La ciudad encara una profunda reorganización de los espacios expositivos

Tabacalera tendrá 1.400 metros verdes con una cubierta vegetal y un jardín histórico

El nuevo techo integrará el complejo actual en su ampliación y conectará sus dos entradas, creando una pasarela desde el Lavaderu hasta el Cerro

El edificio de Tabacalera.

El edificio de Tabacalera. / Pablo Solares

El plan para Tabacalera proyecta crear unos 1.400 metros de zonas verdes gracias a una nueva cubierta vegetal que comunicará el actual edificio con el bloque de nueva construcción y a la creación de un jardín histórico que recreará los que en su día había junto al viejo convento. Estos dos añadidos, además de crear nuevos espacios de estancia, ayudarán a unificar estéticamente el futuro Centro de Arte Tabacalera, que se erigirá como el nuevo gran enclave cultural de la ciudad al incluir, tal y como señaló ayer LA NUEVA ESPAÑA, el Museo Nicanor Piñole y las oficinas de la Fundación de Cultura en su zona ampliada.

El futuro jardín histórico permitirá que la fachada norte del complejo sea en su totalidad ajardinada, y tendrá una forma de "L", llegando hasta la esquina de la iglesia, que en plano sobresale. Con un diseño aún por determinar, los responsables del proyecto quieren respetar la distribución de los jardines que históricamente tuvo el convento.

Recuperar en parte el pasado de este capítulo de Tabacalera es, de hecho, una de las tareas clave que ayudarán a crear el futuro Museo de Gijón, con el que se pretende hacer un repaso a la historia de la ciudad desde sus orígenes romanos –gracias a los restos hallados dentro del inmueble, entre ellos, un pozo– y hasta su más reciente pasado industrial como fábrica. La creación de esta última modificó sustancialmente la esencia de aquel convento de las Agustinas Recoletas, que habían llegado a Gijón en 1668. Según consta en la hemeroteca, estrenaron el convento en 1679 y la iglesia en 1684, y de esas instalaciones es el templo religioso lo que mejor que se conserva, porque en la época de la fábrica de tabacos se usó como almacén. En el futuro Centro de Arte de Tabacalera actuará como un nuevo espacio escénico y tendrá un acceso propio, por lo que su programación cultural podrá incluir actos fuera del horario del museo. La creación de los jardines ayudará a cerrar el "homenaje" a este pasado religioso del edificio. Ocupará sobre todo la fachada norte y, por tanto, lindará con la calle Emilio Muñiz y con el inicio del parque del Cerro, y girará hacia el interior del complejo siguiendo la calle Eladio Verde. Actualmente, el entorno es una gran explanada de hormigón.

La cubierta vegetal, por su parte, servirá para que el actual edificio de Tabacalera y su ampliación se integren en lo que fuentes municipales llaman una "manzana unificada". Esta separación entre el actual edificio y la zona a construir, que es hoy un solar vacío, la preside también una gran explanada de hormigón claro. La distribución del futuro centro de arte, no obstante, ya se puede intuir y se dejó ver en los actos por los Premios Princesa que se organizaron en el inmueble y que sirvieron como una especie de puesta de largo por adelantado de la futura Tabacalera. Este espacio hormigonado ya ejerció entonces como zona de recepción, y será esa su función principal también tras la reforma.

Un gran árbol "romperá" el pasadizo entre los edificios como nuevo elemento identificativo

El gran cambio, más allá de la lógica obra de adecuación y de instalación de mobiliario, será que esta especie de gran pasadizo estará cubierto con una cubierta de tamaño considerable, y que actuará, cuando el museo esté abierto al público, como una especie de nuevo acceso en el barrio. Esto se debe a que el centro de arte tendrá dos entradas principales, una por María Bandujo –donde hay hoy un portón provisional por donde ya han entrado visitantes en las contadas veces en las que el inmueble se ha abierto al público– y otra justo en frente y donde hoy hay ya instaladas unas escaleras provisionales de cemento. Esta otra entrada está en Emilio Muñiz, justo delante del parking. Que se reserve este espacio de recepción como lugar transitable y conectado con las entradas norte y sur permitirá, en la práctica, crear una nueva conexión directa entre la plaza del Periodista Arturo Arias y el inicio del parque del Cerro.

