resultado de la próxima Feria, en el caso de que se celebre, es lograr una afluencia escalonada de público. Para ello, tanto la Cámara, como expositores, animarán a acudir por las mañanas, tradicionalmente con mucha menor afluencia de público que por las tardes. Además, este año se mantendrá abiertos permanentemente los cuatro pabellones y la galería comercial que en ediciones anteriores cerraban a la hora de comer. El propósito es doble: Facilitar una visita escalonada a los mismos y a la vez también a los locales hosteleros del recinto ferial, que tradicionalmente se llenaban al cerrar esos pabellones. En los establecimientos hosteleros, también se respetará las distancias entre mesas.

Todas esas medidas se unen a la limpieza y desinfección del suelo varias veces al día y gel hidroalcohólico que se dispensará en zonas comunes y en cada stand. Está por ver si al Principado le parece suficiente este plan, o si plantea medidas más estrictas para que se pueda celebrar el evento. La Cámara cuenta con que el Principado desmantele el hospital de campaña montado en el Pabellón Central por el covid-19 y que no llegó a usarse. El gobierno regional ya ha advertido de que aunque lo desmantele, se exigirán a la Cámara medidas contra el coronavirus.

Compartir el artículo

stats