Gijón cierra con llenazo la Semana Negra, un festival literario "único"

"Ha sido multitudinaria, hemos batido el récord de actividad", celebra el director de la cita, que acogió a miles de asistentes en su última jornada

La 37.ª edición de la Semana Negra, la primera con el escritor y periodista Miguel Barrero al frente como director, llegó a su fin este domingo tras una tarde en la que los terrenos de los antiguos astilleros de Naval Gijón recibieron a miles de asistentes. "El festival ha vuelto a demostrar su vigor, su arraigo en la sociedad y el interés que despiertan sus propuestas. La afluencia ha sido multitudinaria, hemos batido el récord de actividad y es para estar satisfecho", señaló Barrero en el acto de clausura del certamen literario, en el que estuvo acompañado por la consejera de Cultura, Política Llingüística y Deporte del Principado de Asturias, Vanessa Gutiérrez. "Es una feria única en Asturias y en España. Está concebida para que todo el mundo pueda acceder a la cultura y eso la hace imprescindible y reconocible", aplaudió Gutiérrez, que puso el foco en la participación de numerosas librerías de la región.

Entre ellas ha vuelto a estar, al igual que en las anteriores doce ediciones, la librería La Buena Letra, gestionada por Rafa Gutiérrez. "Han sido diez días de muchísimo movimiento. Terminamos muy contentos porque hay familias que vienen exclusivamente a Gijón por este festival, que es totalmente diferente a los otros que se hacen en España", resaltó Gutiérrez. A escasos metros de su caseta se encontraba hasta ayer Merche Medina, la propietaria de la editorial valenciana "Versos y trazos". "Llevamos once ediciones viniendo porque además de ser un referente en lo que a novela negra se refiere, cuenta con un público muy lector y muy abierto a nuevas propuestas literarias", expresó Medina, quien aplaudió que "hemos estado muy bien organizados al estar dentro de una carpa".

Los innumerables ejemplares que estos puestos ofrecían sirvieron de atractivo hasta la última jornada para múltiples grupos de amigos y familias. "Venimos sobre todo por los libros, que hay de todo tipo", señaló David Roldán, que acudió junto a su hija, Clara, quien adquirió la obra de Laura Gallego, "Fenris, el elfo".

Sin embargo, la Semana Negra es un certamen que, de nuevo, ha ido mucho más allá del ámbito literario. En la propia Carpona, decenas de negocios de ropa y diferentes complementos han contado con su respectivo espacio. "Es una cita que ya está marcada en el calendario. Se nota que la gente espera este evento porque es una fiesta muy consolidada", resaltó Jennifer Rielo, la responsable de "Lumaka".

En el resto del recinto, formado por numerosos puestos de comida y atracciones, también se notaron las ganas de decir adiós a la Semana Negra por todo lo alto. Laura López, la propietaria del Rincón del Guajiro, uno de los negocios que por primera vez participaba en el certamen, comentó que "nos ha sorprendido mucho la gran acogida que hemos tenido". "Seguro que repetiremos el próximo verano", agregó.

Sin embargo, algunos de los feriantes lamentaron un notorio descenso de ventas en esta ocasión. "La gente viene animada, pero se ha notado que hemos tenido a Metrópoli pisándonos. No han ofrecido conciertos y quizá por eso no ha habido tanto tirón", dijo Javier Rodríguez, trabajador de "Extazy". Clara y Martina Rodríguez fueron dos de las pequeñas que hicieron uso de las atracciones a lo largo de las diez jornadas. "Es una suerte poder venir a los temas culturales y que las niñas disfruten aquí", subrayó su padre, Raúl Rodríguez.

En su despedida, además, la Semana Negra recibió ayer a su última multitud para proyectar en directo y en una pantalla gigante la final de la Eurocopa.

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