Crónicas gijonesas: así funcionaba el servicio de carruaje de la villa de Gijón de hace 125 años

Obligaba a los conductores a vestir de americana y al ganado contar con bocado y las correspondientes guarniciones

Crónicas gijonesas

Crónicas gijonesas

Luis Miguel Piñera

Luis Miguel Piñera

"Coches de punto" porque se estacionaban en espera de clientes en un lugar fijo, en "un punto". Para ser conductor había que tener más de 18 y acreditar buena conducta. ¿El uniforme? Americana gris, camisa blanca "obligatoriamente muy limpia", pantalón gris también con una línea roja en los laterales, y gorra de plato con charol y en ella el número del carruaje.

En el interior del coche obligado siempre un manual con las tarifas. "Cuando los carruajes estén desocupados tendrán en la parte izquierda un tarjetón con la inscripción "Se alquila" cuidando de bajarle cuando esté ocupado aquel". Los conductores tenían la consiguiente licencia que solicitaban al señor alcalde. "El ganado destinado al arrastre llevará siempre bocado con las correspondientes guarniciones". Si llevaban un caballo sólo podían llevar tres pasajeros, si tenían dos caballos, como máximo, seis personas.

Todo ello –y más– en el "Reglamento para el servicio de carruaje de punto de la villa de Gijón (14 de julio de 1899)", consultable en la Biblioteca Digital del Principado de Asturias. Ahora se cumplen los 125 años.

Es curioso el artículo nueve donde se obliga al cochero a recoger cualquier pasajero salvo a los borrachos o "viajeros que por su falta de aseo puedan manchar el coche" y desde luego se prohibía llevar en los coches de punto cadáveres al cementerio ni personas que tuviesen enfermedades contagiosas "visibles". En el pescante podían ir los bultos pero bien acondicionados, "que no sobresalgan del pescante".

Los coches de punto no podían salir del "radio de Gijón". Por una parte el límite era la Cruz de Ceares, por otra el puente del Natahoyo y por otra el barrio de El Frontón. Los "puntos" fijos de parada eran varios pero algunos en lugares como las estaciones de ferrocarriles, la plaza de toros y los teatros, y los conductores "llevarán el camino más corto o más fácil a juicio del cochero. El servicio comenzaba a las seis de la mañana y terminaba a las doce horas y diez minutos de la noche".

Sabemos los "coches de punto" que había en Gijón en ese año de 1899 y eso gracias a la publicación "Gijón y la Exposición de 1899", nueve coches de punto había en la ciudad. Los "puntos" donde se estacionaban eran estos: Corrida esquina con Munuza, junto al kiosco del inicio de la calle de Los Moros, Corrida frente a la sociedad "La Peña", Munuza frente al comercio de Francisco García, Corrida esquina con Langreo, Trinidad frente al café Suizo, San Bernardo con Jovellanos, Corrida frente al comercio de Manuel Menéndez y Carmen esquina a Corrida. En este último caso tengamos en cuenta que la plaza del Carmen no existía como hoy la vemos. Por la noche –a partir de la una de madrugada– solamente había dos paradas.

Los precios. Dentro de la ciudad una peseta, y si era para una aldea dos pesetas. Esos coches eran "berlinas" (cuatro plazas) y "milores" de dos asientos. Además de esos coches de punto funcionaba en aquel año una diligencia diaria a Villaviciosa, Colunga y Ribadesella (ida siete de la mañana, regreso de Ribadesella a las dos de la tarde), y otra a Veriña, Candás y Luanco. Ida a Luanco dos pesetas y media.

¿Los coches de punto origen de los taxis? Pues sí. ¿Desde cuándo hay taxis en Gijón? Desde el verano del año 1924 es la respuesta, desde hace ahora un siglo. El periodista Alfredo García "Adeflor" envía a "El Comercio" en junio de 1912 una crónica, desde París, que empieza así: "Hace varios días que estoy en París, y aún no he subido a la torre Eiffel, ni entrado en el museo Grevin, no he ido al Infierno ni a la Gloria, no sentí curiosidad por ver a las grisetas del Barrio Latino colgadas del brazo de los estudiantes y de los artistas que fuman en largas pipas…".

Y sigue Adeflor: "El taxi es la primera necesidad de París. Sin el taxi todo se paraliza. Nos asusta, nos aterra, el número de automóviles de alquiler que a diario circulan, no ya por los bulevares y calles sino también por avenidas tan colosales y espléndidas como las de los Campos Eliseos y Bosque de Boulogne".

Doce años más tarde. Martes 12 de agosto de 1924. Empiezan a circular los taxis por Gijón, "…autos con taxímetro, a precios razonables pues cobrándose el kilómetro a ochenta céntimos cualquier servicio de esta índole resultará, como en otras partes, muy al alcance de todos. Será muy del agrado del público y en especial de los forasteros acostumbrados en Madrid y otras poblaciones a pagar las carreras al precio que marque el mismo coche. Hoy es un taxi, y mañana serán más que todo es cuestión de empezar".

Retrato de Gijón

Carne de toro.

Carne de toro. / Lne

Carne de toro

El Mercado del Sur, la Plaza del Sur, se inauguró en el año 1899 cuando esa zona era verdaderamente el sur de la ciudad. La imagen, a las doce y media de una mañana, nos muestra la entrada principal al mercado por la plaza del Seis de Agosto, que es muy parecida a la entrada que mira al sur. En esta entrada hay reloj, en la otra no. Mitad de agosto por el atavío de la gente y por lo de lo de "Carne de Toro" que vemos en la fachada. Con seguridad en la primera posguerra por las alusiones en vertical al antepenúltimo Jefe de Estado. No eran raros en aquel Gijón los carritos para inválidos como el que vemos, y las bicicletas.

Suscríbete para seguir leyendo