Opinión

San Pedro no es solo un "playu"

La bendición de las aguas, la tradición más sana de la villa de Gijón

La Iglesia Católica celebra el 29 de junio la festividad de San Pablo y San Pedro, sus pilares indestructibles, como le prometió Jesús a Pedro: "Las fuerzas del averno no la derribarán, porque tú eres la piedra sobre la que se fundamenta". San Pablo, de intolerante perseguidor contra los cristianos pasó a ser elegido por Cristo, sin derribarlo de caballo, su apóstol más viajero, quien navegó por el Mediterráneo, el Adriático y el Jónico, fundando comunidades cristianas entre persecuciones en Asia y en Europa. Martirizado en Roma por la espada y no crucificado –como el Patrón de Gijón, Pedro– por ser ciudadano romano, cuando planeaba venir a Hispania

Gijón celebra mañana, sábado, la festividad de su patrón con toda clase de actividades lúdicas, festivas y religiosas, que culminan en la bendición de las aguas a cargo del párroco del templo, don Javier Gómez Cuesta (con aniversario incluido, pues cumple 25 años al frente del templo), prolífico colaborador de LA NUEVA ESPAÑA en la que refleja lo que de verdad dice y escribe el Papa Francisco, y no lo que manipulan sus falaces hermeneutas. Bendición que provoca la movilidad activa oral y escrita de negacionistas, lo que no solo no desluce la bendición de las aguas bravas y cantábricas, sino las vuelve más seguras. Este año, las aguas políticas gijonesas bajan más turbias que nunca y lo que debería de ser símbolo de unidad se ha convertido en un postureo político en el que nadie se entiende y en el que lo importante es salir en la protesta política.

Pero el "Xixón del alma", con Santa Misa solemne y Salve Marinera cantada por el pueblo soberano, darán su natural esplendor al acto. La tradición más sana de la villa de Gijón, que Jovellanos documentó, siempre ha respetado sus señales de identidad, contra la que no han podido nada los viejos fantasmas que recorren Gijón, y que Orwell plasmó en 1984, porque por mucho que se vociferen los eslóganes del gran hermano: la guerra es la paz, la libertad es la esclavitud y la ignorancia es la fuerza. San Pedro, el pescador de hombres de Galilea, seguirá conduciendo la barca de Xixón por ser su patrón mayor.

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