Más de un siglo de imágenes de la Basílica del Sagrado Corazón de Gijón: así es el nuevo libro del historiador Héctor Blanco

"Se trata de una de las piezas arquitectónicas esenciales de la ciudad y tiene muchas peculiaridades", destaca el autor de la fotobiografía del templo

Héctor Blanco, con su libro, ayer, en la caseta de la Fundación Alvargonzález.

Héctor Blanco, con su libro, ayer, en la caseta de la Fundación Alvargonzález. / Juan Plaza

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Una publicación con 115 imágenes, en la que se reproducen fotos y documentos de archivos y bibliotecas de Alcalá de Henares, Barcelona, Burgos, Gijón, Madrid y Mallorca. El historiador y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA Héctor Blanco acaba de publicar el libro "Basílica del Sagrado Corazón de Jesús en Gijón. Fotobiografía arquitectónica". Un trabajo editado por la Fundación Alvargonzález, que se puede adquirir en la caseta de la institución en el paseo de Begoña, y que además se presentará esta tarde a las 19.00 horas en la Escuela de Comercio, en un acto paralelo a la Feria del Libro, que en este caso está organizado por el Ateneo Jovellanos.

El libro surgió a raíz de que Blanco participase en una charla sobre la historia de la Basílica. "Preparando la proyección vi que había material gráfico interesante, y que hay fotos muy conocidas y repetidas, pero aparecieron ahí imágenes interesantes e inéditas, lo más reseñable de todo ello era que había un reportaje fotográfico hecho por Julio Peinado, encargado por la Compañía de Jesús cuando la iglesia estaba casi terminada", rememora Blanco. "Había una masa crítica que daba juego, para hacer algo con ese punto de vista de fotobiografía, que no es tan frecuente para la historia de un edificio, sino porque se ponen más para las personas,", añade a continuación, para subrayar también que ha conseguido con esta publicación "tener una visión de conjunto", ya que abarca desde la imagen más antigua, datada aproximadamente en 1911.

"Es un siglo largo de recopilación fotográfica. Con esa visión gráfica en imagen, de la evolución y la solución final. Te permite tener una idea muy completa de todos los elementos que inciden en que el edificio que hoy visitamos sea como es", enfatiza.

"La obra arquitectónica es mejor que el planteamiento inicial, eso sucede poco", afirma

La Basílica del Sagrado de Corazón, de la que se cumplió recientemente el centenario desde el fin de su construcción, es a juicio de Héctor Blanco "una de las piezas arquitectónicas esenciales de la ciudad, y que tiene además muchas peculiaridades".

El historiador se detiene en tres concretas. "La primera, que se da muy pocas veces en una obra arquitectónica, es que la obra realizada es mejor que el planteamiento inicial. Suele pasar que un proyecto muy bueno luego acaba con algo de una entidad menor. Pero aquí la idea fue algo mediocre y se consiguió construir un edificio singular", cuenta Blanco antes de seguir con otro punto. "La segunda es que es una obra que se puede terminar y completar en su conjunto. En el año 1924, cuando se consagra, estaba hecho todo, desde la estructura del inmueble en sí hasta los detalles de decoración, mobiliario y demás", analiza. Y cierra con el tercer aspecto que considera reseñable: "Está la cuestión de la solución técnica. Estamos hablando de una obra que se construye con métodos muy tradicionales. Es la última gran construcción de una iglesia o un templo en Gijón, partiendo únicamente del uso de ladrillo y piedra. Y en eso se incluye la novedad técnica del uso de los arcos parabólicos, que es lo que introduce Joan Rubio y que es lo que aporta el modernismo catalán a esta obra para poder llevarla a cabo, porque si no hubiera sido imposible construir una iglesia de ese tamaño en un solar tan estrecho".

Un siglo después de su construcción, para Héctor Blanco la Basílica del Sagrado Corazón "se encuentra en unas condiciones buenas", una situación que achaca a la intervención de principios de siglo de cimentación y rehabilitación de la estructura. "Ahora lo que queda es una labor de mantenimiento constante, de fachada, vidrieras, pintura o cubiertas. Lo que queda por hacer es acabar de completar la restauración del resto del edificio que quedó pendiente en 2009, como limpiar las fachadas laterales o la residencia. O descubrir los zócalos originales del templo", concluye Blanco.