Tabacalera reservará un espacio para que Gijón pueda acoger la Filmoteca de Asturias

El Principado estudia también la Universidad Laboral como sede del recurso

El centro se estrenará con un plan expositivo cerrado a dos años vista

Parte del edificio histórico de Tabacalera.

Parte del edificio histórico de Tabacalera. / Pablo Solares

El plan de Tabacalera, con su ampliación, tiene aún margen para poder reservarse un espacio para el proyecto del Principado de crear la Filmoteca de Asturias. De acuerdo al acuerdo plenario del pasado abril, aprobado de manera unánime por la corporación local y en el que se acordaba instar al Ejecutivo regional a elegir Gijón como sede para esta iniciativa, desde el gobierno local se trabaja ahora con una hoja de ruta lo suficientemente flexible como para que el futuro complejo cultural de Cimadevilla pueda albergar también este espacio en caso de que el plan salga adelante. La reforma de la vieja fábrica de tabacos motivará una reorganización importante de los espacios culturales de la ciudad, con el traslado a las nuevas instalaciones de todo el Museo Nicanor Piñole y toda la plantilla de la Fundación Municipal de Cultura, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA. En ese marco, y ante una reforma que no terminará hasta 2027, el reparto de espacios se mantiene por ahora flexible y pendiente de que esta propuesta se concrete.

Aunque Tabacalera se ve como una oportunidad para poder darle un espacio digno a la posible futura Filmoteca, el Principado, por su parte –y como entidad responsable de impulsar la iniciativa–, parece haberse interesado por ahora en la Laboral como futura sede de un recurso que, además, sigue sin hacerse realidad y sin contar, por tanto, con una sede confirmada, ya que Oviedo y Avilés también están en las quinielas.

La idea de Tabacalera, por tanto, se plantea por ahora, más bien, como una mera intención, pero el proyecto de obra garantizará que, de salir adelante, pueda tener espacio suficiente para instalarse en el futuro Centro de Arte Tabacalera. Desde el gobierno local defienden su "compromiso total" con el acuerdo plenario del pasado abril y buscarán lograr un "consenso" con los agentes culturales de la ciudad, que ya han unido fuerzas para captar la Filmoteca de Asturias para Gijón.

La última decisión la tomará el Principado, pero las entidades culturales de la ciudad ya han iniciado una movilización social para asegurarse ser sede. Las primeras en alzar la voz fueron Sociedad Cultural Gijonesa, Sociedad Cultural Gesto, el Ateneo Obrero de Gijón y el Ateneo Jovellanos, y fueron ellas las promotoras de un debate que recibió el apoyo unánime del Pleno y que permitió que desde el gobierno local se instase al Principado a elegir Gijón por petición de la "sociedad civil". Pero, y tras un abril muy activo por parte de las entidades culturales y la política local de Gijón, Avilés y Oviedo, la idea de la Filmoteca, anunciada por el propio Principado, parece haberse pausado. La cultura local, de hecho, quiere poder recuperar el debate cuanto antes para garantizar que el proyecto no se abandone. Y ahora, con una reforma de Tabacalera a las puertas –las obras comenzarán a inicios del año que viene y terminarán en 2027, según las previsiones del gobierno–, también se entiende que es el momento idóneo para elegir una "casa" para el recurso.

La primera planta del complejo de nueva construcción, entre los posibles emplazamientos del centro de cine

Hasta que este plan no prospere, en el plan de obra tampoco se incluirá una remodelación concreta para la filmoteca, pero la idea es que la primera planta de la zona ampliada pueda ser un buen lugar para ella. Es, hasta ahora, el principal rincón de todo el complejo que tiene sus usos menos definidos. El edificio histórico tiene que albergar el Museo de Gijón en su planta baja y dos plantas expositivas en la primera y la segunda, y el complejo de nueva construcción debe acoger el Piñole en su tercera planta y a la Fundación de Cultura en la segunda, dejando espacio para una cafetería en la planta baja. Junto a la filmoteca, quedan pequeños ajustes de distribuciones, como asignar un espacio al personal del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX) y la plantilla así lo estima. La obra se demorará lo suficiente como para que estos ajustes pendientes puedan resolverse más adelante.

Hasta ese 2027 en el que se prevé abrir las puertas del Centro de Arte Tabacalera, los esfuerzos, más allá de la dirección de la propia obra, se centrarán en el nombramiento de una dirección artística que lidere la programación cultural del complejo. Se pretende incorporar personal externo a un equipo que incluirá a gente del área municipal de Cultura, y a este nivel interno ya se llevan desarrollando desde hace meses contactos con coleccionistas y fundaciones que puedan estar interesadas en exponer en el recurso. En su día se citaron como ejemplos las colecciones de Pérez Simón, Masaveu y Plácido Arango, y los foristas se han reunido ya también con instituciones de referencia como el Centro Botín.

Para garantizar una trayectoria expositiva estable, lo que se pretende es que cuando la nueva Tabacalera abra sus puertas exista ya sobre la mesa un programa cerrado a dos años vista. El modelo priorizará, como ya se había anunciado, las muestras temporales que incluyan a artistas de cierto calado, toda vez que es este el principal tipo de colecciones que no tienen hasta ahora demasiada cabida en el circuito expositivo local. Con la nueva distribución de la llamada "vía gijonesa", Tabacalera sería el principal enclave para captar exposiciones con un alcance más nacional e internacional, dejando el Revillagigedo como espacio expositivo para colecciones municipales temporales y liberando de esta tarea, a su vez, a la Casa Natal de Jovellanos. La creación artística se concentraría en el Palacio de San Andrés de Cornellana en Contrueces y se reforzaría con el futuro proyecto para los depósitos de Roces. Con el traslado de Cultura y el Piñole, además, la casona de la plaza de Europa y parte del Antiguo Instituto quedarían libres, lo que permitirá también reorganizar espacios. Para la casona se propone trasladar Políticas de Igualdad y para el Antiguo Instituto se está trabajando en un plan cultural específico.

Cimadevilla pide que el complejo "dé servicio al barrio" con recursos como un centro social

El plan de Tabacalera sigue sin despejar la que es la principal demanda del barrio de Cimadevilla: que el centro cuente con un modelo "transversal" e incluya un espacio para dar servicios a los residentes. Explica Sergio Álvarez, líder vecinal del barrio, que su asociación nunca aspiró a tener un local propio en Tabacalera. "Nosotros tenemos la Casa del Chino, y nos sobra", recuerda. Y aclara: "Lo que queremos, más que un espacio propio, es un espacio que permita dar servicios de los que el barrio carece. Y podemos enumerar un montón". Cita como ejemplos, un centro social para mayores y un consultorio médico, este último un recurso que desde el barrio se justifica por la alta presencia de vecinos de edad avanzada que sufren cada vez más problemas para poder llegar por su propio pie hasta Puerta de la Villa. Desde la asociación, explica Álvarez, se defiende que Tabacalera, mediante procesos de "participación", amplíe su enfoque para que éste no se limite a "crear solo flujos de visitantes" al barrio Alto. "Queremos que Tabacalera sea un espacio polivalente y que no vea la cultura como un modelo de ocio ligado al turismo, sino como una modelo de palanca de cambio cultural", defiende Álvarez, que entiende, también, que lo trascendido hasta ahora respecto al proyecto son "anuncios" y que el plan definitivo está por concretarse. Pero la propuesta de su asociación es clara: "Tabacalera debe ser más que un museo".

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