Los embrollos de San Pedro que marcaron otras celebraciones del patrón: Carrillo y Rato, la PAH, la Compañía de Jesús...

La manifestación del Orgullo lleva a los portavoces de IU y Podemos a no ir al teatro Jovellanos

Arriba, a la izquierda, Santiago Carrillo y Rodrigo Rato, en el acto de honores; a su derecha, ediles del PP y Ciudadanos votan en el Pleno contra la concesión de la medalla de plata a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Abajo, a la izquierda, los concejales de Foro, PSOE, PP y Ciudadanos votan a favor de la concesión de la medalla de oro a la Compañía de Jesús; a la derecha, Carmen Moriyón, durante su discurso en el último acto institucional de San Pedro.

Arriba, a la izquierda, Santiago Carrillo y Rodrigo Rato, en el acto de honores; a su derecha, ediles del PP y Ciudadanos votan en el Pleno contra la concesión de la medalla de plata a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Abajo, a la izquierda, los concejales de Foro, PSOE, PP y Ciudadanos votan a favor de la concesión de la medalla de oro a la Compañía de Jesús; a la derecha, Carmen Moriyón, durante su discurso en el último acto institucional de San Pedro. / LNE

Si definitivamente a las siete de la tarde de este sábado no están en el escenario del teatro Jovellanos los portavoces de IU y Podemos para participar en el acto oficial de entrega de medallas de la villa, el álbum histórico de Gijón incorporará una foto inédita a su capítulo de celebraciones de San Pedro. Nunca faltó un portavoz a esa cita. Javier Suárez Llana y Olaya Suárez han anunciado su ausencia para estar en la manifestación del día del Orgullo, que arranca una hora antes en el paseo de Begoña camino de la plaza Mayor, y tras no conseguir del gobierno que el acto municipal se retrasara media hora para evitar que se solapasen ambos eventos y garantizar su asistencia. "Tenemos claro dónde tenemos que estar", han mantenido los dos ediles de la izquierda, tras ser acusados desde el gobierno de intentar "boicotear" el acto por puro sectarismo. Este año los honores se los llevan la Policía Nacional, a la que se concede la medalla de oro en el 200º. aniversario de su fundación, y Salvamento Marítimo, Atención Primaria y la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades Penitenciales, como medallas de plata. Concesiones que se aprobaron por aclamación en un pleno extraordinario celebrado en abril.

Pero que el lío político por San Pedro no se hubiera visibilizado nunca en el acto protocolario del día 29, festividad local por el patrón, no significa que la concesión de honores de Gijón haya estado libre de broncas en los últimos años. Solo que el escenario era el salón de plenos. Si uno da al botón de rebobinado de la videoteca municipal sale más de un incidente plenario por las medallas. El Pleno de 2016, por ejemplo, no solo estuvo marcado por las lágrimas de un Enrique Castro "Quini" más que emocionado al ser nombrado hijo adoptivo del Gijón que tanto quiso y al que honró desde el Sporting. Unos minutos antes los concejales de PP y Ciudadanos habían votado en contra de conceder la medalla de plata de Gijón a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), un reconocimiento impulsado desde Xixón Sí Puede, (la marca local de Podemos) al colectivo antideshaucio.

Tampoco hubo unanimidad total en las concesiones de honores y distinciones de 2017. En la sesión plenaria de ese año fueron los ediles de IU y Xixón Sí Puede los que no ratificaron con sus votos la concesión de la medalla de oro a la Compañía de Jesús solicitada por la Alcaldía. No fueron los suyos votos en contra, sino abstenciones que argumentaron con un "respetamos, pero no compartimos".

Estos dos incidentes coincidieron con la primera etapa de Carmen Moriyón en la Alcaldía. Unos años en los que se pasó de la negociación para consensuar una unanimidad entre todos los partidos que avalara a todos los homenajeados a que cada grupo acabase proponiendo un candidato y haciendo suyo ese homenaje. Eso llevó a que se vieran por primera vez manos en alto de los ediles en el Pleno ante la pregunta de "¿votos en contra?". Y a que el número de reconocimientos acabara coincidiendo con el número de partidos con presencia en la Corporación. Algo que enturbió ese carácter institucional y de respeto que había marcado las decisiones de ejercicios anteriores.

