Los vecinos de La Calzada aplauden el impulso a la ecomanzana: "Van mejor y más rápido"

Los comerciantes y residentes destacan el cambio de empresa y están satisfechos con el resultado de los trabajos: "Se nota mucho la mejora"

Jenny Serrano, a las puertas de su bar.

Jenny Serrano, a las puertas de su bar. / .

Pablo Palomo

Pablo Palomo

"Está quedando todo mejor y se nota que va mucho más rápido". Esa es la opinión generalizada de los vecinos y comerciantes del entorno de la ecomanzana de La Calzada ante el importante acelerón que se les ha dado a los trabajos de peatonalización de la zona. Un acelerón que se ha producido tras el cambio de empresa impulsado por el gobierno local en abril, cuando Alvagonzález Contratas asumió la cesión del contrato original de manos de Tableros y Puentes. Este cambio, sumado a una modificación del contrato, que implicó aumentar los costes y los tiempos para implementar una mejor tecnología, ha hecho que el porcentaje de proyecto acabado pase de apenas el 20 por ciento a superar ya el ecuador de la obra. Todo ello hace pensar al Ayuntamiento que las obras, tal y como avanzó ayer LA NUEVA ESPAÑA, terminarán a finales de este año. Dentro del plazo marcado por los fondos europeos.

Juan Fernández, en la calle México.

Juan Fernández, en la calle México. / .

El acelerón que se ha pegado a las obras de la ecomanzana de La Calzada es evidente. El ritmo de la faena se ha multiplicado por siete y eso se nota a pie de calle. Lo han percibido tanto los comerciantes y los hosteleros, como los vecinos. Todos coinciden en que la ecomanzana, impulsada por el anterior gobierno local, supone una franca mejoría para las calles del barrio. Lo cuenta, por ejemplo, Juan Fernández, que ayer aparcó su moto en la calle Méjico. Es vecino de la ecomanzana y está satisfecho con lo que se está haciendo. "La mejora es evidente. Estas calles parecían que eran de la serie ‘Cuéntame’", dijo en referencia a los pocos cambios que ha habido a lo largo de los años. También valora el impulso dado a los trabajos. "Se nota que se va más ágil ahora. La calle Venezuela la han hecho rápido, mientras que Méjico antes parecía que no se iba a terminar nunca", valoró.

De una forma muy parecida se expresó Jenny Serrano, la dueña de un popular bar en el cruce de la calle Venezuela con Méjico. "De momento, lo que veo es que está quedando bien. Pero habrá que ver, una vez que estén terminadas las obras, si se nota tanta mejoría o no", contó la mujer. Lo que sí tiene claro es que en las últimas semanas los obreros se han empleado a fondo y todo va mucho más veloz. "Tienen algún fallo, pero se nota que todo va mucho más deprisa. La calle Venezuela se ha terminado mucho más pronto que otras que se hicieron", evaluó para acabar una mujer que consideró "positivo" este impulso.

Juan Luis Verdes regenta un quiosco desde hace 24 años en la calle Panamá. La vía está completamente levantada y con menos trabajo avanzado que otras del entorno. Esta se ha dejado para estas fechas por su proximidad con el colegio Príncipe de Asturias, con sus alumnos ya de vacaciones. "Las obras son un incordio y se nota que pasa menos gente, sobre todo mayor, porque ven la calle levantada y prefieren tirar por otra zona", contó este gijonés. "Eso sí, aunque sean un incordio no queda más remedio que aguantar porque había que hacerlas", añadió. Piensa igual respecto a la celeridad de la obra. "Con el cambio de empresa se ha mejorado mucho. Hay más gente trabajando y más maquinaria. El error de la anterior es que abrió demasiadas calles a la vez", explicó.

Por su parte, Mari Cruz López acaba de abrir una tienda de alimentación con tintes de cíber en la calle América del Sur. Ella también aplaude cómo se está ejecutando ahora la actuación. "Los obreros echan muchas horas y son bastante cuidadosos. Trabajan muy bien", zanjó respecto a las obras de la ecomanzana de La Calzada, que, si no hay más contratiempos, deberían de terminar en cuestión de medio año, en concreto el 11 de diciembre, y significar un gran avance para la zona.

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