Presenta hoy en el hotel Begoña la reedición de un libro sobre el asedio al cuartel de Simancas | Jesús Villanueva Jiménez Escritor y editor

"Los militares del Simancas pusieron sus principios por delante de la vida"

"El asedio al cuartel es un tema importante desde un punto de vista histórico, pero no despierta interés entre las masas"

Jesús Villanueva Martínez.

Jesús Villanueva Martínez.

Al escritor y editor Jesús Villanueva (Ceuta, 1960) le cayó en las manos, "hace unos cuantos meses, quizás ya un año", un libro sin tapas que narraba el asedio al cuartel de Simancas en 1936. Tras mucho investigar no ha logrado encontrar el título original y a su autor, pero dado el valor de la obra ha decidido rescatarlo y editarlo con un tirada de 100 ejemplares. Hoy lo presenta "en calidad de editor" (19.00 horas) en el Hotel Begoña Centro.

–¿Cómo llegó ese singular ejemplar a sus manos?

–Apareció en la vieja biblioteca de un amigo, aquí en Tenerife, que tiene miles de libros, algunos de ellos muy antiguos. No tenía tapa y le faltaban las páginas iniciales y las de atrás. Tendríamos, aproximadamente, el 95% de la obra. Nos llamó mucho la atención, porque contaba con mucho detalle cómo había sido el asedio al cuartel de Simancas.

–¿Cuánto tiempo estuvieron investigando la autoría?

–Muchos meses. De hecho, hasta hoy mismo (por ayer) estuvimos haciendo búsquedas, pero no encontramos nada. No hay ni rastro en internet.

–¿Creen que pudo haber sido escrito por alguien que vivió aquello en primera persona?

–Da la impresión de que quien lo cuenta tiene muchos datos. Es un ensayo con tintes de novela, en el que se incluyen diálogos entre militares, milicianos o el coronel Antonio Pinilla y el crucero Almirante Cervera. Sin duda creo que debió ser alguien que vivió aquello o que tuvo contacto directo con gente que lo vivió; aunque puede haberse inventado conversaciones.

–¿Qué es lo más duro del texto?

–Siendo objetivo y sin apasionamientos, y tratando de no pensar en bandos, en el texto se desprende que los hombre del Simancas, así como los ingenieros del cuartel de El Coto, pese a saber desde un principio que no tenían nada que hacer, que se iban a quedar sin agua, sin comida y sin munición, tuvieron claro que no iban a rendirse y que iban a plantar batalla hasta el final, porque consideraban que luchaban por la España que querían. También el honor con el que lo hicieron, llegando mandar un mensaje al Almirante Cervera para advertir que disparasen contra ellos porque el enemigo estaba dentro. Antepusieron sus principios a su vida, que es todo lo que uno puede tener.

–¿En qué momento decidió publicarlo?

–Soy el presidente de la Asociación Reivindicativa de la Memoria Histórica Raíces, entre otras cosas tratamos de rescatar la historia olvidada, además de defender la historia que hoy la izquierda pretende eliminar. Entonces decidimos, tras una infinidad de labores de búsqueda, y teniendo en cuenta que el libro estaba descatalogado, que podíamos rescatarlo. Y lo hicimos a través de mi editorial, Ediciones Alabarda.

–¿Cómo será la nueva edición?

–Hemos transcrito el texto y también hemos incorporado pomeas y la oda al cuartel de Simancas. Se trata de una tirada modesta, de 100 ejemplares, ya que nuestra intención no es ganar dinero, entre otras cosas porque es un tema nacional muy importante desde un punto de vista histórico y tiene muchas connotaciones emocionales para mucha gente. Además, y pese a esa relevancia, se trata de un tema sobre el que no hay mucho interés generalizado, por lo que es más bien un homenaje a los caídos en el cuartel de Simancas. Habrá versión en papel y digital.

–¿Tiene esperanza de que con la presentación en Gijón pueda aparecer el autor del libro o alguna pista sólida para dar con él?

–Me haría mucha ilusión. Por la forma de expresarse y por la pasión con la que escribe, tengo la impresión de que, si esa persona vive, hoy será muy mayor. Y si apareciese, por supuesto que estaría encantado de darle un abrazo y le explicaríamos las circunstancias por las que lo hemos editado y estaríamos encantados de llegar a un acuerdo con él por los derechos de autor.

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