Esta cubierta, además, aspira a tener un diseño estético de impacto. En concreto, el plan de obra sugiere "romper" su recorrido con un "gran árbol" en mitad del entorno de recepción –un estilo decorativo que en la ciudad ya puede encontrarse en el Museo Barjola, que tiene un árbol vivo en el centro y cubierto por un lucernario– que sirva como nuevo detalle identificativo del inmueble.

La zona ampliada, que sobre plano son dos edificios, se verá desde fuera como un único bloque y acogerá, como adelantó ayer este diario, el Museo Nicanor Piñole en su tercera planta. La nueva construcción, de hecho, se llamará Edificio Piñole, un gesto que permitirá cumplir con las condiciones de cesión de la obra del pintor por parte de su familia, que había condicionado dar su legado a la garantía de que éste se instalase en un espacio dedicado al artista. Este traslado, que comenzó a plantearse hace ya casi de dos décadas pero que nunca llegó a concretarse del todo hasta ahora, dejaría libre el histórico edificio de la plaza de Europa, que surge ahora como posible solución para acoger el área de Políticas de Igualdad toda vez que el proyecto de rehabilitar Prendes Pando no se ve, al menos por ahora, viable.

Con la ampliación de Tabacalera, además, y tal y como señaló también ayer LA NUEVA ESPAÑA, se realizará también el traslado y reagrupación de todos los trabajadores de la Fundación Municipal de Cultura, que se instalarán en la segunda planta de la nueva construcción. Son, en total, 155 trabajadores, y más de la mitad, 65, trabajan actualmente en espacios del Antiguo Instituto, que tiene varios despachos segregados por sus rincones no expositivos. El cambio organizativo, que en cualquier caso se realizará por "fases" y de manera "progresiva" para no entorpecer el trabajo ordinario de la plantilla, permitirá centralizarla en un único espacio y, se entiende, mejorar la comunicación entre los empleados municipales.

La idea con la que trabaja el Ayuntamiento, de hecho, es que la forma de trabajar de la Fundación sea más dinámica. Se plantea que esta segunda planta de la nueva Tabacalera instaure un modelo denominado de "oficinas paisaje". El diseño final está aún por definir, pero el objetivo es crear espacios diáfanos, sin paredes, y abandonando una distribución oficinas cerradas que empieza a quedarse antigua.

Una de las posibles soluciones será instalar mesas corridas y facilitar la creación de espacios "colaborativos", y también favorecer lugares de trabajo "más amables". Desde el Ayuntamiento explican que, con un modelo abierto y sin paredes, las estancias tendrán también más luz, y que en general se quiere huir de un diseño que apueste por "compartimentalizar" los espacios. Por último, y aunque aún pendiente de concretarse, se pretende que en el entorno haya también espacios de trabajo para los trabajadores del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX), que en principio podrán "mudarse" al nuevo edificio si así lo desean.

Esa apuesta por un estilo arquitectónico diáfano, en realidad, afectará a buena parte del futuro Centro de Arte Tabacalera. Las dos plantas expositivas del edificio histórico –las que se destinarán para acoger grandes exposiciones– también buscan un estilo abierto y arquitectónicamente flexible para que pueda adaptarse a exposiciones diversas.

El plan

  1. Un jardín junto al convento. Tabacalera contará con unos 1.400 metros de zonas verdes y una de ellas servirá para recrear los antiguos jardines del convento para contextualizar su historia.
  2. Una cubierta verde. La otra gran zona verde será una cubierta vegetal que unirá el edificio histórico y el nuevo, y que permitirá crear un acceso cubierto que comunique el Lavaderu con el inicio del parque del Cerro. 
  3. Oficinas paisaje. Con el traslado de la Fundación de Cultura hasta Tabacalera, se inaugurará también un nuevo modelo de trabajo con «oficinas paisaje», que serán espacios diáfanos, sin paredes y con más luz, para sus 155 empleados. 

Suscríbete para seguir leyendo