Los dos hombres fallecidos en la Casa Sindical de Gijón "habían mezclado pastillas de metadona y cerveza; pudo ser por eso"

"Llevaban todo el día sin moverse, llamé a Emergencias pero no hubo nada que hacer; eran buena gente", relata un habitual del atrio de Sanz Crespo

La furgoneta de los servicios funerarios, tras el levantamiento de los cadáveres.

La furgoneta de los servicios funerarios, tras el levantamiento de los cadáveres.

"Llevaban sin moverse en todo el día. Dije en broma: ‘Estos están muertos’. Me acerqué, les levanté la manta y estaban pálidos y no reaccionaban. Entonces llamé a Emergencias, pero no hubo nada que hacer". Ese es el lacónico relato que hacía ayer el hombre que halló dos cadáveres en el atrio de la Casa Sindical de Gijón. Se trata de dos hombres de 33 y 38 años, uno de Gijón y otro de Córdoba, que llevaban "tres o cuatro días" pasando la noche cobijados en el atrio del edificio de Sanz Crespo. "Habían mezclado pastillas de metadona y cerveza. Puede que fuese por eso. Eran muy majos, muy buena gente, pero es que la calle es lo que tiene, es muy jodida", explicaba la misma persona a las ocho y cuarto de la tarde, solo unos instantes después de que el juez decretase el levantamiento de los cadáveres y ordenase su traslado al Instituto de Medicina Legal de Asturias para practicarles la autopsia.

La llamada del hombre, también sin hogar y habitual del refugio en el que se convierte por las noches el alero de la Casa Sindical, movilizó a efectivos de la Policía Nacional y los servicios de emergencia. También del personal del centro de salud de Puerta de la Villa, que nada pudieron hacer por salvarles la vida. "Eran buena gente, no se metían con nadie. A veces andaban por el Albergue Covadonga y, ahora, estos últimos días, estaban aquí", relató la misma persona, en compañía de otros dos hombres que también habían presenciado lo ocurrido. "Yo dormí justo al lado de ellos, pero no sentí nada. Si no igual pudiese haberles salvado", apostilló.

Ambos, sentados en las escaleras de la Casa Sindical, afirmaban también que en los últimos días esa zona estaba más concurrida de lo habitual por la noche. "De normal aquí estamos tres o cuatro personas. Ayer (por la noche del martes al miércoles) éramos ocho", recordaron, sobre una situación que achacaban a las condiciones meteorológicas de los últimos días. "Con la lluvia la gente busca refugio, y muchos vienen aquí", apostilló.

A nueve elevaban en las oficinas de la Corriente Sindical de Izquierdas, la CSI, el número de personas sin hogar que pasaron la noche del martes al miércoles a las puertas de la Casa Sindical. "Cada equis semanas intentamos hacer limpieza, porque esto se convierte en un foco de insalubridad", explicaban. De hecho, la situación es tal que afirman que Nacho Fuster, secretario general de la CSI, pedirá una reunión con la alcaldesa, Carmen Moriyón, para tratar de atajar esta problemática.

La Casa Sindical es una de las "paradas habituales" de las personas sin hogar de Gijón. Forma parte de lo que se conoce como el ciclo de la calle: pasan los días que están permitidos en el albergue y de ahí regresan a la calle. Además de la Casa Sindical, también son lugares habituales el viaducto de Carlos Marx o la playa de vías.