La reforma del parque Electra en El Llano, en riesgo por la oposición de un grupo ecologista

La concejalía de Medio Ambiente organizará esta semana una reunión con los vecinos para conocer su postura: "No buscamos crear división"

El parque, tras la remodelación.

El parque, tras la remodelación. / Ángel González

Pablo Palomo

Pablo Palomo

La ansiada reforma del parque de la calle Electra podría no llegar a ejecutarse. La concejalía de Medio Ambiente sopesa cancelar el proyecto en el que se van a invertir 195.000 euros o bien hacer una actuación algo más modesta debido a la fuerte oposición en la zona por parte de un grupo de ecologistas. Estos denuncian que la obra va a servir para talar 20 árboles y también están en contra de cambiar de sitio unas jardineras con unas moreras frente a los portales de la calle Electra. Las fuentes consultadas en la concejalía de Medio Ambiente explican que van a ser muchos menos los árboles que van a desaparecer –y los que lo hagan lo harán bajo criterios técnicos– y que las moreras se cambian de sitio para cumplir con la norma urbanística y garantizar el paso de camiones de bomberos y ambulancias a los portales. Habrá esta semana una reunión con la asociación de vecinos de La Serena y el Llano Fumero, las dos más importantes del barrio, para que den o no su apoyo a la reforma. "No buscamos generar división", apuntan las fuentes municipales consultadas.

La polémica está servida. La reforma del parque de la calle Electra es un viejo anhelo vecinal. Existía desde hace tiempo un proyecto redactado por parte del Ayuntamiento para hacer un buen lavado de cara a la zona. Nunca se realizó por falta de fondos. La actual concejalía de Medio Ambiente, encabezada por el popular Rodrigo Pintueles, asumió la necesidad de la reforma y la incluyó en los presupuestos de este año con un proyecto valorado en 195.000 euros.

El plan elimina, a grandes rasgos, unas jardineras junto a los portales de la calle Electra para ganar zona verde y permitir el paso de ambulancias y camiones de bomberos. Los árboles que hay ahora plantados en esa zona se cambiarían de sitio. Además, el espacio verde se completa con tres áreas estanciales semicirculares y una cuarta con juegos biosaludables. Por otro lado, se quieren ganar zonas estanciales al sol. Para ello, se recortaría parte de la vegetación, una jugada de urbanismo táctico que busca por otro lado aumentar la seguridad en la zona. Este es un punto relativamente habitual en el que paran varias pandillas. El proyecto, ya adjudicado, renueva en gran medida el arbolado y supone, sobre el papel, una importante mejora en cuestiones de accesibilidad.

La reforma, sin embargo, se ha encontrado con la fuerte oposición de un grupo ecologista. Algunos del barrio y otros no. Mientras que en principio las dos asociaciones vecinales de El Llano lo han apoyado, este colectivo ha iniciado una campaña para paralizar la reforma tal y como ahora está pensada. Han colocado carteles y ganchillos en los árboles del parque. Buscan que se mantenga lo que ahora consideran como un bosque urbano. Denuncian que, según sus cuentas, la obra elimina una veintena de árboles. Y tampoco quieren que se recorte la vegetación para mantener zonas de sombra.

Las fuentes consultadas en la concejalía de Medio Ambiente explican que estos argumentos son fruto de cierta confusión. Estas mismas fuentes apuntan a que no se van a eliminar los árboles que dicen los ecologistas. Este supuesto equívoco surge porque inicialmente se entregó a los vecinos un plano del proyecto con unas infografías que eran "orientativas". En las mismas, se habla de "manchas verdes" y no de arbolado final total. Las fuentes consultadas en Medio Ambiente reconocen que sí que va haber ejemplares que ese eliminen, pero menos del que denuncian los ecologistas. Y añaden que los que se quiten se harán con criterios técnicos por parte ingenieros agrícolas atendiendo a consideraciones como el final de su vida útil o porque el crecimiento de sus copas pueda representar algún problema de seguridad para los paseantes.

Otro punto de conflicto son las jardineras con las moreras frente a los portales de la calle Electra. Desde Medio Ambiente explican que esos árboles no se van a eliminar, sino que se van a cambiar de sitio. Sí se quitarán esas jardineras, pero la razón vuelve a ser técnica. Si solo se actuara en la zona del parque no tendrían por qué tocarse, pero al afectar la reforma también a las calles adyacentes esta obra debe hacerse acorde a los criterios de la norma urbanística. Es decir, se debe garantizar el espacio suficiente para que puedan pasar sin problemas los vehículos de emergencias.

El choque es importante. Incluso, se habla de reuniones muy tensas entre los ecologistas y el Ayuntamiento y también con la empresa adjudicataria de los trabajos. El conflicto podría quedar resuelto esta misma semana. Desde el gobierno local se quiere organizar una reunión con la asociación de vecinos Llano Fumeru y La Serena, las dos con más socios de la zona. Lo que se busca con este encuentro es trasladar a los residentes una serie de cambios que se van a hacer en la actuación final y saber si están o no de acuerdo con ella. Es decir, un posicionamiento acerca de la misma. En el caso de que la respuesta sea negativa, la obra podría reducirse en su alcance o incluso quedar guardada en un cajón. "La actuación se hace para satisfacer a los vecinos, no para generar división", matizan fuentes de Medio Ambiente.

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