Pablo Armesto canta línea en Burgos

El artista gijonés Pablo Armesto protagoniza una de las grandes exposiciones del verano en el Centro Arte Contemporáneo de Burgos (CAB). La muestra, que funciona casi como una antológica de su recorrido creativo, lleva por título "Complejidad, araña, laberinto", que está tomado de un poema de Rafael Alberti titulado "A la línea". La elección se debe a que la línea es –plena de color, de luz o entretejida con otras muchas como si fueran nidos o estrellas– es la protagonista de las obras de Armesto, uno de los creadores asturianos contemporáneos de mayor proyección nacional e internacional en el mercado artístico.

Armesto detalla que la exposición del CAB la ha concebido "entre la ciencia, la geometría y la espiritualidad". De ese punto de partida sale "una propuesta instalativa múltiple, límpida, serena y no exenta de complejidad y riesgo". La proximidad del centro burgalés al Camino de Santiago y al yacimiento de Atapuerca y al Museo de la Evolución Humana suma dos líneas más –la de la historia del hombre en la tierra y la del camino de búsqueda espiritual y personal de la ruta jacobea– a la línea que articula la obra de Pablo Armesto.

Para él "la línea es una metáfora del camino, tanto del físico como del alegórico, en ocasiones recorrido de manera paralela a la idea inicial, otras divergente cuando ha de elegirse entre distintas opciones, pero nunca cismático, nunca discordante".

La exposición combina las instalaciones de gran formato con esculturas exentas y piezas de pared. Todas ellas marcadas por la constante experimentación que Armesto aplica a todos sus trabajos, con hallazgos magistrales como el uso de la fibra de vidrio para crear esculturas luminosas, estrellas de luz, "geometrías galácticas" que parecen flotar y transformarse. Armesto busca en la contemplación de sus obras que se desate "un juego óptico en el que las formas geométricas se componen y descomponen según la impresión visual de quien observa".

Entre las piezas que se podrán contemplar está "El color del tiempo", una envolvente cascada de luz, una aurora boreal al alcance de la mano, que ya pudo contemplar en la exposición que dedicó a Armesto el Museo de Bellas Artes de Asturias en 2022. También está presente en Burgos uno de sus trabajos del año 2007, el titulado "Secuencias 24", la pieza más compleja de todas las presentes, que plantea una gran reflexión sobre la vida y la identidad de las personas. En esta gran instalación, los cuarenta y ocho cromosomas que cada individuo posee (cuarenta y seis y XX para las mujeres; cuarenta y seis y XY para los varones) se muestran por parejas, formando un total de veinticuatro paneles instalados de manera lineal y agrupados según los siete grupos de cromosomas según su composición morfológica. Son las bases de la humanidad misma: "Todos los seres humanos nos vemos representados por una serie de códigos genéticos que no atienden a distinciones de sexo o raza", reflexiona Armesto.

Otro de los trabajos que brillan con luz propia, nunca mejor dicho, es la pieza "Titi-Land", donde la luz de la escultura "centellea con un pequeño temblor al ser observada por el espectador", afirma Armesto sobre esta pieza que tiene tanto de arte como de innovación tecnológica, algo muy común en la obra de este artista. Y añade: "Es el visitante quien provoca su titilar al modificar involuntariamente el equilibrio entre luz, movimiento y materia".

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