Ángeles Álvarez: "La nueva izquierda se olvida de las feministas de la Transición"

La exdiputada del PSOE alerta en la Escuela Rosario de Acuña de los peligros para las mujeres por la "autodeterminación registral del sexo"

Ángeles Álvarez, ayer, en la Escuela de Comercio de Gijón, antes de su ponencia en la Escuela Rosario de Acuña.

Ángeles Álvarez, ayer, en la Escuela de Comercio de Gijón, antes de su ponencia en la Escuela Rosario de Acuña. / Marcos León

Marta Cercadillo

"A quien le incomoden las corrientes de la igualdad hay que recordarle que no hay tensión entre democracia y feminismo, porque el feminismo es consecuencia de la democracia". Así explicaba ayer en la XXI Escuela Feminista Rosario de Acuña la exdiputada socialista y activista Ángeles Álvarez el "escurridizo escenario político" que existe en la igualdad entre hombres y mujeres. Y que, sin embargo, no dudó en enfrentar durante su ponencia en la Antigua Escuela de Comercio lo que, a su juicio, es la raíz del problema: "Las turbulencias las genera la inacción política que no combate las prácticas sociales que frenan y dificultan que las mujeres puedan ejercer los derechos que tienen reconocidos", declaró.

Unos derechos que se han ido consiguiendo gracias al esfuerzo de muchas pioneras, incluidas aquellas que "la nueva izquierda" olvida, aseguró. "Hablan de que son herederas de las mujeres de la República, pero se saltan todo el periodo de la Transición, de los años 80 y de la democracia, que es lo que nos ha traído aquí", señaló Álvarez, lamentado que ese trabajo que derivó en una estructura institucional esté siendo ahora cedido a otras causas muy distintas. "Se trata de la cesantía del proyecto político de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres para convertir en corriente principal de la política pública la agenda de la diversidad", añadió.

Y aunque las consecuencias de esto son numerosas a juicio de la activista, todo viene de una circunstancia común. Se podría resumir en cómo la "Ley de Igualdad de 2007 ha quedado inutilizada en varios aspectos debido a la incorporación en la legislación de la autodeterminación registral del sexo". De hecho, para Álvarez no hay mejor ejemplo que ilustre tal cuestión que las recurrentes contradicciones y la falta de claridad. "Quien más hizo bandera de la transparencia es quien más oscuridad está poniendo en todos los datos de la Administración Pública", apuntó la experta.

Para ella el motivo es bien simple. Y es que no les interesa. "Sería bueno saber la brecha de las pensiones de las personas trans para que puedan demostrar su discriminación, pero no quieren darlo", agregó la ex diputada señalando el "asalto de los lobbistas queer" a las universidades como uno de los principales responsables de una situación en la que nos "vamos a ir encontrando despropósitos de todo tipo".

Algunos como que el "Estado realice preguntas que no tienen derecho a formular como las inclinaciones particulares", matizó entonces la filósofa Amelia Valcárcel, coordinadora de las jornadas, o como el hecho de que "todas las leyes de identidad de género que se han aprobado en España hayan modificado las cláusulas antidiscriminación", añadió Álvarez.

Por eso, aseguró, existe el deber de "negociar lo que es útil para las mujeres con quien sea". Da igual el color político. Lo que no hay que hacer es sentarse con quien busca frenar los derechos de las mujeres, como ocurre con la "izquierda poderosa y globalista que está poniendo en cuestión el sistema de los derechos humanos universales". "El feminismo no es solo queja, es actuación", subrayó una Álvarez que se despedía con la promesa de regresar pronto a Asturias para presentar su nuevo libro en el que desgranará sobre los lobbies queer.