Manuel Jabois: "El periodista que llevo dentro sabotea muchas veces al novelista"

"No hay nada más bonito para un autor que la gente le atienda, que no es lo mismo que le aplaudan", destaca el escritor gallego

Manuel Jabois, ayer, durante su charla con Verónica García-Peña en el Antiguo Instituto. | Juan Plaza

Manuel Jabois, ayer, durante su charla con Verónica García-Peña en el Antiguo Instituto. | Juan Plaza

Pablo Antuña

Pablo Antuña

"Tiendo mucho al aburrimiento y al desencanto, a dejar las cosas al cuarto día. Si fuera futbolista de Primera al quinto partido me cansaría, pero eso no me ha pasado con el periodismo". Manuel Jabois, en su doble condición de escritor y periodista, participó en un encuentro con Verónica García-Peña en la Feria del Libro de Gijón, en la que abordó temas relacionados con el periodismo y la literatura, y sus libros "Mirafiori" y "Nos vemos en otra vida". "No voy a decir que ha aumentado mi pasión por el periodismo, pero sí que cada día que escribo en el periódico es una fiesta", recalcó.

Jabois recordó sus inicios en la prensa local en Galicia, con 18 años, en un momento de crisis existencial. "Escribir en los periódicos es algo con lo que soñaba desde pequeño. Estaba perdido en mi vida, y con 18 años me apareció la oportunidad, y fue algo que le dio sentido", destacó.

Ese flechazo, con la prensa, fue el primero que recordó durante un coloquio muy concurrido, que hizo que se llenase el patio del Antiguo Instituto, con largas colas antes del inicio para no quedarse fuera por falta de aforo. Jabois también se detuvo a analizar cómo la escritura de ficción le sirvió también en otra etapa para darle aire. "A los 40 años, por una cosa generacional, o me divorciaba, o compraba un descapotable o me apuntaba al gimnasio. Pero empecé a escribir novelas", señaló, antes de explicar también que ha sabido distinguir ambos formatos. "He dejado en las tres novelas que he escrito más autobiografía que lo que he escrito en todos mis artículos. Ahí fue donde volqué experiencias auténticas que me habían pasado en mi vida", recalcó.

El escritor gallego también contó, centrado ya en esa parte de las novelas, cuál es la parte que más le llena: "Es la construcción de los personajes. Es un cliché, pero me hacen mucha compañía, quizás es algo que tiene que ver con la madurez. A veces escribo 40 páginas de un personaje, y aunque no las meto en la novela, me hacen compañía".

Jabois reconoció que a veces ambos mundos se entrelazan, hasta el punto de llegar a un extremo: "El periodista que llevó dentro a veces sabotea al novelista. Escribo algo y de repente me salen columnas". Y con esa idea enfatizó en lo que consideró una de las tareas que mejor se le dan: "El trabajo del escritor es escribir cinco horas y pensar que solo sea media hora. Tengo días buenos y malos escribiendo, pero sí que borro y ajusto muy bien. Soy muy buen editor. Soy muy bueno escribiendo en bruto y tengo esa capacidad de eliminar 3.000 o 5.000 palabras para una entrevista o para un relato".

Confesó Jabois también que uno de los riesgos de escribir es no pasarse límites, que en el caso del periodismo dejó claros, en torno al rigor y la verdad. Mientras que en la ficción estableció la importancia de no ser protagonista. "No hay nada más bonito para un autor que la gente le atienda, que no es lo mismo que le aplaudan. Porque el autor tiende a querer aparecer de repente en su historia", comentó, antes de subrayar un ejemplo de cuando era más joven: "Cuando peor he escrito es cuando estaba empezando y más quería escribir bien. Utilizar por ejemplo una palabra que no conoces por gustarte. Lo que haces es sacar a la gente de la historia". Y zanjó ese apartado: "Lo interesante es que la persona que cuenta esa historia no esté dentro".

Jabois también recordó que la responsabilidad no es la misma para el periodista y el novelista: "El escritor puede jugar con hechos que son reales, pero el material con el trabajo un periodista es delicado. Porque los errores del periodismo se pagan muy caros. Por eso me asombra que pasen de forma tan descaradas mentiras y manipulaciones".