Las fiestas dejan buen regusto en el Polígono

"Ha venido más gente que nunca", aplaude el líder vecinal Manuel Cañete sobre la comida en la calle, con medio millar de asistentes

Por la izquierda, de pie, Andrea Fernández, Pablo González, Alicia González, Laura Muñiz, Rosana Barros, Susana Alex, Rosi Álvarez, Belén Sánchez y Carolina Chamorro; agachadas, Yolanda Carbajal, Alicia González, Tania Fernández y Cinthia Peredo, ayer, durante la comida en la calle de las fiestas del Polígono. | Nico Martínez

Por la izquierda, de pie, Andrea Fernández, Pablo González, Alicia González, Laura Muñiz, Rosana Barros, Susana Alex, Rosi Álvarez, Belén Sánchez y Carolina Chamorro; agachadas, Yolanda Carbajal, Alicia González, Tania Fernández y Cinthia Peredo, ayer, durante la comida en la calle de las fiestas del Polígono. | Nico Martínez

Los festejos organizados por la asociación vecinal "Evaristo San Miguel" en el Polígono llegaron este domingo a su fin con una jornada cargada de actividad que contó con una multitudinaria comida en la calle en la que participaron más de 500 personas. "Ha venido más gente que nunca. La pandemia trajo un pequeño retroceso y hoy estamos en niveles prepandemia", aplaudió el líder vecinal, Manuel Cañete, que destacó la importancia de "compartir, confraternizar y hacer barrio".

Lorena Salagre, Marta Lorenzo, Manuel Cañete, Carmen Vilas, Daniel Soto  y Ramón Cabello, en la carpa instalada en la calle Puerto del Palo. |  Nico Martínez

Lorena Salagre, Marta Lorenzo, Manuel Cañete, Carmen Vilas, Daniel Soto y Ramón Cabello, en la carpa instalada en la calle Puerto del Palo. | Nico Martínez / Nico Martínez

Las alargadas mesas de la carpa situada en la calle Puerto del Palo, ya estaban repletas de tortillas, empanadas, embutidos y otros muchos platos cuando todavía no había finalizado el concierto del dúo formado por Jorge Colsa y Gema Bravo, que amenizaron el vermú. Allí se encontraban múltiples grupos de amigos y familias que, un año más, se mostraron fieles a una cita señalada en su calendario. "Esta es la mejor forma de terminar el fin de semana porque hace que la gente se anime a hacer piña y a ser más humanos", comentó Maximino Pajares, que aseguró que "todo está riquísimo, como siempre". Su amigo Ramón Cabello resaltó que "es un día en el que el barrio queda muy guapo". "Venimos aquí y dejamos olvidados los problemas que tengamos, nos dedicamos a comer y a disfrutar todos juntos", desarrolló.

Debido a la alta afluencia de vecinos y, aprovechando la agradable temperatura, hubo grupos que organizaron su mesa en el exterior de la carpa. Entre ellos estaban Pablo González, Rosana Barros y su hija de 8 años, Alicia González, que aportaron una variada tabla de quesos. "Llevo viviendo en el Polígono 44 años y esta celebración siempre está muy bien. Cuando era pequeña venía con mis padres y ahora, que vengo con Alicia, me vienen recuerdos de mi infancia", afirmó Barros, quien hizo hincapié en que "las fiestas de barrio tienen que persistir".

A escasos metros estaba Yolanda Carbajal, una vecina de Nuevo Roces que asistía a la comida en la calle del Polígono por segundo año consecutivo. "Es una fiesta en la que hay muy buen ambiente porque el público es sano y la música es buena", apuntó Carbajal, que contribuyó con tortillas, empanadillas, chorizo a la sidra y frixuelos. "Toda la comida está muy rica y hay que mantener las tradiciones", agregó. También hubo espacio para vecinos que vivían la experiencia por primera vez, como María del Mar García y Sabino Menéndez. "Llevamos un año viviendo en el Polígono y no esperábamos que viniera tanta gente. Hay una gran colaboración y esperamos seguir viniendo".

La última jornada de fiestas en el Polígono continuó con un concurso de postres, juegos familiares y la posterior entrega de premios. Además, a las 19.00 horas, estaba prevista una exhibición de baile a cargo de Mónica Lombardía. Los ritmos musicales de "De sur a norte", programado para las ocho de la tarde, sirvieron para culminar tres días en los que el Polígono ha vuelto a vibrar.

Tanto Cañete como el resto de los miembros de la asociación "Evaristo San Miguel" se mostraron satisfechos por el ambiente generado desde el viernes en el Polígono. "Es una fiesta que no está perdiendo su esencia de barrio. No tenemos macroconciertos y el elemento que buscamos es que la gente del barrio viva su fiesta. Nuestra filosofía es que la fiesta se viva en el barrio y no salga de él", aseveró Cañete, antes de añadir que "es la mejor manera de terminar todo un año de trabajo social, de denuncia y festivo".