La avenida de Torcuato Fernández-Miranda en Gijón se llena de semáforos: así opinan peatones y conductores

La instalación de semáforos en la avenida arranca entre aplausos y recelos vecinales: "Es buena idea; por aquí hay mucho tráfico"

Las vallas, furgonetas, cintas y señales se adueñan estos días de la avenida de Torcuato Fernández-Miranda, inmersa ya en el plan municipal para mejorar la seguridad en las vías con dos carriles y 50 kilómetros por hora como límite de velocidad. Varios semáforos serán los nuevos inquilinos, ubicándose en los cruces con Pintor Marola, Carreño Miranda, Pintor Martínez Abades y París. Uno de ellos ya se deja ver junto al hotel Zentral Rey Pelayo, si bien aún no se encuentra en funcionamiento. Las primeras sensaciones son dispares entre habituales de la zona. Mientras unos aplauden la medida para mitigar la peligrosidad, otros alegan que el tráfico no es tan intenso como para instalar los dispositivos.

En el primer grupo se sitúa el matrimonio formado por Hortibe Díaz-Faes y José Manuel Laso, que acostumbra a pasear por la avenida y para el que los semáforos serán un elemento disuasorio. "Hay coches que van a toda pastilla", afea Díaz-Faes, que apunta que es importante garantizar la seguridad en una calle donde está, por ejemplo, el centro de salud Parque-Somió. "Me parece justo que los pongan, es una idea muy buena", afirma Hortibe Díaz-Faes, que considera "un riesgo" para los peatones la situación tal y como está actualmente. En ese sentido, subraya que los semáforos ayudarán, pese a que "en muchos casos la velocidad no se va a aminorar". Por su parte, José Manuel Laso aboga por "respetar" los pasos de peatones y remarca que los semáforos no son un capricho. "Hay mucho tráfico por esta avenida", dice.

Ángel Dos Santos, delante de un semáforo aún por activar, en la avenida de Torcuato Fernández-Miranda. | Marcos León

José Antonio Seijas, cruzando un paso de peatones. / Marcos León

A José Antonio Seijas, magistrado jubilado del Tribunal Supremo, le gusta dar una vuelta por Torcuato Fernández-Miranda. Si puede evitar el coche en Gijón, lo hace. A su juicio, la citada avenida "cada vez tiene más circulación, velocidad y riesgo", asegura. "Es una medida razonable, creo que los pasos de peatones no cubren las necesidades", sostiene Seijas, para el que lo mejor, antes que lamentar accidentes, es la "prevención". "No soy técnico, pero los semáforos ayudarán", incide.

José Manuel Laso y Hortibe Díaz-Faes, en la avenida.

José Manuel Laso y Hortibe Díaz-Faes, en la avenida. / S. G.

En el otro lado de la balanza está Ángel Dos Santos, que durante más de tres décadas fue taxista. De conducir por Torcuato Fernández-Miranda sabe un rato. "No hace falta ningún semáforo aquí, no lo veo el sitio adecuado porque por lo general no hay mucho movimiento", señala. María Álvarez, por su parte, circula a diario a bordo de su bicicleta, desde la avenida de Castilla en dirección a la carretera de Villaviciosa, donde reside. Sobre la implementación de semáforos, proclama que lo ve "innecesario". Lo que sí reivindica es una mayor conciencia de los vehículos motorizados con los ciclistas. "No se respeta la distancia de seguridad", reprocha. Rubén del Canto, gerente de Construcciones y Reformas Logan, se afanaba ayer en que avanzaran los trabajos, cuyo plazo de ejecución va hasta el mes de noviembre. Un plan de semaforización de la concejalía de Tráfico, Movilidad y Transporte Público, liderada por el forista Pelayo Barcia, para "mejorar la convivencia entre vehículos a motor, ciclistas y peatones.

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