Daniel López Acuña, epidemiólogo que presentó su poemario en Gijón: "Para mí la poesía es un sondeo en lo oscuro y una exploración"

El acto fue en el Antiguo Instituto de Gijón

López Acuña –en el centro–, entre Pablo Méndez Jarque y Alberto Infante; junto a Infante, sentada, Arlé Corte, ayer en el Antiguo Instituto. | Juan Plaza

López Acuña –en el centro–, entre Pablo Méndez Jarque y Alberto Infante; junto a Infante, sentada, Arlé Corte, ayer en el Antiguo Instituto. | Juan Plaza

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Hace 45 años que el epidemiólogo Daniel López Acuña publicó su primer poemario, "Tú llegarás a mi ciudad vacía". Un libro de juventud, que será reeditado próximamente. Pero desde entonces los otros versos que escribió, y que estaban en un cajón, se habían quedado sin ver la luz. Ahora, tras encontrar un hilo conductor, los ha presentado en "Centinela del viento" (Ediciones Vitruvio), un trabajo que ayer mostró al público en Gijón, en el Antiguo Instituto, en un acto organizado por la Sociedad Cultural Gesto. Le acompañaban en el acto además de Arlé Corte, presidenta de Gesto, el médico y escritor Alberto Infante, y el también escritor Pablo Méndez Jarque.

"He querido hablar del centinela en el sentido de la palabra italiana, de quien siente, percibe y otea, no tanto en el sentido de vigilante, sino de quien rechista", comentó el novelista y poeta mexicano de ascendencia gijonesa, que además fue durante muchos años, en su condición de médico y epidemiólogo, director de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Su voz y sus apreciaciones, además, fueron un referente durante la pandemia.

López Acuña está, en este caso, en otro renglón de su historia. "Quise registrar los distintos vientos vitales, con distintas intensidades, que van generando emociones, sensaciones, percepciones, anclajes, y todos ellos van entrelazándose", explica López Acuña sobre esta selección de poemas escritos a lo largo de 38 años que ahora publica. Es consciente de que debe justificar, en cierta medida, la razón por la que es ahora, pasadas casi cinco décadas desde que escribiera algunos de ellos, cuando acaban viendo la luz. "Este era un momento para hacer el corte porque se cerraba un ciclo, ya que ahora tengo otra producción que seguramente dará lugar a otros poemarios en uno o dos años, pero los hilos conductores son distintos. He querido cerrar una etapa de producción poética después de la pandemia y poner un punto final a este ciclo de los vientos y hablar en otros poemarios de otros temas".

Durante toda su trayectoria profesional ha disfrutado con la escritura, primero con publicaciones científicas, más tarde con novelas, hasta llegar ahora a volcarse con la poesía, una creación que le llena especialmente. "Como decía el poeta José Ángel Valente, es un buceo profundo, un sondeo en lo oscuro, una exploración, una indagación y una manera de captar en una instantánea momentos, colores, sensaciones, percepciones, que van generando evocaciones emocionales", explica López Acuña.

No obstante en el horizonte de López Acuña asoma un trabajo muy especial, un guiño a sus raíces, que espera terminar a final de este año, para que salga publicado en 2025. "Estoy terminando un proyecto de novela que en gran medida trata de evocar la vida de mi padre, cuando tuvo que salir a los 12 años de Asturias en 1937, en plena Guerra Civil, y todo lo que vivió en su exilio en Francia y México", detalla. Una novela de memoria histórica y de homenaje que será un buceo tan profundo o más como el que ha dado lugar a este poemario.

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