La cofradía del Carmen apura los últimos retoques para su "estreno" medio siglo después

El colectivo gijonés perfila con mimo todos los detalles para el retorno de la procesión marinera el día 15 de julio

Marta Cercadillo

Nervios, ilusión, mucha emoción y también mucho trabajo. Así está siendo estos últimos días en la iglesia de San José. Y no es para menos. Después de más de medio siglo, la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen de Gijón volverá a sacar a su Virgen a la mar: el día 15 será llevada en procesión desde San José hasta la iglesia de San Pedro a las cinco de la tarde. Todo se está preparando al detalle y con mucho mimo. La responsabilidad es grande.

"Está toda la ciudad ilusionadísima", cuenta Álvaro Fernández, hermano mayor de la Cofradía y uno de los principales artífices, junto al párroco Fernando Llenín, de este esperado regreso. Porque Gijón no se puede entender sin el Carmen. Es una seña de identidad. De esas de la de toda la vida, apunta Fernández, respaldando sus palabras con los más de 120 miembros que tiene la congregación y su respuesta en estos días: "Hemos tenido que encargar más medallas y escapularios".

Por eso, este mes que, confiesa Álvaro Fernández, lleva casi sin dormir, no importa. Estos días solo hay una protagonista: la Virgen del Carmen. Todo gira en torno a ella. "Desde los años 70 no se hace una procesión como Dios manda. Es verdad que se venía realizándose en la parroquia una procesión chiquita alrededor de la manzana, pero esto ya no podía ser. Por eso nos hemos propuesto relanzarla de verdad", explica Fernández.

Así, para la ocasión han optado por reinventarse. "No es una refundación, sino que se trata de una continuidad. La cofradía sigue siendo de 1706, pero este año, además de la tradicional procesión, estrenamos escapularios, medallas y banderín", explica Álvaro Fernández.

Lo hace bajo la atenta mirada de la vocal de Priostía, Begoña Roces, que, orgullosa, muestra la que seguramente se convierta, con permiso siempre de la imagen, en uno de los principales reclamos de la procesión: el banderín. "Está hecho en un taller en Sevilla, diseñado única y exclusivamente para el Carmen de Gijón. No hay ninguno parecido", cuenta también Álvaro Fernández. "Ya se estrenó en el Corpus y fue el éxito. De hecho, más que el día del Corpus parecía que era el del Carmen", añade entre risas. Y asegura que en las fotos no se aprecia su verdadera belleza. Hay que admirarlo en persona.

"Cuando mandamos el dibujo al taller de Sevilla que lo hizo quedaron alucinados. Me enviaron imágenes. Ya me parecía bonito, pero, cuando me llegó, al verlo se me saltaron las lágrimas", reconoce. Y es que, si además de observar la majestuosidad de la pieza se conoce su significado, la emoción brota entre los cofrades, al igual que sucede también con el resto de figuras. No se ha dejado nada al azar.

Hasta lo más simple, los escapularios, tienen su por qué. "En la parte trasera va el Monte Carmelo y en la delantera la imagen de la Virgen con el año de fundación de la Cofradía. Las medallas son más complejas", añade Álvaro Fernández. Él mismo se pasó meses trabajando en ellas. Se quería conseguir un resultado significativo a la vez que identificativo y diferenciador del resto de cofradías.

"La idea es que cada trozo de la medalla tuviera un significado", dice. Y detalla: "La corona es la del Principado de Asturias. Están también la A y la M entrelazadas, que es el Ave María. Las rosas, que también están bordadas en el banderín, significan la madre de Dios. En el óvalo izquierdo tenemos el Monte Carmelo y sus tres estrellas, mientras que en el derecho está el color azul que es el mar. Lo que contiene dentro es en representación a sus gentes. Vemos un timón, un ancla y dos remos. En el medio encontramos la estrella de los mares, y los lirios que significa la alabanza a Cristo. Por su parte, en el borde cerrando el escudo y actuando como la protección de Jesucristo, están los laureles, los cuales también hacen acto de presencia en el banderín".

Álvaro Fernández y su equipo de trabajo cuentan también con una metódica y estudiada organización de las celebraciones. Ni la festividad del Carmen del 16 de julio ni la noche previa serán los únicas ceremonias y fechas señaladas para los cofrades. Este mismo sábado, después de la misa, "se producirá, primero la jura del equipo de gobierno de manera individual, y después el juramento general de los cofrades, para terminar con la imposición oficial y uno por uno de sus respectivas medallas".