La escuela de Marina Civil encara una gran reforma tras detectarse caídas de cascotes

La obra se sumará a otra en los aularios norte y sur del campus para renovar las calderas

Vista de la Escuela de Marina Civil.

Vista de la Escuela de Marina Civil.

La Universidad de Oviedo acaba de licitar una reforma en profundidad de la fachada de Marina Civil y la sustitución de calderas de los aularios norte y sur del campus universitario. Las dos obras suban una inversión estimada de 852.140 euros y sus respectivos concursos, ya activos, aceptan solicitudes hasta finales de mes.

La obra de Marina Civil, con un valor estimado de 597.201 euros, se justifica, según el informe de urgencia emitido por la Universidad, por el riesgo de "desprendimientos" en el entorno y la necesidad de que la obra se acometa cuanto antes para no afectar al curso lectivo. Se señala en los pliegos que la obra busca "garantizar la seguridad" del edificio y que la reforma incluirá actuaciones en los huecos y dinteles de las fachadas, así como la renovación del aplacado visto de los forjados. Estos presentan actualmente "patologías que derivan en desprendimientos de los mismos" y, en general, se quiere mejorar la ventilación del inmueble. El expediente, por esto, se ha tramitado por vía de urgencia, y cuenta ya con un informe de diagnóstico del edificio, con catas y sondeos ya realizados, que han probado la presencia de oxidación y desgaste en varios puntos del edificio.

La reforma en los aularios costará unos 254.939 euros y servirá para instalación la nueva producción térmica del complejo. Se señala en los informes que la sala de máquinas de los aularios norte y sur "tiene unas calderas de gas en el sistema de producción térmica muy antiguas que presentan averías habitualmente y dada su antigüedad se hace difícil su reparación al no encontrar los recambios adecuados, poniendo en riesgo la garantía de las condiciones térmicas que se deben garantizar en el uso de los edificios". Y añade: "Teniendo en cuenta la antigüedad de las calderas de gas, y que ya presentan problemas habitualmente, se podría decir que han agotado su vida útil y, por tanto, se debe proceder a su renovación para garantizar las condiciones térmicas". En los pliegos se señala, también, que el sistema térmico lleva "inalterado" desde 1993.