La historia de "El Presi", una estrella de la canción asturiana que acabó censurado por el franquismo y engañado por las discográficas

José González Cristóbal, adorado por sus seguidores, triunfó en los espectáculo de la región y en los escenarios de América

José González Cristóbal, «El Presi».

José González Cristóbal, «El Presi». / l Félix Martín

Félix Martín

Félix Martín

Muchos asturianos consideran que el apodo de "El Presi" procede de haber sufrido los rigores de la cárcel. Nada de esto. Cuando el guaje Pepe González jugaba en el gijonés Bº del Carmen decidió, junto a su pandilla de amigos, formar un equipo de fútbol. Uno de ellos pasó a ser el capitán del grupo ("El Capi"); otro, el secretario ("El Secre"). Nuestro personaje, defensa lateral izquierdo, decidió ser el presidente, es decir, "El Presi. ". Lo fue toda la vida.

De niño, José González Cristóbal (Gijón 1908-1983) fue solista del Coro del Colegio La Salle, al poco tiempo, del Coro Jovellanos, y con algo más de 16 años componente del grupo de música moderna "Los Pamperos". ¿De música moderna? Sí, de la música hispanoamericana que llegaba sobre todo a través del cine y la radio (boleros, rancheras y tangos). También perteneció al "Trío Caxigalinas" que cantaba canciones populares asturianas. Pepe González tuvo tiempo a cursar el Bachillerato e iniciar los estudios de Comercio en Oviedo, obteniendo el grado de Sargento Provisional que otorgaba el ejército a algunos bachilleres, por la necesidad de cubrir los mandos intermedios del llamado bando nacional.

A partir de 1926 la radio se convierte en la gran atracción del espectáculo musical en Asturias, y "El Presi", su mayor estrella. Su padre, militar de profesión, había vivido en Granada, lo que ha sido interpretado por algunos como la inducción a los aires flamencos del artista. Sin embargo, basta recordar que de las 500 canciones recopiladas por Martínez Torner, 56 son de origen andaluz; que Manuel de Falla en 1902 se inspiró en el Cancionero Asturiano de José Hurtado para crear la zarzuela "Limosna de amor"; que el primer disco de canción asturiana fue grabado en 1904 por un andaluz, "El Mochuelo"; y que varios palos andaluces tienen origen asturiano, como La farruca o La praviana. El gran musicólogo Adolfo Salazar certifica la hermandad entre el flamenco y la tonada asturiana por sus afinidades melismáticas, imposibles en ambos casos de pautar en el pentagrama y "El Presi", por tanto, nada tenía que justificar para cantar aflamencado.

Las agrupaciones del teatro de Asturias, desde 1933 comenzaron a rifarse a "El Presi". Primero la Compañía Asturiana de Comedias; después la Compañía de Felipe Villa, la de Antonio Medio, la de Aurora Sánchez y, por último, la Compañía de Eladio Verde. En estos espectáculos, tan del agrado del público asturiano por su identificación emocional con los argumentos, "El Presi" fue actor secundario, galán, apuntador, regidor, declamador, cantante estrella, o concertista.

Desde agosto de 1936, iniciada la Guerra Civil Española, participó en conciertos en pro de diferentes colectivos, organizados a partir de la contienda bélica. Milicianos, huérfanos, o viudas fueron el objeto de estas funciones benéficas que se convirtieron en habituales y cuya organización corrió a cargo del "Socorro Rojo Internacional", de diferentes casas del pueblo o de los hospitales de sangre. En ocasiones, como la de Torrelavega, Cantabria, en 1937, incluso, auspiciadas por el Partido Comunista.

Expediente procesal del recluso José González Cristobal "el Presi"

Expediente procesal del recluso José González Cristobal "el Presi" / .

Estas actuaciones, en las que "El Presi" era imprescindible para el reclamo del público, suponían en sí mismas el señalamiento de un nuevo compromiso político que, a partir de este momento y durante la guerra, suscribirán algunas compañías artísticas en pro de la causa republicana. "El Presi" quedó "fichado" por el bando franquista, que no habría de perdonarle su compromiso (sólo lo era artístico, sólo), con los colectivos republicanos referidos.

Compaginaba con un empleo de oficinista en su Gijón del alma sus actuaciones de aire flamenco, de canción asturiana o de actor, de modo intermitente.

Nada de esto fue suficiente para librarse de sus "delitos". El 8 de octubre de 1938, "El Presi" fue apresado por la Guardia Civil y puesto a disposición de la Comandancia Militar de Gijón. El motivo aducido: "la actuación de dicho sargento durante el período rojo en esta Plaza". Fue puesto en libertad nueve días después. Los "delitos" de "El Presi" no debían de ser muy graves. Nunca aludió a este capítulo ni mucho menos a sus credos políticos en todas las entrevistas a lo largo de su vida. El escenario, y no la política, fue siempre y únicamente, su dedicación en vida.

"El Presi" fue de nuevo perseguido, pero en este caso por la discográfica Columbia, que después de dos años pisándole los talones, acabó por convencerlo (1942), de la necesidad de grabar su primer disco, no sin que el propio artista propusiese una renovación en el estilo, con el acompañamiento guitarrístico: "Dicen que murió el raposu", "Xilguerín parleru", "La mariñana", "Viva la xente minera", "A la salida del Sella" y "Debaxu el campanario", fueron sus títulos.

Continuó formándose con maestros como Arturo Rubiera (abuelo del gran ciclista internacional gijonés Chechu Rubiera), Silvino Antuña (el sastre de Sotrondio), Modesto González Cobas, principalmente, y teniendo como compositores a Falo Moro, León Delestal, Obaya o Burgos.

América le esperaba con los brazos abiertos y lo que iba a ser una gira de 15 días en La Habana, se convirtió en una estancia de 14 años en la que recorrió las principales plazas de Hispanoamérica y Florida (EE.UU), siempre con la capital mejicana como centro de residencia. En México "El Presi" compaginó la música con un puesto de relaciones públicas de una marca de camisas, otro detalle que el artista prefirió omitir siempre.

Un año después de su llegada a América, tuvo otro encontronazo con la censura franquista, en este caso, de la Dirección General de Radiodifusión del Ministerio de Información y Turismo, que envió una circular a todas las emisoras de radio: "A partir de esta fecha queda prohibida la radiación de la canción “Clavel encarnau”, en cualquier interpretación de la misma, y de manera muy concreta en el disco grabado por José González Presi".

En 1971 el artista regresó a Gijón definitivamente convertido en un gran showman: "Pumarín parece Wall Street", declaró a su llegada. Tenía 63 años. Lejos de jubilarse, renovó su compromiso con el teatro asturiano; emprendió una nueva gira por centro Europa; fue nombrado director artístico del Museo del Pueblo de Asturias, apadrinó a jóvenes intérpretes; participó de estrella en el cortometraje, "Historia de una botella" y siguió grabando discos. Este es uno de los capítulos más controvertidos y fabulados en la prensa, teniendo en cuenta que ni él supo nunca el número de discos publicados. Las discográficas le hicieron trampa: después de maratonianas sesiones de grabación, nunca le rindieron cuentas justamente. Grabó unos 200 discos combinando 167 canciones diferentes. Salvando las distancias y un poco como le ocurre a Carlos Gardel, "El Presi" cada día, canta mejor.

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