La Oreja de Van Gogh triunfa de lleno en Metrópoli: "Son atemporales y transmiten alegría y buen rollo"

"Inmortal". Como está siendo su trayectoria de más de dos décadas. Y como el tema que ayer puso a bailar a todo el recinto ferial. "La Oreja de Van Gogh" mostró ayer en Metrópoli por qué siguen triunfado más de dos décadas después. No hacen falta fuegos artificiales, ni "autotune" ni espectaculares coreografías. "Son atemporales; transmiten alegría y buen rollo", aseguraban ayer sus fans, en el segundo "sold out" del festival.

Los donostiarras saltaron al escenario a las diez y media en punto, entre música y juegos de luces. Cantaron "Cuídate" para caldear los ánimos de un Gijón absolutamente entregado. Le siguieron "El últimos vals", "Desde el puerto", "Diciembre" o "Inmortal", con las que el recinto ferial, en el que no cabía ni un alfiler, canto, saltó y aplaudió a un banda liderada por una Leire Martínez en todo momento muy cariñosa con el público, al que animó a cantar con ella y al que agradeció en reiteradas ocasiones los aplausos.

"Es un grupo nacional que marcó una época". y se convirtió en atemporal". Así lo aseguraba ayer la ovetense Almudena Álvarez, instantes antes de que el grupo donostiarra comenzase su concierto. "Mis primeros recuerdos son de cuando tenía veintipocos años y sus canciones eran un éxito tras otro", recordaba.

El gijonés René Fernández también es otro seguidor "atemporal". "No me acuerdo ni de mis primeros recuerdos de ellos", reconocía, sorprendido por la heterogeneidad del público: "Han vendido durante toda su carrera y hay gente que los escuchaba en los 90, en los 2000... sus fans tienen un rango de edad muy amplio".

A Vanessa Jiménez el gusanillo por la banda vasca se lo metió en el cuerpo su madre. "Me transmiten tranquilidad, amor y me transportan a mi infancia", afirmó, al destacar la voz de Leire Martínez, la vocalista, zanjando así cualquier debate sobre el regreso de Amaia Montero a la formación.

El poder de convocatoria de "La Oreja de Van Gogh" es tal que por ahora han sido, solo junto a Amaral, los únicos en vender todas las entradas. "Reúne a muchas generaciones juntas, por eso venden tanto", explicaba la ovetense Cristina García, de un concierto que, seguramente, habrá sido inolvidable para los fans del mítico grupo donostiarra.

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