"Es como una gallina de grande...¿Qué hago?", el relato de una gijonesa a la que se le ha asentado una cría de gaviota en el patio

La mujer denuncia que ha llamado a varias instituciones, pero que nadie se hace cargo: "Me dicen que la coja yo"

La cría de gaviota

La cría de gaviota

Pablo Palomo

Pablo Palomo

"Es una crueldad. Noto que pía, pero no sé donde está la madre. ¿Qué hago, lo dejo morir?" Yo no me atrevo a cogerlo". Estas reflexiones las hizo esta mañana una gijonesa a la que en su patio trasero ha anidado un problema y de los gordos. Y nunca mejor dicho porque en el patio interior de su piso de la calle García de la Fuente ha aparecido un inquilino para nada esperado. Se trata de una cría de gaviota, incapaz de volar y aparentemente perdida. El ejemplar es de gran tamaño. La mujer lo describe así: "Es casi como una gallina". El problema no está solo en la presencia del ave, sino en qué hacer con ella. Lo que esta mujer, que prefiere guardar el anonimato, cuenta es que ninguna institución de las muchas a las que ha llamado ha querido hacerse cargo del animal.

El tiempo corre y las dudas aprietan. ¿"Qué hago? ¿Le pongo agua, le doy de comer? Sé que algunos vecinos le han tirado comida...sé que las gaviotas pueden ser una plaga, pero estamos hablando de un animal. Es una crueldad dejarlo ahí", expresa la mujer que ya la ha intentado todo. Cuenta que ha sufrido lo que el genio del romanticismo español Mariano José de Larra describiría como un "vuelva usted mañana" de manual. Cuenta que ha llamado al 112, a la Policía Local de Gijón, de nuevo al 112, a la consejería de Medio Ambiente del Principado, a Atención Ciudadana y al Seprona de la Guarida Civil. En ninguna de estas ventanillas ha encontrado solución para su problema. "Al final, en un departamento interno llamado Fauna Ecológica lo que me dicen es que recoja yo a la cría y que la lleve a la pajarería de Isabel la Católica o si no que llame al administrador y que llamen a una empresa especializada", explica la afectada.

"Se pasan la pelota entre ellos y lo terminamos pagando los ciudadanos. Nadie se hace cargo y los ciudadanos de a pie no tenemos la cualificación necesaria para coger animales salvajes", valora la mujer, que aguarda una solución mientras el animal, dice, parece que pía y mira todo el tiempo hacia arriba, quizás buscando a su madre perdida.