El nuevo hotel en el Monte de Piedad de Gijón tendrá 50 habitaciones y un restaurante

"Es un edificio interesante que pasaba desapercibido", defiende la promotora, que espera comenzar la reforma del inmueble este año

Aspecto actual del edificio de Monte de Piedad. | Juan Plaza

Aspecto actual del edificio de Monte de Piedad. | Juan Plaza / S. F. Lombardía

El histórico edificio del Monte de Piedad de la calle Instituto se reconvertirá, respetando todo lo posible la esencia del edificio, en un hotel de tipo "boutique" que, se calcula, acogerá unas 50 habitaciones y dejará liberadas su planta baja y la del sótano para habilitar un nuevo negocio de hostelería. Esta es, al menos, la visión que tiene en mente la constructora Los Campos, promotora del proyecto, que empieza ahora a trabajar en su hoja de ruta tras formalizar ayer la compra del edificio a su hasta ahora propietaria, la entidad bancaria Unicaja. "Es un edificio muy singular, pero hasta ahora pasaba bastante desapercibido y era una pena. Este tipo de proyectos son más laboriosos, pero muy gratificantes", se felicitó Juan Silvestre, presidente de la constructora, que se da ahora unos meses de margen para consensuar un proyecto arquitectónico detallado y estudiar cómo se encuentra el edificio. Si todo va bien, se pretende poder empezar la obra antes de que acabe el año, aunque desde Los Campos adelantan que no quieren darse prisa para poner en marcha el complejo y que, al contrario, aspiran a que la remodelación sea "quirúrgica", comprobando paso a paso qué partes del edificio, por su historia, pueden aprovecharse para darle un carácter más único al futuro hotel.

Las conversaciones entre la constructora y la entidad bancaria comenzaron a finales del pasado verano y fueron avanzando con calma. Desde la promotora explican que el edificio les resultaba "interesante" desde hacía un tiempo, pero admiten que en este sector hay muchas ofertas y negociaciones que no acaban llegando a puerto y que por eso habían preferido mantener un perfil bajo. "El edificio nos gustaba y es verdad que, para crear un hotel, no quedaban tantos edificios en la zona centro que te permitan poner algo así en marcha. El espacio brinda una buena oportunidad", señala Silvestre, que confía en que el modelo de negocio se integre con facilidad en la Ruta de los Vinos.

El concepto de hotel "boutique" implica, a grandes rasgos, apostar por un modelo de estancia basado en la experiencia. Se prefieren inmuebles con un número de habitaciones a la baja y que cuenten con alguna singularidad arquitectónica que les permita distinguirse. La constructora, de hecho, tomará en parte como modelo El Môderne, el céntrico hotel de Marqués de San Esteban, inaugurado en 2019, y cuya puesta en marcha supuso el primer ensayo de este tipo de alojamiento en la ciudad. El proyecto lo lideró también la misma constructora, que reconoce que aprovecharán la "experiencia" de El Môderne para esta nueva iniciativa.

El cambio sustancial respecto al inmueble de Marqués de San Esteban pasará por apostar más por el espacio hostelero, que en el caso del Monte de Piedad tendrá dos plantas para aprovechar "el buen eje de comercios y restaurantes" que ya existe en la zona, considerada la principal arteria hostelera de la zona centro.

Lo "singular" del edificio Monte de Piedad no se quiere destruir porque se pretende que sea uno de los principales atractivos para los futuros clientes. Y, en la reforma interior, y aunque el proyecto tiene todavía que detallarse, la constructora ya sabe que no podrá trabajar con la libertad que le daría construir desde cero. "Cuando haces un hotel nuevo, los estudios de reforma son más fáciles porque puedes hacerlo todo de manera ideal. Eso es, técnicamente, lo ideal para una obra. En este caso, al hablar de una rehabilitación, lo que tenemos que hacer es adaptarnos a espacios que ya existen y hacer una reforma de cirugía, estancia por estancia, y asegurarse de qué partes del edificio es necesario reforzar", aclara Silvestre. Esa misma idea de obra "quirúrgica" fue la que se realizó en El Môderne –y a buena parte de los hoteles de tipo "boutique", que suelen aprovecharse de edificios con cierta historia– y lo que permite dar con un tipo de alojamientos diferentes a la de las cadenas hoteleras. En el Monte de Piedad, por esta forma de trabajar, el medio centenar de habitaciones no serán todas iguales entre sí, y eso permitirá "jugar" con el atractivo particular de algunas de ellas.

Los Campos encara ahora una hoja de ruta cuyos tiempos marcará el propio edificio. Por ahora, se espera cerrar pronto el "fichaje" de un estudio de arquitectura que permita afinar el proyecto y comprobar "in situ" las necesidades del inmueble. Se espera, también, elaborar un diseño de interiores que permita darle una esencia particular al negocio. "Aún tenemos que decidir qué aire queremos darle", concreta el responsable, que sí reconoce que el proyecto resulta "ilusionante" para todo el equipo. "Este tipo de trabajos nos obliga a cuidar mucho de cada detalle y la contratación de personal es siempre muy compleja, pero cuando terminan son siempre muy gratificantes", confiesa.

El Monte de Piedad es uno de los inmuebles más emblemáticos de la zona centro de la ciudad y el principal exponente del Art Decó racionalista. Se inauguró a mediados del siglo pasado bajo el diseño de José Avelino Díaz Fernández-Omaña, el mismo arquitecto que imaginó la Escalerona, la reforma del Muro de 1952 y la comisaría de la Policía Local de la calle San José, que originalmente albergó la sede del parque de bomberos de la ciudad. Por ahora, no parece que en su interior existan decorados y restos arquitectónicos de gran valor, pero su reforma sí implicará un estudio previo de la propia historia del edificio para tratar de "homenajear" la visión original que había proyectado su diseñador. "Eso es lo que le va a otorgar carácter", defiende Silvestre.

Desde sus inicios, el complejo se había creado como sede del Monte de Piedad –la entidad de empeño de joyas como vía de préstamo– y como bloque de viviendas, un detalle que explica que aún hoy el edificio mantenga sus dos entradas. El cierre de los antiguos centros de pensionistas de Cajastur, un proceso iniciado en 2014, dejó el complejo sin su principal uso público. Y tras la fusión de Liberbank con Unicaja Banco en 2021 esta última era ya la única propietaria del inmueble. El Monte de Piedad de Oviedo también se vendió, en pandemia, a una promotora privada que proyectaba, también –no ha habido novedades recientes–, construir un hotel.

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