Opinión | Editorial

El Parque Científico marca el ritmo

Vista del Parque Científico y Tecnológico.

Vista del Parque Científico y Tecnológico. / Pablo Solares

La Milla del Conocimiento "Margarita Salas", y más en concreto el Parque Científico y Tecnológico, vuelve a marcar el paso y ejercer como motor económico de Gijón. Así lo demuestran los datos hechos públicos esta semana sobre la facturación de las 216 empresas ubicadas en este espacio de la zona este de la ciudad –alcanzaron los 1.720 millones de euros en el ejercicio de 2023– y el creciente interés por ocupar no solo las cuatro últimas parcelas, que como desveló LA NUEVA ESPAÑA el pasado martes saldrán a licitación el próximo junio, sino también los futuros espacios disponibles que existirán a partir de una ampliación hacia la avenida de la Pecuaria que también avanza a buen ritmo. Captar el interés de las empresas, por la trayectoria y repercusión del Parque Científico, debe conjugarse con una administración local eficiente, ágil y que ofrezca garantías a las firmas que apuestan por Gijón como sede. Y es ahí donde el Ayuntamiento debe centrar sus esfuerzos para que los plazos se cumplan, las empresas tengan garantías y alicientes para invertir en la ciudad y que las trabas burocráticas, como con frecuencia ocurre, no ahuyente la inversión.

La apuesta iniciada en 1999 desde el Ayuntamiento por concentrar nuevas empresas, al abrigo de la innovación, fue poco a poco creciendo hasta convertirse en un modelo a imitar. Y parece no tener techo. Integrando en el campus universitario gijonés, clave para que ambas instituciones impulsen sinergias que permitan retener el talento en la ciudad, el Parque Científico es el lugar de trabajo alrededor de 5.500 personas. Y un claro potenciador de la actividad empresarial. Es una ciudad dentro de la ciudad, donde conviven estudiantes, trabajadores y hasta turistas que se acercan a la Universidad Laboral o el Jardín Botánico Atlántico. Todos estos reclamos motivan una notable concentración de personas cada día de la semana que obliga a desarrollar las conexiones necesarias para una buena movilidad y más espacio de aparcamiento. Ese trabajo, también, debe ser una prioridad municipal en la que trabajar de la mano a las labores de ampliación.

A partir de junio se prevé licitar las cuatro parcelas, ubicadas en la calle Faustino González Miranda, que restan para completar el espacio disponible del Parque Científico. Al tiempo, continúan los trámites para la ampliación: 218.314 metros cuadrados más de espacio de los que 71.821 se reservan para empresas. Las previsiones más optimistas del área de Urbanismo fijan en el mes de octubre el inicio de las obras. No fallar es clave. Llevar a cabo una política proactiva para que el Ayuntamiento siga ganando crédito y generando confianza ante las empresas debe ser prioritario. No se puede esperar a que las grandes, medianas y pequeñas firmas llamen a la puerta al abrigo de la buena calidad de vida que ofrece Gijón. Es capital generar certidumbres para que eso se produzca. Tanto al este como el oeste, porque la misma fórmula de éxito debe llegar también a Naval.