Gijón celebra la bendición de las aguas: "Que San Pedro ponga motor potente a los proyectos de la ciudad"

El párroco Javier Gómez Cuesta también insta a que la reforma del Campo Valdés respete a la Iglesia y que no se permitan en el mismo patinetes, bicicletas, competiciones y mercados

M. C.

«Que San Pedro nos ayude a construir un Gijón alegre, noble, solidario, tolerante y ‘grandón’ de corazón». El párroco de San Pedro, Javier Gómez Cuesta hizo esta plegaria en el acto de bendición de las aguas por la festividad del santo patrón de la ciudad, tras haber hecho alusión a los numerosos proyectos para la ciudad que están pendientes de ejecutar.

«Muchos proyectos y actuaciones están en la lista que se intenta ver pronto en marcha. Vamos a pedirle a San Pedro que ponga un motor potente en el barco, que ya no se puede navegar a vela, que soplan con facilidad vientos contrarios, que retrasan excesivamente la llegada a puerto», señaló más explícitamente el sacerdote.

Incluso llegó a enumerar las asignaturas pendientes de Gijón, al apuntar que «hasta 20 han salido en los periódicos, todos ilusionantes, útiles y necesarios», citando expresamente como ejemplos Naval Azul, el vial de Jove, el solarón, la estación intermodal de Moreda, la reforma del paseo del Muro y la el Piles.

La misa previa y el acto de bendición de las aguas contaron con una amplia asistencia, incluyendo la mayor parte de los integrantes del gobierno local de Foro Asturias y PP, encabezados por su alcaldesa, Carmen Moriyón, y la portavoz municipal de Vox, Sara Álvarez Rouco, entre otras autoridades civiles y militares.

La bendición de las aguas es «un canto de la ciudad de Gijón y a la ciudad de Gijón», señaló Javier Gómez Cuesta al inicio del mismo, tras haberlo apuntado también así al final del oficio religioso en el templo donde añadió que «no es otra cosa que algunos interpretan con majaderías». Agua al mar cantábrico lanzó el sacerdote y junto a él la Alcaldesa un ramo de flores, en un acto emotivo para los numerosos fieles que acudieron a presenciarlo y en el que por primera vez se sacó la imagen de San Pedro que hay en la capilla de Los Remedios. No todos aplaudieron: este año volvieron a manifestarse integrantes de Asturias Laica contra la presencia de autoridades civiles en un acto religioso.

Aprovechando la presencia de las autoridades municipales, Javier Gómez Cuesta quiso lanzarles algún mensaje, con referencias al barrio de Cimadevilla y a la reforma del Campo Valdés. De esta última, apuntó que «deseamos que sea acertada, que respete la Iglesia, que es también una obra genial» además de un emblema de Gijón. Poco antes había apuntado que el Campo Valdés «debiera ser tenido como lugar sagrado, como un tótem, donde se respira puro gijonesismo playu, donde el alma se serena. Por eso, no debieran de estar permitidos patinetes, mercados, competiciones, bicicletas... son una profanación».

En cuanto a Cimadevilla avaló las reclamaciones vecinales de que al menos el barrio cuente con un botiquín o una primera consulta médica, que se finalice el proyecto de Tabacalera y «el hotelón» y que se mejore la urbanización del barrio alto.

También auguró el sacerdote que «falta menos» para volver a ver al Sporting en primera división, después de que «este año, casi, casi».

Luis Antuña Maese, en representación de la Asociación de Amigos de la Iglesia de San Pedro, hizo entrega a Javier Gómez Cuesta, al final del oficio religioso de la escultura de Antonio Oteiza con la que desde 2016 vienen premiando a instituciones y personas, en este caso al párroco de San Pedro desde hace 25 años «por la defensa de la festividad de San Pedro y de su condición de patrono de la ciudad». Tras la bendición de las aguas, el párroco de San Pedro, que la próxima semana cumple 83 años, señaló que seguirá al frente de la parroquia: «tengo la certeza de que, por lo menos, este año sigo», señaló.

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