Trampas inteligentes y más de 5.500 kilos de veneno: la batalla de Emulsa contra las ratas

Equipos de desratización de la empresa municipal de higiene urbana realizaron el año pasado 3.453 intervenciones y ya llevan 1.265 en este 2024

Un trabajador de Emulsa realizando labores de desrratización en la calle Begoña.

Un trabajador de Emulsa realizando labores de desrratización en la calle Begoña.

Los hosteleros y clientes de la Ruta de los Vinos han sido los últimos en levantar la voz ante la presencia de ratas en las calles de la ciudad. Un problema contra el que hace tiempo se lucha desde la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente (Emulsa), que ahora preside el edil popular Rodrigo Pintueles. Una lucha que no siempre alcanza el éxito pese a todos los esfuerzos. Y todos los recursos.

No solo hay tres equipos en la empresa centrados en labores de desratización – dos todo el año y un tercero como refuerzo en las épocas de cría– sino que en la batalla contra los roedores se combinan el uso de rodenticidas con el de trampas inteligentes. A lo largo del año pasado el personal de Emulsa realizó casi cuatro mil intervenciones –en concreto 3.453– para el control de roedores utilizando 5.500 kilos de veneno. Un 9% más que el año anterior. La tendencia se mantiene en lo que va de año. Ya que en este primer trimestre se han contabilizado 1.265 intervenciones y gastado 2.203 kilos de veneno. Las incidencias con ratas en la calle aumentaron a partir de los procesos de confinamiento de las personas por la pandemia.

El rodenticida que se está utilizando tiene un principio activo con propiedades anticoagulantes, que conlleva que la muerte se produce 48 horas más tarde evitando que el animal pueda identificar el peligro. Desde Emulsa se entiende que parte de esas ratas que se dejan ver por las calles son las que ya están desorientadas tras haber ingerido el veneno. Desde hace tres años, además, se ha sumado como acción complementaria la colocación de trampas inteligentes en los conductos del saneamiento de la EMA, que son el hábitat preferido de las ratas callejeras gijonesas. Las capturas con esas trampas son automáticas y tienen la posibilidad de poder cambiarse de sitio. A lo largo de este tiempo ya han estado en 24 ubicaciones distintas y generado más de 3.500 capturas.

Desde Emulsa se reivindica la colaboración ciudadana. Se trata de no ponérselo fácil a las ratas que tienen en la comida que se deja en la calle para palomas o mascotas o en los restos de alimentos que encuentran en terrazas hosteleros un festín garantizado sin esfuerzo alguno.

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