Aunque no siempre. Si hubo un embrollo por San Pedro que pasó de comidilla local a comidilla nacional fue el que se vivió en la edición de 2010 cuando dos ediles del PP –el actual presidente del partido en la ciudad, Pablo González, y Dorinda García– no participaron en el Pleno donde se nombraba hijo predilecto de la ciudad a Santiago Carrillo. Un nombramiento que la portavoz popular, Pilar Fernández Pardo, había dado por bueno en sus negociaciones con PSOE e IU. No hay que olvidar que en el mismo paquete de honores iba el nombramiento como hijo adoptivo de Gijón de Rodrigo Rato. Ambos se sentarían juntos el 29 de junio de 2011 en el teatro de la Laboral para recibir el honor que les daba Gijón. Unas semanas antes el histórico triunfo en las urnas gijonesas de Foro hizo que los galardones aprobados en diciembre por una Corporación dirigida por la socialista Paz Fernández Felgueroso los acabaran entregando los portavoces de una Corporación liderada por Carmen Moriyón.

Entonces el problema fue homenajear al histórico líder comunista, pero como la vida da muchas vueltas con el paso de los años el problema fue haber reconocido la "brillante carrera profesional, empresarial y política" del destacado miembro del PP de origen gijonés que llegó a vicepresidente del gobierno de España y director gerente del Fondo Monetario Internacional. De hecho, en noviembre de 2104, el Pleno aprobaba por unanimidad retirarle ese título a Rodrigo Rato. El PP votó a favor de una retirada que había impulsado el PSOE. El político del PP acababa de ser imputado en el caso de las tarjetas opacas de Bankia. No había muchos antecedentes para una decisión de ese calado. De hecho, el más sonado databa de 2009 cuando el Pleno había acordado retirar todos los honores a Franco: la medalla de oro, la condición de hijo adoptivo y el cargo de Alcalde Honorario. Votaron a favor PSOE e IU y se abstuvo el PP. Mucho después llegaría la retirada del nombre de Juan Carlos I del callejero local.

El actual proceso de concesión de honores se rige por el Reglamento Orgánico de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico aprobado a finales de 2021. Allí se concreta que la concesión de las medallas será acordada por el Pleno en sesión extraordinaria y con "el voto favorable de la mayoría absoluta del número legal de miembros de la Corporación, que representa a más de un grupo municipal y representadas a través de los y las portavoces municipales en la Junta de Portavoces que a tal efecto se celebre para su votaron, a propuesta razonada del Alcalde o Alcaldesa". La concesión en el pleno se expresará "mediante aclamación". Un sistema que, critican algunos, limita el margen de maniobra de los grupos políticos más pequeños para defender sus propuestas. La aclamación, eso sí, evita que los votos en contra se exhiban en el Pleno de manera pública.

El mismo reglamento define el papel de cronista oficial, que desde 2023 ostenta el historiador, escritor, investigador y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, Luis Miguel Piñera. La propuesta de su nombramiento surgió de varios colectivos sociales de la ciudad y aunque llegó a salir adelante por unanimidad se vio también envuelta en líos políticos. En una primera votación no consiguió los apoyos necesarios al abstenerse los portavoces de Ciudadanos, Foro, PP y Podemos. Algo que generó una bronca interna en la formación morada. Finalmente, Gijón recuperó la figura de cronista de la villa. Un puesto vacante desde 1992. Piñera ya había recibido la medalla de plata de Gijón en 2019. Ambas distinciones las recogió entre aplausos.

La pandemia fue la que marcó la mayor irregularidad en la concesión de honores durante los años de mandato de la socialista Ana González al impedir celebrar la ceremonia de 2020. La bronca en esos años se trasladó del acto de concesión de honores al acto religioso de bendición de las aguas en el Campo Valdés, que organiza la iglesia de San Pedro en el día de su patrón y que siempre había contado con presencia de los regidores. No siguió la tradición González que, junto a IU como socio de gobierno, impulsó un reglamento de laicidad que pasó al olvido con el cambio de gobierno. Un embrollo más para celebrar el día del patrón.

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