El Gijón que Del Busto y De la Cruz imaginaron hace un siglo, esto es todo lo que se puede ver en la Casa Natal de Jovellanos

El espacio reúne los trabajos de los dos brillantes arquitectos que dibujaron el "boom" urbanístico de la ciudad

El historiador Héctor Blanco, mirando la maqueta de un aseo público de Gijón expuesta en la muestra en homenaje a Del Busto y García de la Cruz que él comisaría en la Casa Natal.

El historiador Héctor Blanco, mirando la maqueta de un aseo público de Gijón expuesta en la muestra en homenaje a Del Busto y García de la Cruz que él comisaría en la Casa Natal. / MARCOS LEÓN

Un tobogán para adultos que planteaba un descenso vertiginoso y en espiral en pleno Paseo de Begoña, el que fue el primer "rascacielos" de Gijón –y que dobló de golpe la altura media de los edificios de la ciudad–, una cápsula del tiempo rescatada del derribo de un edificio y que guardaba monedas de la época y la Constitución de 1931.

La nueva exposición que acoge la Casa Natal de Jovellanos de Gijón sobre la obra de los arquitectos Miguel García de la Cruz y de Manuel del Busto y con motivo del 150.º aniversario del nacimiento de ambos esconde varias "joyas" históricas que ven ahora la luz gracias, en gran parte, a la mimada conservación de planos y dibujos del archivo municipal.

El comisario de la muestra, Héctor Blanco, historiador y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, detalla el contexto de las piezas más relevantes de una colección que, explica, ayuda a imaginar el cambio que vivió Gijón en la primera mitad del siglo XX, con su gran expansión.

La propia entrada a la exposición –con una sala principal y una pequeña anexa, ambas en la primera planta– es una parada ineludible para Blanco, porque ilustra el único proyecto compartido de ambos arquitectos. "Convivieron en la misma ciudad entre 1902, cuando Del Busto llega a Gijón, y 1935, cuando muere García de la Cruz, pero solo firman juntos un pabellón para el Casino de Gijón", cuenta el historiador, que aclara que la idea no era crear un casino como tal sino "un centro de reunión social para la alta sociedad". Estuvo en uso apenas seis años y después pasó a usarse como convento.

Dentro de la sala principal, las vitrinas centrales exponen proyectos como el de la cárcel de El Coto, que vio la luz en 1909, y cuyos planos representan bien lo multidisciplinar que era el oficio de arquitecto en la época, responsable en muchos casos de detallar incluso el mobiliario de sus edificios.

Para la cárcel gijonesa De la Cruz diseñó un lavabo y un retrate en dos de las esquinas opuestas, una pequeña cama apoyada en una pared –y que se podía plegar contra ella– y, junto a la otra, una pequeña mesa y un taburete. "El trabajo de los arquitectos de entonces era muy minucioso; tenían que diseñar casi todos los detalles", explica el historiador, que ha rescatado 55 planos y dibujos de una treintena de proyectos para la muestra.

De 1908 es el tobogán efímero que Del Busto había diseñado para las fiestas gijonesas de ese año. Se instaló en pleno paseo de Begoña en la segunda quincena de agosto. Blanco quedó con ganas de encontrar alguna foto histórica que atestigüe cómo era el ambiente de esta atracción en funcionamiento –no ha trascendido ninguna por ahora–, pero sí encontró que en la prensa se señalaba que era un tobogán "recomendable para señoritas", sin que quede claro si era irónico o no: deslizarse por él implicaba descender desde una altura equiparable a la de la segunda planta de un edificio.

Otra "joya" es un libro, un ejemplar que fue del Ateneo Obrero y que cuenta el trabajo de Manuel y Juan Manuel del Busto, lo que acredita que ambos contaron con un sobrado prestigio profesional en vida.

La Casa Natal expone los planos del que fue el primer "rascacielos" –sus 30 metros impiden que ese término se pueda emplear actualmente– de la ciudad. Lo diseñó Del Busto y está ubicado desde 1929 en la calle Asturias número 4, haciendo esquina con Libertad. "Su altura doblaba la de los edificios de aquella época", señala Blanco.

Otro edificio histórico, obra de García de la Cruz, se incluye en la colección: la icónica Gota de Leche, cuyas fotografías muestran cómo en su primera fase se construyó sin las dos torres –una de ellas ya se había previsto en el proyecto original– que hoy la identifican.

De las manos de este mismo arquitecto salió el proyecto de las clásicas Casas Baratas de El Coto en lo que fue, según Blanco, la primera obra de vivienda pública de la historia de la ciudad. El plan, de 1925, buscaba dar un hogar a empleados municipales. El complejo de viviendas también se conserva.

La última parada ineludible en la sala principal de la muestra permite un breve viaje al pasado. Una de las vitrinas expone varios de los elementos que se incluyeron en la cápsula del tiempo que se había colocado bajo la primera piedra de la icónica Escuela de peritos, diseñada por García de la Cruz.

Cuando se derribó el edificio, en 2008, Blanco avisó a Alcaldía de la existencia de esta cápsula –constaba incluso su ubicación exacta– y se pudo recuperar. En su interior había periódicos de la época, una Constitución del 31, monedas en curso y un acta firmada por autoridades.

La exposición se titula "Arquitectura, ciudad e identidad. Miguel García de la Cruz y Manuel del Busto" y reserva una segunda sala que acoge lo que Blanco llama "el rincón cubano", centrado en la etapa profesional de Del Busto en este país y que permitió erigir el palacio del Centro Asturiano de La Habana, cuya maqueta se expone ahora al público gracias a la colaboración del Archivo de Indianos de Colombres. Tras ella luce un cuadro que jamás se había expuesto hasta ahora al público: un retrato del arquitecto, obra de Nicanor Piñole.

También hay varias perspectivas o dibujos prestados por la familia del arquitecto que apuntan con qué ayudaron a publicitar la obra de Del Busto en Norteamérica, ya que éste firma estos detalles definiéndose como un "spanish architect".

La sala anexa, por último, expone un aseo público de 1912, que durante décadas dio servicio a los gijoneses en pleno paseo de Begoña. Explica Blanco que con esta maqueta se ilustra bien el estilo modernista que marcó esta era en la ciudad.

Ecos gijoneses en la habana

Ecos gijoneses en la habana / .

Ecos gijoneses en la habana

Por cortesía del Archivo de Indianos de Colombres, la Casa Natal de Jovellanos de Gijón expone estos meses la espectacular maqueta del Centro Asturiano de La Habana que ideó Del Busto.

Tras ella luce un cuadro que no se había expuesto al público hasta ahora: un retrato del propio arquitecto que pintó Nicanor Piñole, y que ha sido cedido temporalmente por su propietario, un particular.

Ecos gijoneses en la habana

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Un tobogán efímero para adultos

Era habitual en la primera mitad del siglo XX instalar atracciones de feria para celebrar épocas festivas. Gijón tuvo el suyo en 1908, en el paseo de Begoña, diseñado por Del Busto. En sus planos, figura que se llamó "TotoJoan".

Ecos gijoneses en la habana

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La cápsula del tiempo que se salvó del derribo

El derribo de la Escuela de Peritos en 2008 permitió recuperar la cápsula del tiempo que se había colocado en su interior. En ella se habían guardado varias monedas en curso, la Constitución de 1931 y ejemplares de prensa.

Ecos gijoneses en la habana

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Los muebles de una cárcel de 1909

Los arquitectos de hace un siglo tenían que vigilar cada detalle en sus proyectos. Para la cárcel de El Coto, García de la Cruz dibujó hasta cómo distribuir la cama y la mesita de los reos.

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