La identidad asturiana se lleva en los pies: el Pueblu d’Asturies muestra parte de su colección de calzado

La exposición incluye madreñas, coricies, chanclos, zapatos, alpargatas y botines

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Lamentó Juaco López, director del Muséu del Pueblu d’Asturies, que la dejadez y falta de trabajo a mitad siglo pasado de las instituciones, "haya dejado una laguna importante, que quizás no recuperemos", y que supone un impedimento para poder mostrar la historia del calzado en Asturias. Lo justificó por la dificultad de poder conservar un elemento "efímero". "Se hace para usarse y cuando llega al final de sus días se deshace de él. Aunque antiguamente se almacenaba en casonas, palacios y casas grandes", destacó López. Pero aún así el Pueblu d’Asturies ha conseguido reunir en una colección piezas de calzado que abarcan cerca de un siglo, para cumplir con una demanda y poder apreciar "una muestra variada, cargada de cultura de identidad", como recalcó Monserrat López, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Gijón.

La exposición "A tus pies. La colección del calzado del Muséu del Pueblu d’Asturies. 1870- 1975" ofrece al público un recorrido en el que puede descubrir 117 pares de madreñas, coricies o abarcas, chanclos, zapatos, alpargatas, botines, botas o zapatillas, seleccionadas entre el calzado que se conserva en este espacio.

El viaje de época, abierto al público hasta abril del próximo año, se divide en cuatro bloques: el calzado tradicional; el calzado infantil; el calzado a la moda y el calzado deportivo; y un apartado de catálogos e impresos comerciales de fabricantes de madreñas y otros calzados, así como fotografías de la época.

En la colección, que es el resultado de donaciones de los últimos treinta años, se pueden descubrir por ejemplo existencias del comercio de Benito Santa Eulalia, en Boal, con zapatos de los años veinte y treinta del pasado siglo. Y también un recorrido un calzado artesanal hecho en el ámbito rural y el confeccionado por zapateros profesionales o industrias localizadas fuera de Asturias, como es el caso de Elda, Elche, Almansa, Sitges, Arnedo o Torrelavega.

En esa reconstrucción de un siglo, a través de diferentes piezas, se puede apreciar la evolución del calzado, desde las formas más tradicionales hasta las más modernas. Adquieren protagonismo, por su arraigo y popularidad, las madreñas en sus diferentes modelos. "Es un calzado muy del campo asturiano, hay modelos muy del invierno que aún perviven, porque se estuvieron haciendo hasta hace relativamente poco", comentó López, antes de ejemplificar otros calzados. "Están otros como el modelo de escarpin, y su posterior evolución a la de zapatilla, que es más urbana", añadió, para referirse después "a las coricias de piel en verde para grupos de folclore, que se sustituyeron después por abarcas, chanclos o alpargatas".

La historia del calzado permite recorrer también esa evolución de materiales, desde las prendas de madera, cuero, tela, goma o esparto, sin olvidar tampoco que durante mucho tiempo su uso fue inexistente. "En Asturias hasta principios del siglo XX las mujeres del campo y los niños iban descalzos", rememoró Juaco López, que también se refirió a otras interesantes piezas a descubrir como una botas de esquí, otras del montañero José Ramón Lueje o unas botas de cuero con la suela claveteada.

El grueso de la colección se sitúa en los años 20 y 30 del pasado siglo. Aunque como destacaron desde el Pueblu d’Asturies, esta reconstrucción que han hecho se ha quedado incompleta. "Hubo una industria potente de calzado en Noreña de la que se perdió casi todo", contaron. "Los zapatos están cargados de historia, cultura e identidad. Pocas prendas o complementos han dejado tanta huella y se han convertido en un accesorio indispensable con tanto que contar", añadieron.

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