Un legado para honrar a los campesinos: Manuel Corrada, chileno con raíces en Amieva, deja su herencia al Muséu del Pueblu d’Asturies

El nieto de asturianos, fallecido en junio de 2022 en San Sebastián, era matemático de la Universidad de Chile y profesor de la Pontificia Universidad Católica de la misma ciudad

Manuel Corrada y Balbina Alonso, en Arnaño.

Manuel Corrada y Balbina Alonso, en Arnaño. / Muséu del Pueblu d’Asturies

El Muséu del Pueblu d’Asturies guarda desde 2021 una foto de Manuel Corrada y Balbina Alonso. De Arnaño (Amieva), él; de Priesca (Ponga), ella. La foto, fechada en 1915, muestra al matrimonio ante la casa que se construyeron en Arnaño gracias al dinero que Manuel enviaba desde la Cuba a la que se había ido como emigrante y de la que volvió en 1898. Junto a esa imagen hay otras de la vivienda con detalles como el dintel de la puerta donde se pueden leer sus nombres y la fecha de construcción. Las fotos fueron una donación al museo de su nieto, Manuel Corrada Corrada.

El mismo Manuel Corrada Corrada que firmaba a principios de 2022, en el Consulado General de España, en su natal Santiago de Chile, un testamento en el que nombraba heredero universal de sus propiedades al Pueblu d’Asturies. Su voluntad era que "se destinen los citados bienes y derechos a la compra de bienes de patrimonio cultural material relacionado con el mundo rural asturiano, con el fin de salvaguardar y conservar la memoria de sus campesinos, e incrementar la colección del Museo del Pueblo de Asturias". Corrada fallecía el 18 de junio de 2022 en San Sebastián. Tenía 68 años. En la esquela que le pusieron sus amigas y amigos de Chile y Guipúzcoa recordando que era matemático de la Universidad de Chile y profesor de la Pontificia Universidad Católica de la misma ciudad, le dan las gracias por "su cariño, inteligencia, humor y sensibilidad".

Manuel Corrada, en la galería de su casa de Arnaño (Amieva). | Cristina González

Manuel Corrada, en la galería de su casa de Arnaño (Amieva). / Cristina González

Corrada nació en Chile, murió en el País Vasco, pero nunca se desprendió de la casa familiar de Amieva. A ella volvía de vez en cuando y en ella seguía teniendo su residencia española, la que consta en la documentación de su doble nacionalidad. Una casa y unas fincas heredadas de la familia y que, junto a dos casas en la avenida General Flores de capital chilena, el dinero de sus cuentas corrientes y acciones en varias sociedades, genera un caudal hereditario de 1,3 millones de valor de mercado que da forma a esa herencia que está camino de llegar a Gijón.

La cifra –junto a otras como los 50.000 euros en deudas o los entre 153.000 y 312.000 euros en impuestos a pagar en Chile– se incluye en el expediente que se lleva a votación de los miembros de la Fundación Municipal de Cultura de Gijón para que se decida si, finalmente, se acepta la herencia a beneficio de inventario. La reunión es mañana, jueves, y con la decisión culminaría un proceso que comenzó en 2022 contratando a una abogada para investigar la herencia y sus condiciones. Desde entonces y hasta ahora un ir y venir de documentos, tasaciones e informes jurídicos. Un recopilatorio de datos registrales y una larga lista de consultas a los dos lados del océano para tener claro qué se iba a heredar y en qué condiciones. Todo gestionado desde la Fundación de Cultura, Educación y Universidad Popular, que es el organismo autónomo del Ayuntamiento de Gijón del que depende el Muséu del Pueblu d’Asturies.

Manuel Corrada y Balbina Alonso, en Arnaño. |  | MUSÉU DEL PUEBLU D’ASTURIES

Manuel Corrada y Balbina Alonso, en Arnaño. / Muséu del Pueblu d'Asturies

Hijo de Tomás y Belarmina, emigrantes en Chile, Manuel nació en Santiago el 8 de agosto de 1953. Se licenció en Matemáticas en la Universidad de Chile y fue investigador en lógica, metamatemática de la teoría de conjuntos, métodos de aritmetización de Gödel y máquinas de Turing. Ejerció durante más de tres décadas de profesor e investigador de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Chile, aunque como invitado estuvo en varias universidades europeas y americanas.

Su versatilidad le llevó a escribir de ciencia, de arquitectura, de artes visuales, de diseño... y a dejar artículos en diarios como "El Mercurio" (Chile), "The Structurist" (EE UU), "Leviathan" (EE UU) y "El País" (España). Un artículo póstumo suyo salía publicado en las páginas de LA NUEVA ESPAÑA bajo el título "Fragmentos sobre la confianza".

Su último libro se publicó en 2018, con el título "Cocina Chilena", en el que analizaba la situación de la arquitectura en aquel país. Pero su última obra será conseguir que las historias de los campesinos asturianos no se olviden, que su recuerdo pase a la historia a través del Muséu del Pueblu d’Asturies. Será el gran legado en Asturias del nieto de Manuel y Balbina, del hijo de Tomás y Belarmina.