Entrevista | Juan Manuel Moreno Cubino Escritor, presenta a las 19.00 horas en la Caja Rural de Gijón su libro "Horizontes rotos"

"Escribir una novela era un reto que tenía conmigo mismo"

"Todos los lectores van a tener la panorámica de lo que significa la ciudad de Gijón, que era mi intención"

Juan Manuel Moreno Cubino, con su libro, en la redacción de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón.

Juan Manuel Moreno Cubino, con su libro, en la redacción de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón. / Marcos León

El escritor y exsindicalista Juan Manuel Moreno Cubino (Valverde, Salamanca, 1949) presenta esta tarde a las 19.00 horas en el salón de actos de la Caja Rural de Gijón su nuevo libro, "Horizontes rotos", con el que explora por primera vez la narrativa. En ella contará con la compañía de la jefa de sección "Sociedad y Cultura" de LA NUEVA ESPAÑA y prologuista de la obra, Ana Rubiera, y del autor y director de teatro Eladio de Pablo.

–¿Qué le llevó a adentrarse en este género?

Se trataba de resarcirme de mis anteriores frustraciones de entrar en el tema de la narrativa. Ahí tenía un interés, un reto conmigo mismo y afortunadamente, una vez que tomé la iniciativa, la pude desarrollar de forma definitiva. Es una forma de demostrarme a mí mismo y al resto de las personas que a veces nos consideramos incapaces de conseguir un objetivo por propia inercia y no porque hagamos nada por tratar de sobrepasar esa barrera imaginativa que nos coarta. Todo lo que nos podamos imaginar, por muy lejano e imposible que lo veamos, se puede alcanzar.

¿Sobre qué trata "Horizontes rotos", un libro que lleva en su portada al "Elogio del Horizonte"?

–Es un libro enfocado en Gijón y en el barrio de Cimadevilla, donde está el "Elogio del Horizonte", que parte de una situación ficticia en una trama familiar, pero se dan una serie de connotaciones verdaderas en cuanto a espacios, lugares y nombres de personas. He tratado de mantener el nombre de familiares y de personas con las que compartí espacios sindicales en forma de homenaje, como a Alejandro Rodríguez, Ramiro Rivas, José Fernando Tielve o Faustino Antuña. A las que están presentes todavía quiero darles la sorpresa. Aunque esas personas se ven reflejadas ahí a nivel personal y de espacios, quiero dejar claro que no es una autobiografía, simplemente recoge mis experiencias en la relación laboral para plasmarlas en las figuras de los protagonistas del libro.

¿Qué trama se desarrolla en la obra?

–Un apasionado romance fuera del matrimonio que sacude la conciencia de los protagonistas hasta cambiar sus personalidades con resultado trágico. Algo más explicado, es una trama que se genera a través de una relación extramatrimonial entre dos personas con pasados muy distintos y de condiciones sociales completamente opuestas. En el libro aparece el tema del obrerismo, ya que el protagonista viene del mundo laboral y la protagonista es de una clase social alta de Asturias. Como consecuencia de esa relación se produce un embarazo añadido y ese embarazo termina separando a estas dos personas. No de manera radical, pero se abren muchos paréntesis entre ellos. Por lo tanto, son tres protagonistas principales y en el resto hay una serie de connotaciones que van de alguna manera llevando al lector hacia los orígenes de cada una de las familias y de los territorios que aparecen. Entonces, precisamente, me recreé en Gijón como una ciudad que le va a traer recuerdos de proximidad al lector cercano y también en cuanto al tiempo, porque de hecho habla del Gijón presente, del de mediados del siglo pasado y especialmente de Cimadevilla, deteniéndose en personalidades a lo largo de la historia de este barrio bohemio que era el centro de anochecida y de amanecida de Gijón. Creo que el lector va a tener la panorámica de lo que significa Gijón, que era mi intención.

–¿No habría sido más fácil "alejarse" de Asturias y recurrir a la ficción?

–Creo que acercarme a Asturias forma parte de mi pasado, presente por lo bien que me acogió, por eso recojo su cercanía y pasado. De otra parte soy amantes de la historia en general a la que a ves hay que adornarlo de un poco de ficción como la vida misma.

¿Qué le aporta seguir escribiendo?

–Significa mantener la ilusión porque en esta vida, independientemente de que la realidad es una, también hay que tener una ilusión. También sirve para dar rienda suelta a la disposición, que es favorable, y que el día de mañana quizá no lo sea. Es ilusión por crear y dar forma a las palabras porque una de las cosas que siempre me gustó mucho fue escribir, aparte de leer. Sigo manteniendo ilusión por la lectura, que es innato en mí y que me serena, y sigo manteniendo la ilusión de ir escribiendo y rellenando páginas con aquello que se me pueda ocurrir. En ese sentido, quiero estimular a la gente a que lea, y si lo considera oportuno, que escriba.

–¿Seguirá escribiendo novela?

–No tengo nada claro. Sí sé que voy a seguir escribiendo. Y sí que me gustaría dar continuidad ya que entré en este género. Pero todo depende un poco de la respuesta que pueda obtener de las personas que me rodean.

–Fue uno de los más activos en las primeras movilizaciones por el vial de Jove en los años 90. ¿Por qué cree que no se están dando protestas tan multitudinarias como las de entonces?

–Ese tipo de manifestación o reivindicación cambió radicalmente porque no hay tantas necesidades. El sentimiento de las personas a conceptuar el problema y solidarizarse considero que puede estar a la misma altura, pero hay una diferencia: que el movimiento vecinal en su conjunto, al no haber tantas reivindicaciones, no está teniendo ese embrión con la ciudadanía y está más en el terreno de la gestión y la difusión que en la concentración. 

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